Marcos Pinheiro – PolíticaEspaña celebra otro 8M multitudinario que clama por la «imparable igualdad» y contra el machismo y los que pretenden dar pasos atrás en políticas feministas.
Cientos de miles de personas se manifiestan en la capital . Docenas de marchas llenan el país de una marea violeta que culmina la huelga feminista del 8M.
«Las diferencias en los rasgos psicológicos y habilidades no cognitivas de hombres y mujeres (diferencias en la propensión a asumir riesgos y a negociar)», entre los factores que «pueden acabar afectando a los salarios de unos y otros».
«Creo que hay que salir a luchar con todo, sobre todo ahora que se nos echa encima el auge de la extrema derecha, que se está construyendo sobre un discurso machista, xenófobo y asqueroso», dice Ana Santamarina, un joven que vive en Glasgow.
La formación de Puigdemont se pronunciará sobre si su presidente debe liderar la candidatura de JxCat pese a que la Crida oficialmente no va a las generales.
El organismo ya acumula dos condenas por no aplicar el convenio colectivo que llegó a acordar con los trabajadores de la extinta Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones.
Los especialistas alertan de que los trastornos alimentarios empiezan a darse de forma habitual entre preadolescentes por factores como la sexualización de la infancia o el acceso temprano a internet.
Un grupo cuestiona la pena de muerte con argumentos y principios de la derecha más tradicional: menos gobierno, menos impuestos y respeto por la naturaleza sagrada de la vida humana.
Algunos episodios de esta semana, de Pablo Casado a Soraya Rodríguez, demuestran cómo pretenden convertir en ideología cualquier asunto para justificar sus decisiones políticas .
¿El 8M ha beneficiado a los partidos de izquierda? Puede que sí, pero sólo el 28 de abril se sabrá en qué medida. Porque bastantes de las mujeres que han salido a la calle no creen que la izquierda esté dando pasos decisivos para atender a sus reivindicaciones .
En 40 años de democracia ninguna mujer ha sido lehendakari, ni diputada general de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, ni alcaldesa de Vitoria, Bilbao y San Sebastián. Es la penecracia vasca.
En el 8M, la calle va muy por delante de los sindicatos o de los partidos, muy alejados de los movimientos de fondo que vienen de los institutos y las Universidades.
La semana negra para las defensas la han rematado también los testigos de trinchera que han comparecido en el juicio, que han cumplido con fidelidad el papel que la Fiscalía esperaba de ellos.