Jamil Chade, columnista de la UOL, en Ginebra
En un decreto publicado este miércoles, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva designó al embajador de Brasil, Frederico Meyer, como representante del país en la Conferencia de Desarme de la ONU. Con esta decisión, el diplomático queda definitivamente apartado de Israel, cargo que ocupó hasta febrero.
El decreto no indica un sustituto de Meyer en Tel Aviv.
La ley no significa una ruptura total de las relaciones diplomáticas con Israel. Pero se trata del gesto más fuerte jamás realizado por Brasil hacia el país de Oriente Medio.
La retirada se produce en vísperas de que la Corte Penal Internacional decida si acepta o no la petición de su fiscalía de emitir una orden de arresto contra el primer ministro Benjamín Netanyahu por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El jefe de gobierno de Israel aún enfrenta críticas de organismos internacionales e incluso líderes como Emmanuel Macron han denunciado la muerte de palestinos.
La embajada, a partir de ahora, estará dirigida únicamente por el encargado de negocios, reduciendo la importancia de la representación. Diplomáticamente, es una señal para los israelíes del nivel de prioridad y relevancia que el gobierno de Lula quiere mantener con el gobierno de Benjamín Netanyahu.
Como reveló UOL la semana pasada, Meyer regresó a Israel, después de tres meses de la peor crisis diplomática entre los dos países. En febrero, debido a los comentarios de Lula sobre la Segunda Guerra Mundial y la situación en Gaza, Israel declaró al presidente «persona non grata». También llamó a Meyer y le exigió que se disculpara, lo que nunca sucedió.
La reprimenda de Israel tuvo lugar en el Museo del Holocausto, en hebreo y delante del embajador. El acto fue considerado por Itamaraty como una «humillación». Días después, para demostrar su descontento, Lula convocó al diplomático a Brasilia, oficialmente para consultas.
La semana pasada, sin embargo, regresó a Israel y, en los últimos días, incluso firmó telegramas oficiales a los demás embajadores brasileños, indicando que se encontraba en Tel Aviv. Pero en ningún momento informó al gobierno israelí que había vuelto a ocupar el cargo. Por lo tanto, no continuó.
Ahora, en el Boletín Oficial, Lula nomina a Frederico Meyer para el «cargo de representante de Brasil en la Conferencia de Desarme en Suiza, destituyéndolo de la Embajada de Brasil en Tel Aviv para la Misión Permanente de Brasil ante la ONU».
Aunque tiene un papel estratégico, la Conferencia de Desarme ha experimentado una parálisis total durante los últimos 20 años, incluso siendo advertida por António Guterres, Secretario General de la ONU, sobre el riesgo de que un organismo viva una situación así.
El cargo, hasta ahora, lo ocupaba el embajador Flávio Damico.
UOL, 29/05/2024