IZ CA – Izquierda Castellana 03/12/25

Ayer miércoles 3 de diciembre se celebró el acto de Encuentro de Solidaridad con Venezuela en el salón de actos de la Fundación Sindical Ateneo 1º de Mayo de CCOO, al que asistieron en torno a las 150 personas.
Tras los saludos de bienvenida por parte de la Plataforma Bolivariana de Solidaridad con Venezuela de Madrid y Comisiones Obreras, tomaron la palabra la Embajadora de la República Bolivariana de Venezuela

Gladys Gutiérrez, Marcela Ramírez (Mujeres Latinas en Europa), René Otaduy (Izquierda Castellana) y Vanesa Pérez Gordillo (Voces en Lucha)
El acto finalizó con la lectura de un poema por parte de María Victoria Caro, y con las actuaciones musicales de Barbara Díaz, Miryan Quiñones y Juanjo Anaya.

Trasladamos la intervención de Izquierda Castellana en dicho acto:

Si bien es cierto que esta línea de acción injerencista, golpista y guerrerista por parte de los EEUU no es ninguna novedad, al analizar cualquier escenario con un conflicto militar abierto, o con potencialidad de convertirse en uno de ellos, no podemos hacerlo al margen del contexto político-militar general, porque los casos particulares no van a poder evolucionar de forma antagónica a cómo evolucione la situación global.
La segunda llegada de Trump al poder está plenamente asociada al desarrollo de una nueva etapa imperialista que tiene como base doctrinal un proyecto neonazi, enmarcado en lo que es el avance hacia la guerra global. Los objetivos estratégicos del imperialismo bajo la presidencia de Trump son principalmente dos: conquistar Latinoamérica y derrotar a China. Para alcanzar el segundo objetivo, necesitan dotarse antes de amplios recursos mediante el control del continente americano. De ahí que la administración Trump no quiera sostener las guerras heredadas, ya que considera que no siempre han sido bien evaluadas, ni en sus orígenes ni en su desarrollo. Y es por ello que quieren adaptar todo aquel escenario militar que no se adecúa con esos dos objetivos señalados, y además con ciertas prisas. De ahí el apremio por neutralizar la guerra de la OTAN frente a Rusia en Ucrania y también en Oriente Medio, con todas las dificultades que eso conlleva. Quieren concentrar todos sus esfuerzos en Latinoamérica, empezando por Venezuela.
Para la administración Trump, la política de guerra de Hitler y del nazismo alemán, política de guerra que fue apoyada por buena parte de Europa, es una inspiración muy importante; seguramente la han estudiado a fondo y están intentado aprender de sus aciertos y errores. La dirección del III Reich tenía claro que su objetivo principal era la URSS y el espacio eslavo, pero no podían abordarlo directamente sin controlar antes la Europa continental y sus recursos, y así lo hicieron. La URSS aprovechó a fondo ese tiempo para poner en pie a las fuerzas político-militares que finalmente derrotarían a los ejércitos nazi-fascistas alemanes y europeos en general, incluyendo a la División Azul española. Actualmente, en ese proceso de avance por parte del imperialismo de construcción del IV Reich y de globalización de la guerra, Latinoamérica juega un papel similar al que jugó la Europa continental para el III.
Empiezan por Venezuela, y no por casualidad: Venezuela tiene una riqueza impresionante en recursos naturales, particularmente en petróleo y gas, además de oro y otros minerales. Recursos que los EEUU necesitan, aunque obviamente sus planes no se limitan a Venezuela, y ya se han iniciado maniobras de desestabilización en México, mientras en otros países están intentando influir para que los gobiernos resultantes de los procesos electorales en marcha sean favorables a los intereses gringos. Ahí tenemos el ejemplo de Honduras.
El panorama ante el que nos encontramos es sumamente complejo, y podríamos afirmar que se está decidiendo el futuro de la humanidad para las próximas generaciones.
La solidaridad que vamos a desplegar con el pueblo venezolano la vamos a desarrollar en Madrid, y queremos recordar 3 elementos.
En primer lugar, hemos de ser conscientes de que el Estado español ha sido históricamente un espacio geográfico y político de gran preocupación para el capitalismo/imperialismo europeo, y lo sigue siendo. Y es nuestra responsabilidad abrir un frente lo más amplio posible en solidaridad con el pueblo venezolano, justo en lo que el imperialismo considera como su retaguardia. Como planteaba el Che, creemos 2, 3, muchos Vietnam.
En segundo lugar, queremos recordar que la primera gran victoria que las fuerzas populares alcanzaron contra el nazi-fascismo se dio precisamente aquí, en Madrid, con la derrota del intento de Golpe de Estado del 18 de julio de 1936, neutralizado con contundencia en la calle por las milicias populares, en colaboración con algunas unidades leales a la República de la Guardia Civil y del propio Ejército. Nos estamos refiriendo al asalto al Cuartel de la Montaña, un episodio heroico por parte del pueblo trabajador madrileño, que enlaza con otros anteriores de similar significación, así como con la resistencia antifascista posterior, durante casi 3 años, de quienes decidieron hacer de nuestra ciudad “la tumba del fascismo”, contando para ello con el apoyo soviético y de las y los miles de voluntarios/as de las Brigadas internacionales, forjando la consigna del No pasarán.
Queremos recodar por último la importancia de otra gran victoria política, esta muy reciente, y frente al nazi-sionismo, la de la Vuelta ciclista. A través de este evento deportivo se pretendía encubrir y legitimar el genocido al pueblo palestino. Todos los pueblos del Estado español aportaron su granito de arena, pero fue en Madrid donde la movilización popular anti-sionista fue definitiva. Fue aquí donde miles de personas, gentes del común, estuvieron dispuestas a poner el cuerpo y a resistir, hasta las últimas consecuencias, para que el pelotón con integrantes del equipo Israel-Tech Premier no entrase al centro de la ciudad. Y lo conseguimos. El Pueblo de Madrid demostró una vez más su espíritu internacionalista, anti-imperialista y antifascista.
Recordamos estas cuestiones, porque la solidaridad con el pueblo venezolano debería de ser similar a la que se ha mantenido respecto al pueblo palestino, y porque en esta coyuntura concreta de la historia, antifascismo y anti-imperialismo deben caminar de la mano.
Tendremos que aportar todo lo que sea necesario para construir una línea de trabajo seria y consistente en defensa de la soberanía de Venezuela, en defensa de la paz, reforzando a su vez el polo anti-imperialista que se abre paso a nivel mundial en favor del progreso de la humanidad y de la civilización.
No será sencillo, pero es nuestra responsabilidad el conseguirlo. Y lo conseguiremos.
Venezuela será la tumba del fascismo. ¡No pasarán!