Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/El-Virus-Amor-20-20200520-0025.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_cont José (Papo) Coss 20 mayo 2020
¿Volveremos en el futuro como si nada hubiera ocurrido, a la misma normalidad de la salvaje destrucción de la naturaleza y consumo capitalista desenfrenado, que provoca el cambio climático, incluyendo las pandemias y los desastres naturales? ¿Olvidaremos los escenarios hermosos de los bosques florecidos, las playas limpias y los animales en libertad, disfrutando de esta pausa forzosa, que provocamos nosotros mismos?
Vivimos en dos dimensiones: la material que se ve y la espiritual, que no se ve, pero se siente. Por eso, en tiempos de cuarentena global en pleno siglo 21 -como solo se pensó en películas de ciencia ficción- esa convicción espiritual se despierta por primera vez en algunos y se desarrolla más en otros. Entonces vamos a nuestro interior y nos cuestionamos asuntos esenciales, motivados por ese virus asesino que nos obligó al confinamiento y al aislamiento físico:
¿Volveremos en el futuro como si nada hubiera ocurrido, a la misma normalidad de la salvaje destrucción de la naturaleza y consumo capitalista desenfrenado, que provoca el cambio climático, incluyendo las pandemias y los desastres naturales? ¿Olvidaremos los escenarios hermosos de los bosques florecidos, las playas limpias y los animales en libertad, disfrutando de esta pausa forzosa, que provocamos nosotros mismos?
¿Aprenderemos la lección que nos ofrece este momento histórico sin precedentes, pronosticado hace más de una década por su nombre, pero que los países mas desarrollados subestimaron? ¿Permitiremos que la avaricia del 1% de la humanidad que vive en la extravagancia material, continúe explotando al otro 99%, invirtiendo más en armas modernas para la guerra, que en la salud y educación de los pueblos?
¿Seguirá el poder económico controlando los gobiernos a través de los medios masivos de comunicación y la manipulación de los sentimientos, para privatizar todos los servicios públicos y hacerse cada vez más ricos, a costa de la pobreza humana? ¿O se organizarán los pueblos explotados por esa minoría poderosa e insensible al dolor ajeno, para transformar la sociedad actual de desigualdad social, en una más justa, con soberanía alimentaria, sistemas de salud universal, educación pública y vivienda al alcance de todos?
¿O perderemos el miedo a las etiquetas negativas del comunismo y el socialismo, para lograr los cambios que promuevan la justicia social, no importa las mentiras repetidas para dividirnos y así imponer la eliminación de los derechos humanos?
Y si como parte de esta reflexión sincera sobre el presente y futuro de la humanidad, aterrizamos en Puerto Rico y le damos respuesta desde nuestro corazón a estas sencillas preguntas:
¿Seguiremos tolerando una cultura de la corrupción PNP-PPD y los desmanes de la dictadura de la junta imperial de banqueros que solo les importan los intereses de los bonistas de Wall Street, afectando nuestra salud, educación y servicios esenciales? ¿No será el momento adecuado para cancelar esta deuda odiosa, como ya proponen sectores del congreso de USA, que han cobrado conciencia del terrible daño hecho a nuestra sociedad por las garras del colonialismo, proscrito por la ONU?
¿Permitiremos que las cancioncitas pegajosas, las promesas huecas y los anuncios electorales engañosos, nos lleven de nuevo como corderos a tumbar un partido corrupto, para volver a respaldar al otro partido ladron, pero menos burdo? ¿Seguirá la partidocracia PNP-PPD mintiéndonos en nuestra propia cara, con una seriedad artificial y una sonrisa fabricada bien ensayada, para burlarse de nosotros al apagarse las cámaras de televisión o en otros chats secretos? ¿Acaso no han hecho lo mismo, ambos lideratos politiqueros durante décadas?
¿Porque abrir los comercios en medio del pico de la pandemia en Puerto Rico? ¿Para privilegiar de nuevo a los grandes intereses económicos, por encima de la salud del pueblo?
No, no volvamos a esa normalidad que nos adormece con cuentos de hadas.Vamos a un cambio de modelo de vida solidario, que nos permita tomar las riendas de nuestro país, uniéndonos más allá del egoísmo. Luchemos por un Puerto Rico que enfrente con verdadero compromiso social y honestidad, nuestros graves problemas, lejos de las tribus politiqueras.
Que sea la esperanza, el amor al prójimo y a la naturaleza, lo que triunfe sobre los intereses del gran capital y la avaricia. ¿No será ese el llamado que nos hace el virus asesino, a los depredadores de la Madre Tierra, antes de que sea muy tarde?
¡Propongo regar por todo el planeta Tierra el Virus Amor-20!
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