El verdadero costo de las energías renovables

Haitham Al Ghais                                                                                                Secretario General de la OPEP                                                                                25 de septiembre de 2025 Hora: 11:08

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“La electricidad debe ser fiable y asequible para todos”, subraya Haitham Al Ghais, Secretario General de la OPEP. Foto: EFE


Las energías renovables se han transformado en una fuente significativa de generación eléctrica, y resulta claro que continuarán desempeñando un creciente rol en el futuro. Mientras se habla de la reducción de los costos de las energías renovables, es importante mirar de forma comprehensiva las potenciales implicaciones y los costos reales de esta expansión, por ejemplo, en términos de su contribución a la fiabilidad de la red eléctrica y desde la perspectiva de la asequibilidad general y la garantía de equilibrio energético.

Ante las cargas adicionales cada vez más evidentes en las redes eléctricas, profundizadas por el creciente uso de la Inteligencia Artificial (IA) y los enormes conjuntos de datos que esta requiere, la fiabilidad de la red se ha convertido en un tema central en la mayoría de los países.

De hecho, la creciente presencia de las fuentes de energía renovable en la matriz energética está exponiendo las limitaciones técnicas en la flexibilidad y estabilidad de la red. En particular, el envejecimiento de la infraestructura de la red y la apremiante necesidad de construir mayor capacidad de red para dar cabida a tecnologías renovables descentralizadas resultan cada vez más evidentes.

Según datos del Reporte Mundial del Petróleo 2025 (WOO, por sus siglas en inglés) de la OPEP, se estima que la generación mundial de electricidad aumentará de 31.345 teravatios hora (TWh) en 2024 a 57.556 TWh en 2050, lo cual representa un incremento de aproximadamente el 85%. De igual forma se espera que el mayor incremento en la generación de energía provenga, con gran diferencia, de la energía eólica y solar, que pasarán de aproximadamente 4.931 TWh en 2024 a 26.013 TWh en 2050, con un aumento cercano al 527%.

Adicionalmente, la OPEP estima que la cuota de las fuentes alternativas a los hidrocarburos en la matriz eléctrica global está proyectada a crecer desde 42% a 67% de 2024 a 2050. Muchos países miembros de la OPEP se encuentran invirtiendo importantes recursos en energías renovables, con algunos de ellos siendo considerados como líderes de dicho mercado en este espacio.

Si bien se han logrado grandes avances en la reducción de los costos de la energía solar y eólica, es crucial examinar los costos totales. La herramienta de medición tradicional, el Costo Nivelado de la Energía (LCOE, por sus siglas en inglés), se utiliza para comparar la rentabilidad de diferentes tecnologías energéticas y así permitir decisiones de inversión informadas. Representa el precio mínimo al cual debe venderse la electricidad para cubrir los costos correspondientes.

Sin embargo, los costos de las energías renovables no se reflejan completamente en las cifras tradicionales de la referida métrica. Estas excluyen la complejidad de integrar plenamente fuentes intermitentes y descentralizadas como la eólica y la solar. En tal sentido, al incluir los costos totales del sistema (LCOE total), el precio de las energías renovables aumenta considerablemente.

Estos costos adicionales incluyen la infraestructura necesaria (las fuentes renovables poseen limitaciones de carácter geográfico, lo que aumenta su dependencia de extensas líneas de transmisión eléctrica), así como la necesidad de afrontar los desafíos que afectan la estabilidad del sistema, tales como la restricción (liberación del exceso de suministro que no se puede almacenar) y la intermitencia. Cuando sopla el viento y brilla el sol, los costos son menores; mientras que, durante el resto del tiempo, se requieren costosos sistemas energéticos de respaldo. También es importante reconocer que las energías renovables se encuentran fuertemente subsidiadas en muchas partes del mundo.

Basado en data existente, el LCOE promedio global en 2024 para la energía solar se estima en 39$/MWh, y para la energía eólica, en 48$/MWh para la energía generada costa adentro y 89$/MWh para la energía generada costa afuera. Sin embargo, una vez que se incluyen los “costos adicionales”, los cálculos de la OPEP prevén que el costo real aumente a 77$/MWh para la energía solar, 72$/MWh para la eólica terrestre y127$/MWh para la generada costa afuera, lo que supone una carga financiera considerable.

Otra consideración financiera sobre los sistemas de energía eólica y solar se basa en el costo y la disponibilidad de minerales esenciales, por cuanto estas tecnologías requieren un uso intensivo de minerales. Con el rápido aumento de la demanda de minerales críticos y la lenta respuesta de la oferta, influenciada por los costos y riesgos de inversión (como la concentración de algunos minerales en solo unos pocos países), se podría generar un desequilibrio creciente entre la oferta y la demanda, lo que afectaría significativamente los precios.

Si bien el precio de un módulo solar ha disminuido significativamente en la última década debido a avances tecnológicos y las economías de escala, estas caídas han comenzado a desacelerarse debido al aumento del costo de los minerales. La energía eólica enfrenta vulnerabilidades de costos aún más pronunciadas, con la energía eólica costa afuera siendo particularmente susceptible a fluctuaciones de precios y presiones en la cadena de suministro.

Se prevé que esta necesidad de mayor energía aumente de forma drástica en el futuro, no solo para dar cabida a la carga adicional que suponen la inteligencia artificial y los centros de datos, sino también para satisfacer las necesidades diarias en aspectos como la preparación de alimentos, el aire acondicionado, el transporte y las comunicaciones, además del funcionamiento de hospitales, escuelas y empresas.

La electricidad debe ser fiable y asequible para todos. Todo esto subraya una vez más la necesidad de un enfoque que abarque a todos los pueblos, todas las energías y todas las tecnologías para las futuras vías energéticas.

La búsqueda de una reducción de emisiones se hace crucial, y la OPEP la apoya plenamente, tanto en palabras como en hechos. Sin embargo, los debates existentes también deben darse de manera equilibrada y realista sobre la necesidad de que todas las fuentes de energía contribuyan a satisfacer la creciente demanda de electricidad. Es crucial ser pragmáticos respecto a los sistemas energéticos, y en particular respecto a la carga base de la electricidad.

Las energías renovables continuarán siendo un componente clave para la generación de electricidad, pero también se hace necesario reconocer que el petróleo y el gas proporcionan una fuente de energía estable, asequible y confiable para respaldar el suministro de energía de base necesaria para satisfacer las necesidades de electricidad de la humanidad.

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