Fuente: https://rebelion.org/en-israel-el-adoctrinamiento-comienza-en-el-jardin-de-infantes/
Traducido del ingles para Rebelión por J. M.
La bandera nacional y los retratos de los líderes del país se han convertido en parte de la decoración en las escuelas preescolares israelíes. ¿Qué mensajes está tratando de inculcar el sistema en nuestros hijos?
Un «rincón nacional» en un jardín de infantes de Ashdod. Ilan Assayag
Un breve furor público estalló en noviembre pasado cuando Osnat Hagai, maestra asistente en un jardín de infantes en Pardes Hannah-Karkur, documentó en Facebook el retiro del retrato del primer ministro Benjamin Netanyahu de la pared de su salón de clases. El ministro de Educación, Rafi Peretz, tuiteó que la mujer sería localizada y convocada para una «aclaración». (Solo después comprendió que estaba empleada por el gobierno local en lugar de por su ministerio). El acto de protesta de Hagai -declaró en el Clip que no era apropiado para un primer ministro que ha sido acusado de cargos criminales ser presentado ante los niños pequeños como un modelo a seguir- recibió mucha atención positiva tanto en las redes sociales como en la prensa.
La pregunta de por qué se retiró el retrato del primer ministro es menos interesante que la pregunta de por qué estaba colgado en una pared de preescolar en primer lugar. ¿Cuál fue su propósito allí? ¿Qué beneficio, si alguno, fue para los niños tenerlo allí y si es eso algo deseable?
Los retratos del primer ministro de Israel, el presidente y a veces incluso del líder sionista Theodor Herzl, también están colgados en las paredes de los jardines de infancia como parte de lo que el Ministerio de Educación llama un «rincón nacional»: el pequeño espacio donde se encuentran concentrados varios símbolos de la nación. En algunos casos la esquina se ve reforzada por un mapa del país (que a menudo incluye toda la Tierra de Israel) y las palabras de Hatikvah, el himno nacional.
En el pasado, dice Tamar Verete-Zehavi, consejera pedagógica en educación de la primera infancia y profesora en el Colegio de Educación David Yellin en Jerusalén, se erigieron rincones de este tipo en preescolares antes del Día de la Independencia y luego se eliminaban. La idea general era que se crearan con la participación de los niños y que fueran dinámicos y cambiantes, dependiendo de lo que los niños estuvieran aprendiendo y de acuerdo con su desarrollo.
Pregunté al ministerio si los preescolares están obligados a establecer ese rincón y cuál es su propósito oficial. La respuesta fue vaga y de naturaleza general: «De acuerdo con las pautas establecidas por el director general en 2001, las escuelas están obligadas a enarbolar la bandera (por ley) y también a colgar un retrato del presidente en la pared».
Hace tres años Haaretz informó de que los inspectores del Ministerio de Educación requerían que los maestros de las escuelas preescolares públicas de Jerusalén en el sector judío se aseguraran de que se estableciera un rincón nacional permanente en cada instalación y recomendaron que se convirtiera en un foco de actividades educativas. Los inspectores comenzaron a elaborar una lista de establecimientos preescolares en la ciudad que no tenían retrato del presidente o la bandera. La iniciativa se desvaneció después del informe Haaretz, pero como sugiere el caso de la asistente de Pardes Hanna, el rincón nacional es una institución permanente.
Zehava Cohen, directora de una firma que ofrece asesoría y orientación a preescolares, visita cientos de instituciones de este tipo en todo el país cada año e informa de que un rincón nacional es un componente regular en todas ellas. «La esquina está allí, la esquina está activa, los maestros explican a los niños sobre nuestra bandera y sobre el presidente y el primer ministro», dice Cohen. Aunque el Ministerio de Educación parece requerir que cada aula de preescolar tenga un rincón, agrega, sus inspectores están divididos sobre su contenido y formato.
Para, Rachel Fink, maestra de preescolar experta en educación de la primera infancia y bloguera en Haaretz (edición hebrea), esas áreas no son apropiadas para niños de esta edad.
«No creo que colgar los símbolos nacionales pueda causar daños, pero tampoco es útil», dice ella. «Su filosofía educativa, añade, ve el entorno físico como un maestro adicional. En consecuencia, si algo en el espacio preescolar no es beneficioso para el aprendizaje, no debería estar allí. Es mejor enseñar a los niños de manera experimental y acorde con su edad sobre sus derechos y obligaciones como ciudadanos, que hacer que memoricen hechos como quién es el primer ministro», agrega Fink.
«Una gran mezcolanza»
Kathy Hirsh-Pasek, profesora de psicología y directora del laboratorio de lenguaje infantil en la Universidad de Temple en Filadelfia se sorprende cuando le cuento sobre los rincones nacionales en las escuelas preescolares israelíes.
«Refleja un complejo imperialista», dice, «no entiendo por qué es necesario. Ocupa un espacio en el aula que podría usarse para otros temas. Después de todo los niños saben que son israelíes y estoy segura de que están orgullosos de ello. Parece que estos rincones están tratando de imponerles algo. Es una invasión de su espacio».