Fuente: https://cazadebunkers.wordpress.com/2019/12/01/el-pseudoperiodismo-mata-demoledor-articulo-del-abogado-luis-de-miguel-ortega/
Luis de Miguel OrtegaEL PSEUDOPERIODISMO MATA, demoledor artículo del abogado Luis de Miguel Ortega
Preocupados por la manipulación de los medios de comunicación y la corrupción en la divulgación científica.
DERECHO A LA INFORMACIÓN
Los medios de comunicación forman parte del Catálogo del Centro Nacional de Protección de las Infraestructuras Críticas, que parece no solo proteger la funcionalidad y dependencia de los medios sino también sus contenidos, y así tenemos a los medios de comunicación y redes sociales en perfecta simbiosis con el poder político para controlarnos y adoctrinarnos sobre cualquier ocurrencia.
Yo no sé lo que es pseudociencia ni pseudoterapia, pero lo que sí sé es que el pseudoperiodismo y la pseudoinformación, deben ser objeto de control político, y deseo para los ciudadanos que tengan tanta libertad para consumir productos y servicios de salud como para consumir información periodística. Ni más ni menos.
“Siempre ha habido periodistas venales y empresas de comunicación que se han puesto al servicio del poder. Aunque sea inevitable, eso menoscaba la credibilidad de los medios, pero daña mucho más a la profesión que sean ellos los que corrompan a los políticos en beneficio de sus dueños. No tiene nada que ver con la legítima pretensión de influir en las decisiones de los gobernantes, o en la opinión pública, desde determinadas posiciones ideológicas, aquí el único límite ético sería el respeto a la verdad, sino que se trata de auténticos chantajes a los cargos públicos para que otorguen contratos a sus empresas, de sectores ajenos a la comunicación, y hagan la vista gorda con sus trapacerías.” “Puede discutirse sobre si es o no necesaria la existencia de medios públicos y en qué condiciones, sobre si se debe limitar la concentración en pocas empresas, pero lo indiscutible es que para que cumplan su función deben ser profesionales y tener como objeto la información y la opinión, pero nunca convertir su influencia en una herramienta para corromper la sociedad. El periodismo es demasiado importante, este caso debe ser una llamada de atención, no puede ser soslayado.” Francisco Carantoña 07/08/2018 “la voz de Asturias”.
“El interesado y prolongado silencio por parte de un buen número de medios, e incluso su ensalzamiento durante años, ante conocidos políticos notoriamente corruptos, y su complicidad manifiesta con situaciones anómalas que ahora están empezando a salir a la luz debe movernos a realizar una reflexión profunda sobre su verdadera función en la sociedad, sobre las causas de esta situación, y sobre sus delicadas consecuencias para todos nosotros.” “Antes que nada es preciso aclarar, para los más ingenuos o menos avisados, que los coloquialmente llamados “medios de comunicación” son en realidad “empresas” o “grupos” de comunicación a todos los efectos. Esta aclaración es fundamental para entender que la mayoría de medios actúa básicamente –aunque a unos se les nota bastante más que a otros- no en la búsqueda y publicación de la “verdad” en sí misma, sino bajo estrictos criterios económicos, defendiendo una línea editorial próxima a aquellas opciones políticas que más convienen a la supervivencia y a los intereses de su grupo empresarial. Resulta de gran importancia contar todo esto porque sigue habiendo en España mucha gente de buena fe que, en sus conversaciones cotidianas, dice “lo he oído en la tele (o en la radio)” o “lo dice el periódico” como muestra de indiscutible autoridad en los argumentos que utiliza, sin pararse a pensar, con la mirada un poco más allá de lo que ha leído u oído, en quién lo dice, o en quién lo escribe, y con qué verdaderas intenciones lo publica en este concreto momento. Y ello se aprecia mucho no sólo en las pequeñas empresas de prensa local, siempre más cercanas necesariamente al gobernante de turno, sino también en los grandes grupos multimedia -aquéllos que agrupan prensa escrita, radio, televisión e internet- y cuyo devenir económico-financiero depende en gran medida de la generosidad, directa o indirecta, de los gobiernos centrales, autonómicos o municipales del momento. En pocas palabras, cuando la economía o la propia viabilidad financiera del “controlador” (el medio de comunicación) deja de ser autónoma y pasa a depender de sus “controlados”(los políticos que gobiernan en su territorio), la tentación de acomodarse o dejarse influir en lo que se publica o se deja de publicar se hace realmente grande, por no decir inevitable.” “Muchos medios de comunicación se habían habituado en los últimos tiempos en nuestro país, tanto en el ámbito estatal como en los autonómicos o locales, a sobrevivir y cuadrar sus balances directamente gracias a las subvenciones públicas y a la publicidad institucional, especialmente ante el enorme bajón que experimentó la publicidad procedente de las empresas privadas y de las actividades comerciales en general. Ello generó una peligrosa dependencia de los gobernantes de turno, pues resulta muy difícil –en España realmente casi heroico- que los periodistas critiquen a las instituciones con cuyo dinero se sustenta el equilibrio económico de su empresa y, en definitiva, su propio puesto de trabajo. Y a la hora de los recortes, que dada la situación del país han ido llegando inexorablemente a todos los ámbitos de la actividad económica, ha sucedido algo todavía más peligroso. Cuando la esencia del buen periodismo consiste en ser crítico con el poder, del color que sea, para corregir sus disfunciones, en España se está produciendo, de una forma lamentable, justo el fenómeno contrario: los gobernantes que han derrochado el dinero público a manos llenas regando generosamente a muchos medios de comunicación se han acabado convirtiendo para éstos en los héroes, mientras que los que han venido después con las tijeras en la mano, racionalizando, reduciendo y poniendo orden en el anterior despilfarro económico-mediático han sido tratados como los villanos. Justo lo contrario de lo que debería ser.” Alvaro Delgado Truyols 28/01/2015 “hay derecho”.
