Ricardo Mohrez Muvdi es palestino, nacido en Beir-Jala, Palestina (1952). Refugiado en Colombia, es administrador de empresas y presidente de la Unión Palestina de América Latina (UPAL), creada en 2019 en la ciudad de San Salvador, El Salvador, América Central.

La UPAL es una organización regional fundada por asociaciones y entidades latinoamericanas para fortalecer la unidad de las comunidades palestinas en América Latina y apoyar la causa palestina en todos sus aspectos. La entidad promueve la solidaridad entre los pueblos, fomenta actividades culturales, políticas y humanitarias y trabaja en la defensa de los derechos del pueblo palestino. Con presencia activa en diversos países, su misión es consolidar una voz latinoamericana fuerte y unida en la lucha por justicia, paz y libertad para Palestina.

En el último mes, sin embargo, una ola de países –España, Noruega, Irlanda, Eslovenia, entre otros– anunció con gran alarde el reconocimiento del Estado de Palestina. Para algunos, se trata de un hito histórico; para otros, de una victoria moral tras décadas de ocupación y sufrimiento. Pero, detrás de estos gestos diplomáticos, se esconde una estrategia mucho más compleja. Para comprender mejor cuáles son esos intereses inconfesables, conversamos con Ricardo Mohrez Muvdi en esta entrevista exclusiva para Pravda.Ru.

Ricardo Mohrez Muvdi – En primer lugar, debemos entender que estos reconocimientos no surgen de la nada. Ocurren en medio de una guerra genocida contra Gaza, en la cual Israel fracasó en su intento de eliminar la resistencia palestina, particularmente a Hamás. Ni con bombas, ni con hambre, ni con desplazamientos forzados logró someter a un pueblo que resiste con dignidad.

Ante este fracaso, Occidente –y especialmente Estados Unidos y Europa– busca un «Plan B». Ya no consigue sostener la narrativa de que Israel se está “defendiendo”. Necesita ofrecer una alternativa que mantenga el control político, neutralice la resistencia y calme la presión social interna. Es ahí donde entra el reconocimiento del “Estado palestino”.

Pero hay un problema: el Estado reconocido no tiene fronteras, ni ejército, ni soberanía sobre su territorio. No controla su espacio aéreo ni sus mares. No puede garantizar la seguridad de sus ciudadanos ni posee unidad política. Es, en esencia, un fantasma administrativo bajo ocupación. Y eso no es un verdadero Estado.

Ricardo Mohrez Muvdi – Tras meses de complicidad en el genocidio, ya sea mediante el silencio, el apoyo militar o las sanciones dirigidas contra la resistencia, ahora intentan equilibrar la balanza con un gesto simbólico. Hablan de “dos Estados” como si aún fuera una opción viable, cuando, en realidad, Israel ha fragmentado y colonizado tanto el territorio que tal fórmula se ha vuelto impracticable.

Un “Estado palestino” es reconocido, pero no sanciona a Israel, no detiene la venta de armas ni frena la expansión de los asentamientos. En otras palabras, se legitima una solución diplomática sin alterar las condiciones materiales de la ocupación.

Ricardo Mohrez Muvdi – Otro elemento preocupante es quién está siendo reconocido. La mayoría de estos países sigue considerando a la Autoridad Palestina como el “gobierno legítimo” del pueblo palestino, a pesar de su falta de representatividad, de la corrupción interna y de la colaboración con la ocupación.

Estamos siendo testigos de un intento de reorganizar el liderazgo palestino desde fuera, excluyendo a movimientos de resistencia como Hamás o la Yihad Islámica.

Ricardo Mohrez Muvdi – Si es así, la avalancha de reconocimientos sería menos una demostración de solidaridad y más una maniobra geopolítica para neutralizar la lucha del pueblo palestino.

Ricardo Mohrez Muvdi – Existe un enorme riesgo de que el mundo comience a hablar de Palestina como un “Estado reconocido”, cuando, en la práctica, sigue siendo una nación ocupada, colonizada y bloqueada. Esa ficción jurídica puede usarse para congelar el conflicto, neutralizar las denuncias internacionales y culpar a las propias víctimas por su situación.

En ese escenario, la causa palestina dejaría de ser una lucha anticolonial legítima para convertirse en una disputa burocrática entre “dos gobiernos”. La historia se borra, el apartheid se invisibiliza y las voces de los mártires son silenciadas.

Ricardo Mohrez Muvdi – La avalancha de reconocimientos no es gratuita, ni desinteresada, ni revolucionaria. Forma parte de un reajuste político global ante la erosión moral de Occidente y el ascenso de la resistencia palestina. Puede ser diplomáticamente útil, sí, pero no debemos engañarnos: la verdadera liberación no vendrá de los ministerios de Relaciones Exteriores, sino de la determinación del pueblo palestino, en Gaza, en Cisjordania, en el exilio y en la diáspora.

Ricardo Mohrez Muvdi – Mientras el régimen de ocupación sionista no sea desmantelado, ningún reconocimiento será completo. Y mientras la sangre siga corriendo en Gaza, ningún gesto simbólico será suficiente.

Edición de texto: Alexandre Rocha

Amyra El Khalili es profesora, economista palestino-brasileña y editora de las redes Movimiento Mujeres por la Paz en Palestina y Alianza RECOs – Alianza de Redes de Cooperación Comunitaria desde el Sur Global.

Publicado PRAVDA-RU
https://port.pravda.ru/mundo/59052-estado_palestina/