Fuente: https://literafricas.com/2021/08/10/elyzad-la-ventana-editorial-de-tunez-al-mundo/
Este 2021 el Premio Goncourt a la primera novela se ha otorgado a Que sur toi se lamente Esta obra, que tiene como trasfondo la situación en Irak hoy en día, fue publicada en septiembre de 2020 por Elyzad, una editorial tunecina.
Fundada en 2005 por Elisabeth Daldoul, el Goncourt viene a reconocer el trabajo imprescindible que está llevando a cabo esta casa en la difusión de la buena literatura que se escribe, sobre todo, en Túnez y en el norte africano, aunque no solo. De madre francesa y padre palestino, Daldoul ha vivido en diversos lugares, principalmente en Dakar, y ha sido profesora y periodista en RFI-Radio France International. Con posterioridad, con su esposo, Faouzi, se instaló en Túnez y allí fue donde notó la falta de luz sobre la literatura francófona del Magreb.
Se convirtió en editora por casualidad. “Supongo que surgió por la necesidad de compartir, de cerrar la brecha entre culturas, entre los diferentes modos de pensar y también porque quería erradicar los prejuicios”, comenta en entrevista con una de sus autoras Cécile Oumhani.Partía de cero, pero tenía en la mente la idea de crear una editorial, ya que le manaba con intensidad la intención de leer el mundo en su pluralidad, en un periodo que califica de asfixiante y de vacío moral bajo el mandato de Ben Ali.
Durante aquella época se encargaba de uno de los puntos de venta de la librería Clairefontaine que había puesto en marcha su marido y un día el escritor Ali Becheur entró en ella. Él buscaba alguien que publicara su libro, Tunis blues, y ella vio la oportunidad de hacerlo.
Fue el primer título de una editorial (los tres primeros bajo la firma Clairefontaine) que mostró el acierto que después ha mantenido a lo largo de los años dando a conocer a Becheur, quien en la actualidad tiene más de 8 libros publicados, entre ellos Le Paradis des Femmes, que le valió el título de finalista del Prix des Cinq Continents de la francofonía (2006).
En un país donde la lengua oficial es el árabe, Elyzad, sin dejar de tener siempre presente este idioma – algunos de sus títulos están escritos en esta lengua -, abrió una nueva puerta la de la literatura escrita en lengua francesa.
Así, su catálogo aparece repleto de nombres tunecinos que se expresan en este idioma: Tahar Bekri, Héle Béji, Azza Filali o el joven Yamen Manai y su L’Amas ardent (2017), con el que ganó el Prix Comar d’Or y el Prix des Cinq Continents. Y de Marruecos, Argelia (Leïla Sebbar) o Egipto (Yasmine Khlat).
La literatura como puente en su máxima expresión la lleva a no querer publicar solamente escritores tunecinos o del norte africano. Una apuesta que ha sido arriesgada. Con la primera, la francesa Anne Christine Tinel, la acogida fue tibia, subyacía la dificultad de acercar al público a los autores desconocidos. Aun así, no ha cesado en el empeño y la lista se extiende más allá del Sahara, con el togolés Theo Ananissoh o el mauritano Beyrouk.
Precisamente este último se ha introducido en el mercado de habla hispana con una de sus obras Estoy solo, publicada en Elyzad por primera vez, y que aparece este mismo año en la estrenada Colección Libros del Baobab (Editorial Libros de las Malas Compañías, 2021).
Uno de los retos de la editorial es precisamente ese, poder salir del circuito editorial tunecino hacia el exterior. De esta manera, han logrado distribuir en Europa con el coste económico que eso supone para una editorial del llamado Sur, pero también tímidamente en África, aunque poco a poco con más demanda. El pasado año abrieron oficina en París, un paso necesario para acercarse más a sus escritores, muchos de los cuales viven en Francia o en Europa, a los libreros y a los nuevos distribuidores, para facilitar aún más la circulación de los libros.
En diciembre de 2011, se les concedió el premio Alioune Diop y 10 años después han conseguido el Goncourt a la primera obra. Una merecida recompensa para una editorial detrás de la cual está una mujer, independiente, pequeña, pero exigente, que sigue creciendo de año en año, con una estupenda producción desde Túnez, y mostrando cómo la buena literatura acaba siempre encontrando su camino hacia los lectores del mundo entero.