El mecanismo de distribución de ayuda liderado por Israel y Estados Unidos, que debía lanzarse el 25 de mayo, se ha retrasado porque las agencias de la ONU siguen rechazando participar en el controvertido plan. 

El corresponsal del Canal 12 de Israel, Tamir Morag,  confirmó  el nuevo aplazamiento de la Fundación Humanitaria de Gaza (FGH). También acusó a Hamás de saquear la ayuda humanitaria, una acusación reiterada por Israel, de la que la ONU afirma no tener pruebas. 

Fuentes de seguridad citadas en otros informes de los medios hebreos dicen que la ONU ha redoblado su rechazo al plan de distribución de ayuda y que “problemas logísticos” han retrasado su lanzamiento.

Esto ocurre después de que los medios israelíes citaran a proveedores que dijeron la semana pasada que nadie es capaz de cumplir con los “enormes” requisitos del plan. 

El GHF se concibió al comienzo de la guerra genocida de Israel contra Gaza. Si bien el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, declaró cuando se presentó el plan este mes que sería «inexacto» llamarlo «plan israelí», el proyecto tiene sus raíces en Tel Aviv. 

Según el New York Times  (NYT), los detalles del plan fueron discutidos primero por un grupo de funcionarios y empresarios con vínculos con el gobierno israelí, llamado Foro Mikveh Yisrael, quienes presentaron una idea que pretende eludir a la ONU y a todos los demás grupos humanitarios en Gaza. 

El Washington Post informa que los documentos de planificación de la iniciativa anticiparon la condena generalizada y la comparación de los centros de distribución del plan con “campos de concentración con biometría”.

Incluso algunos dentro del estamento militar israelí han cuestionado si el plan podría potencialmente conducir al caos, dice el informe. 

GHF depende de contratistas privados estadounidenses que estarán a cargo de varios centros de distribución en el sur y el centro de Gaza. Los palestinos de otras zonas, cuyas viviendas han sido destruidas y ya han sido desplazados en múltiples ocasiones, tendrán que cruzar la Franja bajo bombardeos para conseguir ayuda, perdiendo así el derecho a regresar a sus hogares. 

La ONU ha dicho que el mecanismo está diseñado para reforzar el plan de Israel de desplazar a toda la población de Gaza hacia el sur. 

También ha condenado el plan de Israel de emplear tecnología de reconocimiento facial para examinar a los palestinos a cambio de ayuda humanitaria. 

“Parece que el diseño de un plan presentado por Israel a la comunidad humanitaria aumentará el sufrimiento continuo de los niños y las familias en la Franja de Gaza… El uso de la ayuda humanitaria como cebo para forzar el desplazamiento, especialmente del norte al sur, creará esta elección imposible: una elección entre el desplazamiento y la muerte”, dijo el portavoz de UNICEF, James Elder, a principios de este mes.

La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza advirtió el sábado que los niveles de ayuda que ingresan actualmente a la Franja son menos del uno por ciento de lo que necesita la población. 

Mientras tanto, Israel sigue atacando a los agentes de seguridad palestinos que custodian la ayuda e impiden que sea saqueada por bandas apoyadas por Israel.

Según varios informes, el líder de una banda vinculada al ISIS, Abu Shabab, responsable del saqueo de ayuda bajo protección israelí durante la guerra, ahora ha “establecido una base fortificada en una zona controlada por Israel en Rafah”.