Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/05/03/3d37-m03.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Thomas Scripps 03.05.23
Diecinueve pequeñas embarcaciones en peligro en el Canal de la Mancha, con 440 migrantes entre ellos, fueron abandonados por las autoridades británicas en sólo cuatro días a principios de noviembre de 2021, sugieren las pruebas obtenidas por el Observer y Liberty Investigates.
La política de los guardacostas británicos es tratar todos los informes de embarcaciones de migrantes como incidentes de socorro, lo que significa que requieren ‘asistencia inmediata’ y deben ser encontrados y rescatados.
‘Pero los registros del 3 de noviembre de 2021 muestran que los incidentes se cerraron sin que el personal ‘[estableciera] la seguridad de las personas a bordo’, según un ex guardacostas de alto rango que los analizó’.
Para llegar a esta conclusión, se han cruzado los datos de libertad de información obtenidos de los guardacostas con los datos de seguimiento de buques de la página web de Tráfico Marítimo. En cada uno de los 19 incidentes, ‘ningún barco o helicóptero de rescate de los guardacostas, la Fuerza de Fronteras o el RNLI [Royal National Lifeboat Association, una organización benéfica] se acercó a menos de una milla náutica de las coordenadas registradas en el plazo de cuatro horas’.
Cinco expertos marítimos con los que habló el periódico ‘confirmaron que, a falta de una explicación de la Agencia Marítima y de Guardacostas (MCA), era razonable concluir que no se envió ayuda’.
Se desconoce el destino de los abandonados, y la MCA se ha negado a responder a las peticiones de información sobre los resultados, calificándolas de ‘vejatorias’. La información que se hizo pública requirió una queja de los periodistas ante el Comisionado de Información.
Inmediatamente después del periodo analizado por el Observer y Liberty Investigates, afiliada al grupo británico de derechos humanos Liberty, el 24 de noviembre de 2023, se sabe que al menos 27 personas murieron ahogadas en el peor desastre ocurrido en el Canal de la Mancha en los últimos 30 años.
El suceso aún está siendo investigado por la Subdivisión de Investigación de Accidentes Marítimos, cuyo informe está previsto para este verano. Según la información filtrada, los guardacostas británicos y franceses se pasaron la pelota, negándose cada uno a responder a la emergencia y alegando que era responsabilidad del otro. No se puso en marcha una operación hasta la mañana siguiente al desastre, cuando un pescador encontró cadáveres flotando en el agua.
Entre los fallecidos había una mujer embarazada y tres niños. En total, según la Organización Internacional para las Migraciones, 56 migrantes se ahogaron en el Canal tratando de llegar al Reino Unido entre 2018 y 2022.
La investigación del Observer y Liberty demuestra que lo que equivale a una conspiración británica-francesa para dejar morir a los migrantes es algo habitual. Los reporteros hablaron con un migrante iraquí cuyo bote se quedó sin combustible durante una travesía solo cuatro días antes de la tragedia del 24 de noviembre, dejándolo a él y a otros 22 abandonados.
Los guardacostas británicos se negaron a enviar ayuda, alegando que se encontraba en aguas francesas. Las coordenadas registradas en la propia hoja de cálculo de la agencia lo desmienten. La misma respuesta obtuvo de los guardacostas franceses. Finalmente, la ONG francesa Utopia 56 consiguió rescatar el barco.
Según otra solicitud de información presentada por la ONG Alarm Phone, el 2 de enero de este año una lancha neumática con 38 personas, incluyendo niños, permaneció a la deriva durante 13 horas en circunstancias similares.
Las innumerables declaraciones del gobierno denunciando a los contrabandistas y traficantes por poner vidas en peligro se confirman como una hipocresía manifestada. Uno de los hechos más reveladores denunciados por el Observer es que, en cuatro casos en noviembre de 2021, ‘aviones de reconocimiento y drones entraron en el espacio aéreo cercano’ a embarcaciones en peligro, ‘pero estas aeronaves son incapaces de prestar asistencia directa a quienes se encuentran a bordo de pequeñas embarcaciones’. Tampoco solicitaron el envío de ayuda.
En los cinco años transcurridos hasta 2022, el Reino Unido ha gastado más de mil millones de libras en tecnología de vigilancia para su uso en el Canal de la Mancha, según Tech Monitor. Ni un céntimo se destinó a salvar vidas.
