Diálogos del Sur Global Por Wisam Zoghbour* , para Dialogos do Sul Global desde Gaza
El estado ocupante continúa atacando el sector de salud palestino a medida que la guerra de exterminio en la Franja de Gaza entra en su noveno mes consecutivo, causando la muerte de alrededor de 130 mil personas, más del 70% de ellas niños y mujeres. El número de mártires alcanzó cerca de 36 mil, mientras que el número de heridos es de aproximadamente 81 mil, y el número de desaparecidos es de alrededor de 13 mil. Además, las fuerzas ocupantes continúan aplicando políticas de desaparición forzada contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza, especialmente contra equipos médicos y periodistas. https://dialogosdosul.operamundi.uol.com.br/160-postos-medicos-destruidos-israel-devasta-sistema-de-saude-palestino-para-acelerar-e
Es evidente que la destrucción del sistema de salud palestino se ha convertido en un objetivo estratégico para el régimen ocupante en la guerra de exterminio continua en la Franja de Gaza desde el pasado 7 de octubre, bajo alegaciones de que los ataques a hospitales en Gaza fueron por necesidades operativas militares. Esto fue desmentido por hechos de campo, fuentes periodísticas, médicas y organizaciones de derechos humanos, que documentaron cerca de 90 incidentes de ataque al sector de salud en Gaza.
Refutando las alegaciones y falsedades del estado ocupante, el diario Washington Post confirmó que las evidencias no sustentan las alegaciones de que la resistencia palestina usó hospitales para fines militares. El diario estadounidense informó que 32 de los 36 hospitales en la Franja de Gaza fueron dañados o quedaron fuera de servicio debido a la guerra de exterminio.
El estado genocida ha atacado sistemáticamente el sector de salud en la Franja de Gaza, con fuentes oficiales palestinas informando la muerte de cerca de 496 profesionales de la salud y especialistas médicos, la detención de alrededor de 310, incluidos directores de hospitales, y la herida de cerca de 1.500 profesionales médicos. Además, cerca de 33 hospitales y 55 centros médicos fueron puestos fuera de servicio, 160 instituciones o puntos médicos fueron atacados y cerca de 130 ambulancias fueron destruidas. Los hospitales Mártires de Al-Aqsa y Nasser están en riesgo de detenerse debido a la prohibición de entrada de combustible por parte de las fuerzas ocupantes, amenazando la vida de heridos, pacientes y bebés prematuros. El hospital kuwaití en Rafah también está en riesgo de detenerse debido a los ataques e invasiones israelíes.
La tasa de ocupación de camas en varios hospitales que aún funcionan parcialmente está cerca del 250%, y los equipos médicos enfrentan una gran carga debido a la sobrecarga de heridos y enfermos, especialmente pacientes con cáncer, problemas renales, cardíacos, hepatitis y desnutrición, sin poder brindar los servicios médicos necesarios, poniendo en riesgo sus vidas. Alrededor de 11 mil heridos corren riesgo de morir debido al cierre del paso de Rafah y la prohibición de tratamiento en el extranjero.
Observadores afirman que las fuerzas ocupantes utilizan la política de asesinato, destrucción y desplazamiento como objetivo estratégico en toda incursión o invasión de cualquier ciudad, campo o área geográfica, con el ataque sistemático a hospitales y centros médicos siendo una clara evidencia de ello.
Durante la invasión del campo de Jabalia, al norte de la Franja de Gaza, las fuerzas ocupantes rodearon el Hospital Al-Awda, en Tel al-Zaatar, obligando a los equipos médicos a evacuar el hospital hacia áreas al oeste de la ciudad de Gaza, llevando a decenas de heridos y pacientes, y dejando solo a algunos enfermeros y pacientes. Las fuerzas ocupantes también atacaron el Hospital Kamal Adwan, en el norte de la Franja, disparando a cualquier persona que se moviera en el hospital.
Simultáneamente a los eventos en el norte de la Franja, con los ataques a hospitales allí, las fuerzas ocupantes retiraron el Hospital Abu Yusef al-Najjar y otros hospitales de campo de servicio en la provincia de Rafah, durante la amplia invasión israelí de la pequeña provincia, uniéndose a una serie de hospitales, incluido el Complejo Médico Al-Shifa, en la ciudad de Gaza, y el Complejo Médico Nasser, en la ciudad de Khan Yunis, que fueron retirados de servicio y tuvieron sus actividades paralizadas.
Nos encontramos ante un escenario de ataque sistemático y organizado al sector de salud en toda la Franja de Gaza, confirmando que el estado ocupante adopta la política de matar, desplazar, provocar hambre y destruir como una práctica diaria contra el pueblo palestino.
Ante la indiferencia del estado ocupante frente a los llamados y demandas internacionales para detener los crímenes de genocidio y los ataques a los sistemas de salud y medios de comunicación, violando los derechos de salud de los pacientes y heridos, según lo estipulado por el derecho internacional humanitario, y frente a la rebeldía del estado ocupante contra este mismo derecho y contra las legítimas resoluciones del Consejo de Seguridad, el Tribunal Internacional de Justicia y el Tribunal Penal Internacional, con el apoyo explícito de los Estados Unidos y otros aliados occidentales que se oponen al derecho internacional humanitario y violan la Carta de las Naciones Unidas, es necesario tratar al estado ocupante como un estado fuera de la ley, imponiéndole sanciones y aislando internacionalmente. Esto requiere que el Tribunal Penal Internacional acelere la emisión de órdenes de arresto contra el primer ministro del gobierno ocupante israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Guerra, Yoav Galant, y otros que la investigación identifique como responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. También es necesario que el Tribunal Internacional de Justicia emita órdenes para la cesación inmediata de los crímenes de genocidio en la Franja de Gaza, el fin de los ataques a hospitales, la apertura de los pasos y la autorización para la entrada de ayuda humanitaria.
*Wisam Zoghbour es director de la oficina de la Revista Libertad (Al-Hurriya) en la Franja de Gaza, y miembro del Secretariado General del Sindicato de Periodistas Palestinos.
Edición: Alexandre Rocha
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