Fuente: https://www.revistafactum.com/editorial-crook/        Factum                                                                                        el 19 noviembre 2023

En el futuro, cuando se piense en el gobierno de Nayib Bukele, será imposible no hacer la conexión con Élmer Canales Rivera. O mejor dicho: con Crook. Uno de los legados de la presidencia Bukele será su relación incontestable con un jefe de la Mara Salvatrucha. 

Con un criminal.

La bola de nieve después de la captura en México de Crook, un criminal que el gobierno salvadoreño dejó en libertad pese a estar condenado por homicidio, se ha hecho cada vez más grande. Y sus ramificaciones aún no terminarán, pese a los deseos del gobierno salvadoreño.

¿Qué sabemos hasta ahora?

Primero, algo que no resultó sorprendente, dada su naturaleza publicitaria: el gobierno quiso apropiarse y tergiversar la recaptura de Crook. En su cuenta de X, el presidente Bukele puso un mensaje que, aunque ridículo, pretendía hacer pensar que su gobierno estaba a favor de esa captura, que lo celebraba.

Pero ese mensaje abrió la puerta a muchas preguntas y a una certeza. La certeza: al validarlo a través de su órgano de propaganda, el presidente aceptó tácitamente que Crook, un criminal al que su gobierno debía custodiar, estaba en libertad. Y eso es una novedad porque desde que El Salvador se enteró de que la administración Bukele protegía a criminales, ni el presidente ni sus funcionarios habían tenido el valor de decir algo.

Esa confesión deja muchas preguntas:
¿Cuándo veremos al presidente Bukele exigiendo cárcel para Carlos Marroquín, el funcionario al que escuchamos decir que sacó de prisión a Crook para mostrar “lealtad y confianza” a la MS-13?

¿Cuándo veremos al presidente exigiendo cárcel para Osiris Luna, el director de Centros Penales también involucrado en las negociaciones con pandillas y responsable máximo de la estancia de Crook en Zacatraz?

¿O se limitarán a culpar a un juez -que ya dijo que no ordenó su liberación- y no dirán nada sobre los magistrados bukelistas que dilataron su extradición?

¿O la respuesta únicamente será el destello de Miss Universo y un espectáculo egocéntrico-electorero con drones como excusa para la inauguración de una obra pública?

Segundo. Tras confirmar la detención, el Departamento de Justicia de Estados Unidos formalizó la acusación contra Crook en una corte de Nueva York. En el resumen del documento, la Fiscalía dice que probará que:
El gobierno de El Salvador liberó a Crook.
Que fue escoltado por funcionarios públicos de alto nivel.
Que fue hospedado en un lujoso apartamento.
Que le entregaron un arma de fuego -sí un arma de fuego- y luego lo llevaron a la frontera con Guatemala, donde los funcionarios hicieron arreglos con coyotes para que el pandillero entrara ilegalmente en ese país.

La gravedad de esta acusación, que señala la complicidad de funcionarios salvadoreños con criminales, con pandilleros que han sangrado durante décadas a El Salvador, debería tener una respuesta contundente de parte del Estado.

Pero todo apunta que no será así. Eso pasa cuando se tiene las manos manchadas de sangre y el embudo de mentiras que el gobierno ha construido es tan profundo que se vuelve imposible salir.

El presidente admitió que su gobierno liberó a Crook. Este precedente es importante porque permite, incluso a los seguidores más recalcitrantes, a aquellos que deliberadamente han dejado de pensar deslumbrados por la brillantina, cuestionar al gobierno.

¿Permitiremos que quien supuestamente vela por nuestra seguridad proteja y consienta a los criminales que tanto daño nos han hecho? ¿Por qué los cabecillas de las pandillas son tan importantes para este gobierno que despliega numerosos recursos para liberarlos?

El tufo de Crook en el gobierno Bukele es real. Y es incontrolable. Las consecuencias de estas acciones contra El Salvador llegarán tarde o temprano.