Fuente: https://www.les2rives.info/le-president-chilien-gabriel-boric-part-a-la-chasse-aux-migrants/ 28 de marzo de 2023
El presidente Gabriel Boric, de visita en la zona fronteriza de la región de Tarapacá, acusó a Bolivia de entorpecer la expulsión de los migrantes irregulares que son sorprendidos cruzando la frontera, así como a Venezuela de no abrir su espacio aéreo con el mismo fin.
“He dado instrucciones a nuestro nuevo Ministro de Relaciones Exteriores (Alberto van Klaveren) para que retome las negociaciones con nuestros países vecinos, en particular con Bolivia, con el que no tenemos relaciones diplomáticas desde 1978 y que, hoy por hoy, no avanza en el retorno de venezolanos. y ciudadanos colombianos que cruzan la frontera”, dijo el mandatario.
“Tenemos que solucionar este problema”, agregó Boric desde la localidad de Colchane, epicentro de la crisis migratoria, a donde llegó hoy para anunciar medidas de seguridad en la región.
Además, el Jefe de Estado recordó que “cuando llegamos al gobierno había una cola muy larga de desalojos no ejecutados, que se alargaba por las dificultades”. Como dijo el director nacional de Migración, cada deportación cuesta 2,7 millones de pesos, pero no es sólo un problema de recursos, es un problema de espacio aéreo que no está abierto, por ejemplo, en Venezuela.
El problema, prosiguió, es que los trámites administrativos para realizar el trámite de deportación son muy engorrosos y muchas veces dificultan la localización de la persona objeto de la deportación.
Asimismo, sostuvo que “hay que trabajar en diferentes frentes: el interno, para facilitar la expulsión de quienes han delinquido, pero también un intenso trabajo diplomático, tanto con Bolivia como con Venezuela, para que acojan a los ciudadanos que son expulsados”. .
La ministra del Interior, Carolina Tohá, reveló que aún hay 21.000 desalojos pendientes y también pidió un cambio en la ley para agilizar los procesos. “Hoy, para que un desalojo sea efectivo, hay una demora de 48 horas entre el momento en que se decreta y el momento en que se ejecuta. Si no se ejecuta dentro de las 48 horas, el decreto de deportación pierde su vigencia y la persona queda en libertad, entonces debe ser buscada nuevamente para ser deportada. 48 horas no es suficiente”, dijo.
Fuente: Cooperativa – Traducción: Romain Migus