Fuente: https://mpr21.info/el-problema-del-sahel-no-es-niger-sino-la-cedeao-y-sus-amos-franceses/
Benin suscribe plenamente las decisiones tomadas por la Cedeao, encabezada por el narcopresidente de Nigeria, Bola Tinubu. Dada la amistad entre Benin y Nigeria, el Jefe de Estado de Benin se alinea automáticamente con las decisiones de la Cedeao.
El ministro de Asuntos Exteriores de Benin, Olushegun Bakari, ha asegurado que Benin, como miembro de la Cedeao, al igual que los demás países de la organización, está listo para participar en la resolución de la crisis en Níger. “Si hubiera una intervención en Níger, no se trata de intervenir contra un país. Se trata de ir a liberar a una autoridad elegida democráticamente, secuestrada por personas que estaban a cargo de su seguridad. Entonces, en realidad, no estamos en el caso de fantasías bélicas, etc., se trata de ir a liberar y reinstalar a un presidente electo regularmente”.
Pero la población no opina lo mismo que su gobierno. No aceptan una intervención en Níger, ni tampoco el cierre de las fronteras, entre otras razones porque Níger es el principal cliente del Puerto de Cotonou. Los Estados no tienen amigos, sino intereses.
Las sanciones económicas son una trampa para países como Benin que limitan con Níger. Los puertos, los mercados y los transportistas dependen de Níger, y viceversa. Sancionar a Níger significa sancionar también a Benin.
Benin también otra cosa en común con Níger: un oleoducto en proyecto. Muchos benineses piensan que el gobierno no debería intervenir militarmente en Níger. Hay una desconexión entre la Cedeao y las aspiraciones de los pueblos africanos. En tal contexto, cualquier Estado que se alinee con las decisiones de Cedeao debe esperar importantes batallas intestinas.
La prensa africana está interrogando sobre la crisis a numerosos intelectuales y acádemicos y no hay muchas diferencias entre ellos. Los militares nigerinos gozan de un amplio apoyo popular que ha crecido tras el golpe del 26 de julio. El problema, pues, no es Níger sino la Cedeao y sus amos franceses.
Los interrogados no son partidarios del golpe, pero muestran sus simpatías por la junta, a la que califican como un “baluarte contra una hegemonía francesa en declive en la región”. Un profesor universitario se pronuncia contra el golpe, pero a continuación asegura que es “la única forma de acabar con la hegemonía francesa”.
Desde luego, el depuesto presidente, Mohamed Bazoum, no cuenta con simpatizantes. Algunos lo califican despectivamente de “subprefecto”, un delegado del gobierno francés. Como los demás capataces locales, está ahí para anteponer los intereses de Francia a los intereses de su propio país. Hasta ahora los jefes de estado del Sahel deben su ascenso al poder, por las buenas o por las malas, solo al apoyo que Francia les brinda.
“El golpe en Níger refleja el deseo de los Estados del Sahel de cambiar el sistema por la seguridad y la lucha eficaz contra el terrorismo”, dice un periodista africano.
Los franceses han saqueado el uranio de Níger durante décadas
Los entrevistados también coinciden en decir que si una bombilla se enciende en Francia, es gracias al uranio de Níger, mientras que el país africano se enfrenta a serios problemas de electricidad. Los africanos denuncian el saqueo del uranio, que genera más de 5.000 billones de francos CFA al año. De esa cantidad, Níger solo ha ganado 86.000 millones, mientras que Francia acapara el resto.
“El golpe de Estado en Níger es para mí un signo de los tiempos. Es decir que las poblaciones africanas han comenzado a madurar, incluso ya están maduras. Y ya no pueden soportar su sujeción a Francia. Una Francia que explota sus recursos de forma anárquica y que crea y mantiene la inestabilidad, la inseguridad y el crimen organizado en los territorios africanos. La gente ya no lo quiere. Por eso los militares objetiva o subjetivamente se ponen del lado del pueblo para hacer cambios que éste aplaude. Para convencerse de ello, basta mirar la marea humana que aplaude el golpe de Estado que se está produciendo en Níger en estos momentos. La marea humana que corea consignas hostiles a Francia”.
