mpr21 Redacción
En los años sesenta, cuando Portugal estaba bajo el fascismo, se abrió una agencia de prensa en Lisboa, Aginter Press, que era la tapadera de una amplia red internacional de la que formaban parte los servicios de inteligencia de varios países occidentales, mercenarios del colonialismo y fascistas europeos de múltiples pelajes.
El objetivo era reclutar mercenarios para luchar contra los movimientos independentistas del Tercer Mundo, aunque también desempeñó un papel importante en los atentados fascistas que la OTAN cometió en varios países europeos, especialmente en Italia, bajo la rúbrica de Gladio.
La PIDE, la policía política del régimen de Salazar, creó Aginterpress a través del capitán de la inteligencia francesa, Jean Robert de Guernadec, alias Yves Guerin Serac, con una amplia experiencia en varios frentes de la Guerra Fría. Participó en la Guerra de Corea, luego en Indochina y finalmente en Argelia, donde desertó del ejército para unirse a la OAS.
Fue condenado en rebeldía y huyó a España, que siempre ha sido el refugio favorito de todos los fascistas y nazis europeos. Luego se trasladó a Lisboa. Entonces el ejército portugués estaba enfrascado en varias guerras de descolonización en África y Guerin Serac había entrenado a los oficiales portugueses en técnicas de contrainsurgencia en Argelia.
En Lisboa siguió entrenando las unidades contrainsurgentes del ejército portugués, pero también a los miembros de la Legión Portuguesa, una organización paramilitar del régimen salazarista.
Su hombre de confianza era Robert Henry Leroy, antiguo miembro de las Waffen SS y de PPF, un partido fascista durante la ocupación de Francia en la Segunda Guerra Mundial.
Tras la PIDE estaba la CIA. Guerin Serac había sido el oficial de enlace del espionaje estadounidense con el SDECE, el servicio de inteligencia francés. En 1953 recibió una Estrella de Bronce de Estados Unidos por su papel contra el enemigo en las proximidades de Chorwon, en Corea.
La Guerra Fría y la descolonización hicieron de Portugal una base de apoyo para aquellos que consideraban que la lucha contra el comunismo debía realizarse a escala internacional. Además, en Portugal había una importante colonia de fascistas franceses, que emitían en francés en la Voz de Occidente, la radio del régimen salazarista.
En África, el imperialismo trataba de mantener a los países emancipados del colonialismo dentro de la esfera de influencia occidental, asesinando los dirigentes más independientes y sustituyéndolos por lacayos de las metrópolis.
En 1966 Guerin Serac fundó Aginter Press gracias a las subvenciones millonarias de la PIDE. La oficina estaba en contacto permanente con los servicios secretos de otros países europeos. Su reclutamiento se realizaba entre antiguos legionarios franceses y de las guerras de Indochina.
Desde 1968 Italia fue otro campo de reclutamiento para Aginter Press. Estableció una red de unos treinta agentes y una lista de miembros en varias ciudades italianas, cuyas tareas iban desde la simple recopilación de información política hasta campañas terroristas.
Aginter Press actuaba por encargo de varios gobiernos occidentales, con infiltaciones, acciones de guerra sicológica y operaciones de represalia en el extranjero, así como recopilación de inteligencia sobre los adversarios de Portugal. Bajo el pretexto de su actividad como organismo de enlace y de lucha contra el comunismo internacional, publicaba boletines informativos confidenciales para sus suscriptores.
A menudo sus miembros actuaban con la cobertura de periodistas o fotógrafos, algunos de los cuales se infiltraron en organizaciones antimperialistas. La organización extiendió sus ramificaciones por el sur de Áfric hasta Salisbury, Luanda y Bissau. En Europa operaban en Lisboa, Madrid, Milan, Hamburgo, Viena y Malmö. También crearon una rama política clandestina en Johannesburgo llamada Presenza Occidentale.
A veces opera bajo el nombre de “Orden y Tradición”, negociaron con antiguos miembros de la OAS y los servicios de inteligencia portugueses. Su ala paramilitar clandestina se llamaba OACI (Organización Armada contra el Comunismo Internacional). Los mercenarios tenían campos de entrenamiento en el sur de Portugal y Sudáfrica para familiarizarse con la preparación de atentados terroristas.
Hay una concordancia entre las acciones llevadas a cabo por Aginter Press y las de la CIA que, a partir de 1966, intentó infiltrarse en los colectivos progresistas en Italia, Francia, Gran Bretaña e Irlanda del norte, Inglaterra y Alemania occidental. A través de la PIDE, la CIA también les apoyó en el marco de la Operación Gladio.
La infiltración fue una de las especialidades de Aginter Press. En África se infiltraron en los movimientos de liberación nacional y planificaron la Operación Robinson para sacar de una cárcel de Kinshasa a un agente suyo que había sido detenido.
Participaron en operaciones para eliminar a los opositores de Salazar, como el general Humberto Delgado, Amílcar Cabral, protagonista clave de la descolonización de Guinea-Bissau y Cabo Verde, y Edouardo Mondlane, dirigente del Frelimo, un movimiento independentista mozambiqueño.
En África los mercenarios de Aginter Press se enfrentaron a Francia en varios países. En mayo de 1968 Leroy llevó a cabo operaciones encubiertas para fomentar un golpe de Estado en Congo-Brazzaville.
Las emisiones en francés retransmitidas por la Voz del Oeste provocaron varios incidentes diplomáticos y el Ministerio de Defensa portugués fue prescindiendo poco a poco de los servicios de Aginter Press. A partir de 1968 la PIDE redujo la financiación y se tuvieron que refundar de nuevo en Lisboa. Para conseguir fondos crearon una especie de empresa dedicada al espionaje industrial y comercial y el contrabando de armas.
También tuvieron que recurrir a los fascistas europeos. El Viejo Continente pasó a convertirse en su principal teatro de operaciones. La Voz de Occidente comenzó a emitir en italiano y la culminación de ese giro fue el atentado en la Piazza Fontana de Milán, en 1969, que dejó 16 muertos. En el atentado, que realmente fue un autogolpe de Estado, participaron mercenarios reclutados y entrenados por Aginter Press y en estrecha relación con Gladio.
Fue una de las acciones más importantes de bandera falsa cometidas hasta entonces. Tan importante como la matanza fue el encubrimiento bajo la pista falsa de que los autores habían sido los anarquistas.
Según el magistrado Guido Salvini, encargado de investigar el atentado, el contacto de Guerin Serac en Italia era el periodista Guido Giannettini, a la vez fascista y miembro de la inteligencia militar italiana.
En 1974 la Revolución de los Claveles derrocó al régimen salazarista y en la fortaleza de Caxias aparecieron escondidos miles de documentos confidenciales de Aginter Press. Guerin Serac se tuvo que refugiar en la España franquista, donde coincidió con el terrorista italiano Stefano Delle Chiaie. Pero tras la muerte Franco puso tierra por medio.