El mes pasado, Bloomberg publicó un artículo titulado ‘The UK Is Using Drones to Prosecute Small-Boat Migrant Smugglers’ (El Reino Unido utiliza drones para perseguir a los contrabandistas de migrantes en pequeñas embarcaciones), en el que se citaba al Ministerio del Interior diciendo que se habían conseguido ‘docenas’ de condenas de esta manera. La empresa que dirige el programa, Tekever, ‘tiene un dron que puede lanzar una balsa salvavidas en caso de necesidad, pero no quiso decir con qué frecuencia se ha desplegado’.
En declaraciones a Tech Monitor, la doctora Leonie Ansems de Vries, presidenta del Grupo de Investigación sobre Migración del King’s College de Londres, explicó que los contrabandistas responden no subiéndose ellos mismos a las embarcaciones, ‘sino que designan a otra persona para que conduzca una embarcación y esa persona suele ser alguien que está huyendo él mismo’.
El World Socialist Web Site ha reportado que los migrantes son criminalizados de esta manera.
La directora asociada del Laboratorio de Derecho de los Refugiados, Petra Molnar, declaró a Bloomberg que estas amenazas ‘podrían empujar a los migrantes a tomar rutas más peligrosas para evitar ser detectados, ‘pudiendo provocar la pérdida de vidas humanas».
Mientras se gastan mil millones de libras en tecnología de vigilancia, y más en patrullas, ahora con la participación de las fuerzas armadas, y centros de detención, los guardacostas se quedan cortos de personal.
Según el Observer, la noche del 24 de noviembre de 2021, en la sala de control de Dover sólo había dos agentes operativos de búsqueda y salvamento, uno de ellos en prácticas. En toda la red de guardacostas, entre 39 y 45 personas estaban de servicio durante el día en noviembre, por debajo de la norma recomendada de 50-60, o 70-80 en los momentos de mayor tensión.
Mucho más que las ‘bandas ilegales’, son los gobiernos británicos y franceses los principales culpables de poner vidas en peligro en el Canal de la Mancha, en flagrante violación del derecho internacional.
Los gobiernos tienen la obligación de exigir a sus buques que presten asistencia a las personas en peligro en el mar. Deben responsabilizarse de las emergencias que se les comuniquen, incluso desde fuera de sus aguas territoriales, hasta que se confirme el traspaso a otro Estado. La Agencia Marítima y de Guardacostas del Reino Unido (Maritime and Coastguard Agency) es una entidad de categoría 1 en respuesta a emergencias marítimas en virtud de la Ley de Contingencias Civiles de 2004 y signataria del Convenio Internacional sobre Búsqueda y Salvamento Marítimo.
Pero todo esto no son más que trozos de papel sin valor para un gobierno conservador que está llevando a cabo un ataque sin precedentes contra los derechos democráticos de la clase obrera y los inmigrantes.
La semana pasada, su Proyecto de Ley de Inmigración Ilegal, que ya viola el derecho internacional, fue aprobado en la tercera lectura en la Cámara de los Comunes. El proyecto de ley, ahora en la Cámara de los Lores, era aún más draconiana con otra enmienda añadida que permite al ministro del Interior ‘ ignorar’ las órdenes del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que suspenden la deportación de los solicitantes de asilo en riesgo de persecución.
Otra enmienda hace que el único medio de detener la deportación de alguien a quien se haya denegado el asilo sea ‘ convencer a un juez británico’ de que provocaría un ‘daño grave e irreversible’. El plan del gobierno de deportar a los solicitantes de asilo a Ruanda como ‘tercer país seguro’ ya ha sido aceptado por el Tribunal Superior.
La agenda asesina antimigrante de Gran Bretaña no es única. Lo que The Guardian/Observer trata de presentar en su cobertura sobre los migrantes como consecuencia del Brexit no es más que una forma diferente de la misma política llevada a cabo por la Unión Europea.
Esto quedó subrayado la semana pasada cuando la neofascista primera ministra italiana Giorgia Meloni visitó Downing Street y elogió la ‘lucha contra los traficantes y la inmigración clandestina’ de Sunak, con la que está ‘absolutamente’ de acuerdo. Su gobierno está tramitando leyes que dificultan a las ONG humanitarias el rescate de inmigrantes en peligro en el mar.
En colaboración con los regímenes del norte de África, la política de ‘Fortaleza Europa’ de la UE ha provocado decenas de miles de ahogados en el Mediterráneo en la última década. Los tres primeros meses de este año han sido los más mortíferos desde 2017. Se sabe que más de 200 personas se ahogaron en las costas de Túnez en solo 10 días la semana pasada y la anterior.
Los hospitales, depósitos de cadáveres y cementerios de las regiones costeras del país se están quedando sin espacio para enterrar a los muertos arrojados a la orilla, con 300 encontrados solo en la región de Sfax este año.
(Publicado originalmente en inglés el 1 de mayo 2023)