Por ERNESTO GUTIÉRREZ PARA CANARIAS-SEMANAL.ORG.-

 ¿Qué sucede cuando el legado de un pueblo se enfrenta al abismo del olvido? ¿Cómo impacta en nuestra identidad el deterioro de los vestigios de nuestros ancestros?

Tratando de responder a estos interrogantes, Jorge Miranda Valerón y Rubén Naranjo Rodríguez (*) realizan un examen sobre el estado crítico del patrimonio arqueológico en las Islas Canarias. en su artículo «Un patrimonio arruinado».

El patrimonio arqueológico canario, un tesoro compuesto por yacimientos, artefactos y manifestaciones artísticas, espejo de la historia y la identidad de un pueblo,   se encuentra desde hace años en una encrucijada crítica.

  Valerón y Naranjo Rodríguez no solo informan sobre la riqueza de este legado, sino que también denuncian su progresiva erosión.

La combinación de urbanización descontrolada, vandalismo, y una gestión patrimonial totalmente ineficaz, ha llevado a una situación donde la historia y la cultura de las Islas Canarias enfrentan el riesgo de una pérdida irremediable.

Desidia institucional y social: un enemigo silencioso

 

La falta de acciones concretas y la desidia institucional son señaladas por los autores como causas fundamentales del deterioro patrimonial. A pesar de las voces que, desde diversos sectores, claman por una intervención urgente, la respuesta de las autoridades y de la sociedad en general ha sido insuficiente. Este descuido no solo afecta a los restos materiales, sino que también socava la conexión espiritual y cultural de las comunidades actuales con su pasado.

Casos emblemáticos de abandono

   Valerón y Naranjo Rodríguez ilustran su análisis con ejemplos concretos que evidencian la magnitud del problema. Entre ellos, resaltan sitios como el conjunto arqueológico de Guargacho, cuya historia se desvanece bajo capas de basura y olvido, y los petroglifos del barranco del Muerto, que, a pesar de su designación como Bien de Interés Cultural, sufren de un abandono que los expone a daños irreparables.

Más allá de la denuncia, Jorge Miranda Valerón y Rubén Naranjo Rodríguez realizan un llamamiento a la acción.

Los autores abogan por una mayor conciencia social y una política patrimonial que no solo se limite a la conservación reactiva, sino que también promueva la valorización activa del patrimonio. La educación, la participación comunitaria y el turismo sostenible surgen como pilares fundamentales en la estrategia para rescatar de las garras del olvido al patrimonio arqueológico canario.

(*) Revista Canarii. nº5 Octubre 2007.