Durante la sesión inaugural de la Reunión Extraordinaria del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Organización de Cooperación Económica D-8 en Estambul, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, afirmó que los culpables de las masacres en la Franja de Gaza rendirán cuentas por las consecuencias de sus hechos.

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Organizada por Türkiye en el Palacio de Dolmabahce, la cita tuvo como objetivo analizar la situación en Gaza. En condición de países miembros del D-8, Bangladesh, Egipto, Indonesia, Irán, Malasia, Nigeria, Pakistán y la nación turca expresaron su apoyo a la causa palestina.

A propósito, los representantes de la organización que reúne a países de tres continentes firmaron una declaración conjunta al cierre del encuentro. El documento condena “en los términos más enérgicos la brutal e inhumana agresión israelí contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, así como en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental”.

El jefe de la diplomacia turca insistió en el colapso del sistema internacional por dos razones fundamentales: la “hipocresía” y la “ceguera” de algunos países.

“Más que nunca, Gaza necesita esperanza y apoyo, pero, sobre todo, necesita acción. Esta guerra ya no es una guerra entre Israel y Palestina, sino un desafío a la democracia global”, explicó.

Ante la incapacidad de la comunidad internacional para ofrecer una solución al conflicto, Türkiye cree en resolver los problemas regionales con soluciones regionales. De ahí que el mundo musulmán asuma la iniciativa para propiciar el fin de los enfrentamientos entre Israel y Palestina.

De acuerdo con las palabras del canciller, Türkiye está comprometido con una solución de dos Estados. “En algún momento, Palestina será miembro de pleno derecho de la ONU”, dijo.

Asimismo, señaló que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe prestar atención al llamado para que “no se mantenga como rehén de un solo país”.