“En este contexto, ¿puede unperiodista asumir el precio de llegar al fondo de un asunto?
No tiene ninguna posibilidad, ni siquiera de iniciar las investigaciones… A menos que la operación que esté investigando tenga interés para la empresa en la que está. Y hay que hacer aquí una apreciación importante: en España las empresas periodísticas están en quiebra. ¿Cómo ha reducido el grupo Prisa su deuda a la mitad? Pues eso habría que explicarlo, pero no será usted quien lo haga, y si lo hace, le dirán que se lo guarde en un cajón. El periodismo grandilocuente, del que se hablaba al principio de la Transición, se acabó radicalmente, por lo menos mientras no cambie el estatus…” Gregorio Morán 09/03/2017 “el diario”
IMPOSTURA Y CENSURA CIENTÍFICA.
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Abuso del lenguaje: Neolengua. Se han empeñado al unísono en construir un relato estándar y unos neoconceptos ambiguos y arbitrarios para sacudir con ellos lo que les plazca. Así tenemos que de igual manera que se han inventado conceptos como “política de género” o “cambio climático” fabricando incluso un supuesto “consenso de la comunidad científica internacional” -que no existe-, han inventado el término “pseudociencia” donde pueden meter lo que quieran de forma absolutamente caprichosa.
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Desconocimiento elemental de la materia: Estupidez. Si hay algo evidente es que los periodistas y “expertos” que cuestiones las terapias naturales, no son expertos en terapias naturales ni en medicina integrativa. En los debates, además de periodistas sin ninguna formación sanitaria, aparecen biólogos, médicos, informáticos, físicos, y profesionales de todo tipo, pero nunca personas con conocimientos teóricos y prácticos de las terapias. Así tenemos a biólogos que aparecen en programas criticos contra las denominadas pseudociencias que comparan un esófago con un tubo de cristal y el contenido de un estómago lo asimilan a un poco de agua tibia… Aparecen informáticos que cuestionan las decisiones de la Fiscalía en cuanto a la supuesta inactividad que describen contra las terapias naturales.
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Falta de originalidad: Miseria intelectual. Es patente que cuando se habla contra las terapias naturales o la medicina integrativa se hace desde un pensamiento único repitiendo machaconamente y hasta la nausea frases tontorronas y simplonas de las que es experto nuestro Ministro de Ciencia, entre otros. Se habla de que “son una estafa”, “hay que proteger a los pacientes porque son vulnerables”, “las pseudociencias matan”, y otras estupideces similares. No aportan dato alguno y cuando se menciona un informe que tiene la Ministra de Sanidad sobre las muertes por terapias, va y resulta que ese informe nunca ha existido. Y así repiten y repiten los mismos mantras los medios de comunicación sin alterar una coma, sin contrastar información, sin investigar o buscar otros puntos de vista.
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Eugenesia: el ciudadano como enemigo o como rebaño. Después de todo y aunque parezca extraño, está esa intención política de “salud pública” por la que hay que proteger al estado de ciudadanos ignorantes, torpes y descuidados (el ciudadano puede ser un peligro para el “colectivo” pues si no se vacuna puede ser fuente de enfermedades, si usa terapias puede enfermar más y ser una carga para la sanidad…). Entonces sale la banderita paternalista de políticos, científicos e informadores, para protegernos de nosotros mismos y de nuestra proia “ignorancia” para conseguir un mundo mejor, más ordenado y feliz. A cambio, el ciudadano debe renunciar a su libertad y debe dejarse conducir y proteger cual mostrenco. Los terapeutas y médicos integrativos lo son para estafar y hacer negocio, pero no existen casos comprobados de políticos, funcionarios, científicos y periodistas corruptos… La élite quiere protegerte por tu bien, como manda la política de eugenesia, y si hace falta te pondrá bajo los pies de los caballos, ante una crisis económica, ante guerras y terrorismo estratégico, ante epidemias o ante el empleo de radiaciones, pesticidas, medicinas y vacunas de “absoluta” seguridad. Todo gratis.
