Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/02/01/opinion/014a2pol Zhang Run* 01/02/24
La reanudación de las relaciones diplomáticas entre China y Nauru ha demostrado una vez más al mundo que la adhesión al principio de una sola China forma una tendencia histórica imparable. Desde el primer país que estableció relaciones diplomáticas con la nueva China hasta Nauru, la gran mayoría de los países del mundo han aceptado el principio de una sola China, reconociendo que el gobierno de la República Popular China es el único gobierno legítimo que representa a toda China. Así lo ha avalado la resolución 2758 de la Asamblea General de Naciones Unidas y constituye el consenso general de la comunidad internacional.
En los últimos años, las autoridades del Partido Democrático Porgresista (DPP) de la isla de Taiwán se han confabulado con fuerzas externas para propagar la narrativa inventada de la llamada democracia contra el autoritarismo
, especulando deliberadamente con las diferencias de sistemas políticos entre la región de Taiwán y la parte continental de China. Sus prácticas de independencia de Taiwán
bajo la apariencia de democracia son extremadamente peligrosas y van en contra de los intereses y el bienestar de los compatriotas de la isla.
La cuestión de Taiwán atañe al núcleo de los intereses fundamentales de China. Independientemente de los cambios que se produzcan en la situación de la isla, el hecho histórico y jurídico de que Taiwán forma parte del territorio de China no cambiará; la identidad de la civilización china de que el país es indivisible y la nación no puede dispersarse, no cambiará; el consenso internacional en apoyo a la salvaguarda por parte de China de su soberanía nacional e integridad territorial, no cambiará; y el proceso histórico de que Taiwán será inevitablemente retornado al país y de que China se reunificará, no cambiará.
Recientemente, muchos países y organizaciones internacionales han reafirmado públicamente su adhesión al principio de una sola China, su oposición a cualquier forma de independencia de Taiwán
y su apoyo a la causa de la reunificación de China, afirmando la voz de justicia y paz de la comunidad internacional. Estamos convencidos de que la comunidad internacional, incluido México, seguirá adherida al principio de una sola China y apoyando al pueblo chino en su justa causa de oponerse a la secesión de Taiwán y luchar por la reunificación nacional.
* Embajador de China en México