La Dirección de Defensa Civil de la Franja de Gaza publicó el 6 de octubre estadísticas que resumen los efectos del primer año de genocidio de los palestinos en Gaza por parte de Israel.

En el año transcurrido desde la Operación Inundación de Al-Aqsa de Hamás, los ataques israelíes han tenido como objetivo todos los aspectos de la vida en Gaza, incluidas la vivienda, la atención médica, la educación, los lugares de culto religioso, la electricidad y la infraestructura hídrica, en un esfuerzo por hacer que Gaza sea inhabitable.

La Dirección de Defensa Civil informa que el año pasado las fuerzas israelíes llevaron a cabo 3.654 masacres, matando a 41.870 personas y dejando a otras 10.000 desaparecidas.

Los ataques aéreos israelíes han acabado con 902 familias enteras, mientras que 36 personas han muerto de hambre debido al asedio israelí.

Entre los muertos, 986 eran personal médico, o aproximadamente una de cada 40 personas asesinadas.

Las bombas y los soldados israelíes han matado a 175 periodistas y 85 oficiales de defensa civil que trabajaban para salvar a la gente de debajo de los escombros después de los ataques aéreos israelíes.

Las tropas israelíes robaron 2.300 cadáveres de 19 de los 60 cementerios de Gaza.

En total, 149.036 palestinos han sido asesinados, heridos o desaparecidos, de los cuales el 69 por ciento son niños y mujeres.

Las fuerzas israelíes han bombardeado 187 refugios para desplazados, incluidos 27 en los últimos dos días.

Las tropas israelíes han destruido 462 escuelas y universidades. Los ataques israelíes en toda la Franja han matado a 12.700 estudiantes, 750 profesores y 130 científicos y académicos.

Treinta y cuatro hospitales y 162 centros de salud han sido destruidos o dañados hasta el punto de estar fuera de servicio, mientras que 131 ambulancias han sido atacadas.

De las 1.245 mezquitas que hay en Gaza, 815 han sido destruidas, además de tres iglesias.

Se destruyeron unas 200.000 viviendas, utilizándose 85.000 toneladas de explosivos, una cantidad equivalente a seis de las bombas atómicas utilizadas en Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial.

Las fuerzas israelíes han destruido 3.130 kilómetros de redes eléctricas, 330.000 metros de redes de agua, 655.000 metros de redes de alcantarillado y 2.835.000 metros de redes de carreteras y calles.

En total, el 86 por ciento de la Franja de Gaza ha sido destruida, determinó la Dirección de Defensa Civil.

El 7 de octubre del año pasado, el movimiento de resistencia islámica Hamás lanzó la Operación Inundación de Al-Aqsa. Combatientes del brazo armado de Hamás, las Brigadas Qassam, salieron de Gaza para atacar las bases militares y los asentamientos israelíes que sitiaban el enclave.

El objetivo de Hamás era capturar soldados a cambio de palestinos detenidos en cárceles israelíes y volver a poner la cuestión de la ocupación israelí de Palestina en la agenda internacional.

Israel respondió al ataque enviando helicópteros de ataque, drones y tanques, matando tanto a combatientes de Hamas como a israelíes que el grupo tomó prisioneros y los llevó de regreso a Gaza según la Directiva Aníbal .

El 7 de octubre murieron aproximadamente 1.139 israelíes . Algunos fueron asesinados por Hamás, mientras que muchos fueron quemados vivos por misiles y municiones de gran calibre disparadas desde tanques, helicópteros y drones israelíes, incluso en el festival de música Nova , en la frontera entre Gaza e Israel y en asentamientos israelíes ( kibutz ).

Israel afirmó que todas las víctimas del 7 de octubre fueron asesinadas por Hamás mientras inventaba historias sobre combatientes de Hamás que cometían atrocidades, como decapitar bebés y llevar a cabo violaciones masivas.

Israel utilizó entonces estas atrocidades inventadas como pretexto para cometer genocidio, lo que incluye endurecer aún más el asedio a Gaza, desatar una horrenda campaña de bombardeos con un flujo casi ilimitado de bombas estadounidenses y lanzar una invasión terrestre del enclave.