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Neociencia: Pseudoescepticismo. Han creado una neociencia -neolengua- donde el rigor científico es arbitrario y donde se prentende una evidencia científica caprichosa y asimétrica. Así se exigen estudios doble ciego randomizados para la acupuntura y la homeopatía, pero no se exige lo mismo para el aborto, el cambio de sexo, las sedaciones terminales, la psicofarmacología, la quimioterapia, las vacunas, la cirugía o la medicina preventiva. Ellos son la élite -que nadie ha votado-, y deciden cuál ha de ser el estándar científico exigible y cuáles deben ser los resultados. Es más, intervienen en el mercado -lo que los pacientes pueden consumir- por una cuestión científica, como si la ciencia tuviese algo que ver con las decisiones vitales y trascendentes que tomamos en materia de pareja, matrimonio, número de hijos, hipotecas, planes de pensiones, estudios, profesiones, conducta moral y religiosa, etc. Aparenta una secta o una política totalitaria más que una ciencia.
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Relativismo cognitivo: positivismo político. El debate se centra en lo que “la sociedad necesita”. Para ello tenemos al bonachón político de turno que aupado al zenit de la razón por pseudocientíficos, pseudoescépticos y pseudoperiodistas, está dispuesto a hacer realidad su capricho a través de normas políticas -mal pensadas y peor redactadas-. El político se muestra convencido por los palmeros y mamporreros de turno de que su delirio absolutista es justo y se embarca en la gloriosa misión de cercenar los derechos y libertades de los ciudadanos por un “bien superior”. Todo vale en la sacrosanta misión de proteger a los débiles e ignorantes ciudadanos de sus propias decisiones (menos de la decisión de voto). Todo lo que se necesita es un bolígrafo mágico con el que escribir pseudonoticias, pseudoinformes científicos y pseudonormas legales.
EL BUENISMO INFORMATIVO de la Asociación Española de Comunicación Científica
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…un número creciente de casos de demandas y querellas contra profesionales por opinar y/o informar acerca de pseudoterapias (No se les demanda o querella por informar, sino por difamación, por acoso y por abuso de derecho en contra de los intereses de los profesionales y ciudadanos. No existen las pseudoterapias).
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…es un ejercicio de responsabilidad social denunciar ante la opinión pública las prácticas sin evidencia científica. (no, es un acto de totalitarismo y de sectarismo. La ciencia no es un bien absoluto ni está presente en la mayor parte de las decisiones de los ciudadanos. La ciencia nada tienen que ver con el periodismo o con la divulgación y según su postulado el periodismo debería ser reducido a la mera transmisión de datos estadísticos…).
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…es labor de las personas que comunican ciencia informar de manera veraz sobre estas cuestiones, sin que ello suponga un problema para el ejercicio profesional ni para su propia libertad individual. (nadie cuestiona el libre ejercicio de la información siempre que sea veraz. El problema es que la información que se transmite sobre supuestas pseudociencias es mera propaganda de contenido ideológico y político donde no hay investigación, ni comprobación ni reflexión).
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…las personas denunciadas lo han sido cuando informaban acerca de determinadas pseudoterapias o a participaban como fuentes expertas en publicaciones realizadas por otros periodistas. (No. Las personas denunciadas nunca han actuado como expertos ni han actuado como informadores, sino que ha sido denunciados por mentir, engañar, difamar y acosar a profesionales y pacientes).
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…la importancia de proteger simultáneamente dos pilares clave de cualquier Estado democrático de Derecho: la libertad de expresión y la libertad de información. …la libertad de expresión y la libertad de información son instrumentos clave para la formación y el desarrollo de la opinión pública libre, ligada de forma indisoluble al pluralismo político de cualquier sistema democrático. (en eso estamos, en proteger la libertad de expresión y de información. Libertad para expresar ideas, opiniones, teorías y conocimiento sobre terapias naturales y medicina integrativa sin ser objeto de acoso, censura o boicot por parte de pseudoperiodistas. Libertad de información donde los ciudadanos tengan acceso a información periodística veraz y no mera propaganda disfrazada de información. Consumidores, pacientes, usuarios y profesionales de las terapias naturales y de la medicina integrativa, también se merecen una sociedad donde se respete la opinión, la información y el pluralismo).
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…la Junta Directiva quiere rechazar toda acción legal emprendida con el único objetivo de silenciar a los profesionales especializados. (La Junta Directiva haría bien en promover buenas prácticas periodísticas donde prime la información veraz sobre la manipulación social y la propaganda y donde el derecho de los ciudadanos prime sobre los sesgos ideológicos del periodista y donde la veracidad sea un valor real y efectivo y no un mero principio de conveniencia. Las acciones que se emprenden, no lo son para acallar profesionales, sino para corregir prácticas intolerables en un Estado de Derecho).
CONCLUSIÓN
Yo no sé lo que es pseudociencia ni pseudoterapia, pero lo que sí sé es que el pseudoperiodismo y la pseudoinformación, deben ser objeto de control político, y deseo para los ciudadanos que tengan tanta libertad para consumir productos y servicios de salud como para consumir información periodística. Ni más ni menos.
Luis de Miguel Ortega