Son las palabras de una profesora de historia y geografía en un colegio de educación general.
Después de llevarse el mineral, a Francia le corresponde ahora gastar algo de dinero para financiar la invasión. Como estos Estados están a sueldo de Francia, es seguro que les inyectará todo lo que sea necesario para que envíen soldados para tratar de reponer a su “subprefecto”.
Pero si los países de la Cedeao no han sido capaces de acabar con Boko Haram en diez años, ¿cómo van a acabar con el ejército nigerino? Quizá ahora los sicarios de Francia pongan un empeño que no pusieron nunca…
El caso de Benín es especial porque especial es su relación con Nigeria, cuyo presidente Bola Tinubu, es un conocido narcotraficante. Tinubu pretende invadir Níger para defender la legalidad, mientras se dedica a lavar el dinero negro de los narcos que trafican con heroína en Chicago, según un reportaje de The Grayzone (*).
“Creo que el presidente de Benin, Patrice Talon, tuvo que decir, si mal no recuerdo, durante uno de sus discursos sobre la guerra en Ucrania, que Benin no se comprometerá a apoyar a un país contra otro país en un conflicto, pero privilegiará la búsqueda de soluciones pacíficas. Hoy, si el golpe de estado en Níger lleva a nuestro presidente a mostrar un compromiso de atacar a este país vecino, me pregunto si tal decisión estuvo bien pensada. Porque por mi parte -no soy un político- pero mi forma de ver las cosas me lleva a pensar que si no hubiera una mano invisible detrás que está empujando a nuestro Presidente, como Francia sabe hacerlo, me digo -quizás ya se ha hecho- que lo primero es que el Consejo de Ministros mire seriamente la cuestión, ya que hay muchos aspectos que hay que considerar, que hay que analizar antes de asumir tal compromiso. Tanto más cuanto que Níger es un país fronterizo, un socio económico de Benin y muchos benineses están en Níger como muchos nigerianos están en Benin. Este es el caso de otros países también”, dice uno de los consultados.
“Además”, continúa, “el Jefe de Estado también debe consultar a los representantes del pueblo para que el tema pueda ser discutido en la Asamblea Nacional. Incluso puede ir más allá del Parlamento y recabar la opinión de las demás instituciones de la República. Este es, en mi opinión, el enfoque que debería seguirse, si no hubiera una mano invisible empujando a la gente a involucrarse. Tenemos que pensar mucho. Níger es un socio nuestro y tenemos mucho en común. Si hoy Benin se encuentra en un grupo que ataca a Níger, la vida y la seguridad de nuestros conciudadanos que viven en este país podrían estar en peligro. Y también habría una respuesta contra los ciudadanos de Níger que se encuentran en Benin. En definitiva, creo que si el presidente Patrice Talon no ha seguido el enfoque que acabo de describir, debe cambiar de opinión y saber mantener la razón para que una acción que nuestro gobierno va a ayudar a iniciar hoy no cueste a corto plazo, medio y largo plazo mucho a nuestro país y a nuestros conciudadanos. Que la Cedeao vaya en busca de soluciones pacíficas en lugar de ir allí por la fuerza”.
La mayor parte de los entrevistados apoyan esta última opción, es decir, una solución diplomática. Esa ha sido también el criterio del Senado nigeriano, que se ha mostrado reacio a la intervención militar y recomienda al presidente narco que favorezca los canales diplomáticos.
Por su parte, la profesora de historia añade que la crisis invita a los dirigentes africanos a “poner las preocupaciones reales de su pueblo en el centro de sus políticas”.
(*) https://thegrayzone.com/2023/08/05/bagman-ecowas-chairman-invade-niger/