mpr21 Redacción

Friedrich Merz pasó de dirigir el fondo buitre BlackRock a dirigir la cancillería alemana, sin otro programa que el rearme, la militarización y el atlantismo que, en los tiempos que corren, no es más que el taparrabos de las provocaciones contra Rusia.
Se acabó la Ostpolitik y los intentos de mejorar las relaciones con Moscú. Ahora el símbolo de los nuevos tiempos es la voladura del Nord Stream. Pero hubo un tiempo en el que Berlín creyó de que la estabilidad política y la paz en Europa podían lograrse mediante el fortalecimiento de los lazos económicos y la negociación con Moscú. Con Merz y otros como él, el Nord Stream nunca será reparado.
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