El «Mau Mau» y Dedan Kimathi: La historia no contada de la lucha anticolonial keniana

Fuente: https://canarias-semanal.org//art/35325/el-mau-mau-y-dedan-kimathi-la-historia-no-contada-de-la-lucha-anticolonial-keniana                                                                                   Martes, 28 de Noviembre de 2023

Cuál es el verdadero legado de los «Mau Mau» en la Kenia contemporánea

¿Quién fue Dedan Kimathi y por qué su historia sigue siendo vital en la Kenia actual? ¿Cómo las acciones y el legado de los Mau Mau han moldeado la identidad nacional y la política en Kenia? Estas preguntas nos llevan a una profunda exploración de la resistencia contra el colonialismo y la continua lucha por la justicia y el reconocimiento.

POR MÁXIMO RELTI PARA CANARIAS SEMANAL

   Dedan Kimathi Waciuri, nacido en 1920 en Tetu, Kenia,  emergió como una figura clave en la lucha por la libertad de su país. Desde sus humildes comienzos como profesor hasta su ascenso como líder del Ejército de Tierra y Libertad de Kenia  (KLFA), conocido como Mau Mau, Kimathi representó la determinación y el coraje en la lucha contra la opresión colonial.

 

La visita de Nelson Mandela a Kenia en 1990 y su deseo de visitar la tumba de Kimathi  puso en un primer plano la importancia y el impacto de este líder en la historia de Kenia. A pesar de las dificultades para localizar la tumba de Kimathi y el estigma asociado con los Mau Mau, Mandela finalmente pudo reunirse con la familia de Kimathi, evidenciando así el profundo respeto que tenía hacia su legado.

LA LUCHA ARMADA Y EL LEVANTAMIENTO «MAU MAU»

 Kimathi se unió al KLFA en 1951, impulsado por unos objetivos simples, pero también poderosos: la lucha por la tierra, la libertad y el autogobierno. Su liderazgo en el levantamiento Mau Mau, que desafió al dominio colonial británico, lo convirtió en un símbolo de resistencia, aunque fue perseguido y eventualmente asesinado en 1957. [Img #77127]

GUERRA COLONIAL CONTRA EL MAU MAU

A pesar de la muerte de Kimathi y los intentos que se produjeron por suprimir su memoria, su legado ha persistido. La presencia de calles, escuelas y monumentos en su honor, así como la aparición de su figura en novelas y obras literarias, demuestran la profunda huella que dejó en la historia y la cultura de Kenia. Sin embargo, la lucha por la que Kimathi se sacrificó, especialmente en temas de tierra y autogobierno, continúa siendo un desafío no resuelto en la Kenia contemporánea.

EL «MAU MAU» Y LA «GUERRA DE GUERRILLAS»

El movimiento «Mau Mau» adoptó precozmente la táctica de la «guerra de guerrillas», en la que se incluían emboscadas y ataques sorpresa. Estas tácticas frecuentemente terminaban en confrontaciones violentas y estaban dirigidas tanto contra los objetivos coloniales, como contra aquellos kenianos leales a la Administración británica.  Estos actos de violencia fueron exagerados por los medios de comunicación británicos y utilizados por Londres para retratar al «Mau Mau» como gente negra e irracionalmente violenta, carente de respeto por «la ley o el orden».

Durante el levantamiento de los Mau Mau en Kenia a principios de la década de 1950, el gobierno británico implementó medidas extremas en un intento desesperado por sofocar la rebelión.

En 1952, ante el agravamiento del conflicto, el gobernador británico declaró el estado de emergencia y solicitó refuerzos militares del Reino Unido. Esta respuesta militar intensificó la represión, afectando a amplios sectores de la población.

Entre 320,000 y 450,000 kenianos, pertenecientes a diversas comunidades tribales, fueron confinados en lo que se denominó «aldeas protegidas». Estos centros de internamiento, cercados con alambre de púas y trincheras, fueron establecidos para controlar y segregar a la población.

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La historiadora Caroline Elkins, de la Universidad de Harvard, estima que entre 160,000 y 320,000 personas fueron internadas en estos campos. De manera más alarmante, las cifras sugieren que hasta 1.5 millones de kenianos fueron detenidos o desplazados forzosamente.

El impacto humano de esta represión fue devastador. Se calcula que entre decenas de miles y posiblemente hasta 300,000 kenianos perdieron la vida durante el levantamiento. Esto contrasta de manera elocuente con las bajas del lado británico, que incluyen menos de 100 británicos y alrededor de 1,800 africanos leales al régimen colonial.

La represión no solo se limitó a los combatientes Mau Mau; la población en general sufrió sus efectos. Mujeres y niñas enfrentaron abusos y violaciones, y muchos hombres fueron sometidos a torturas extremas. Esta violencia indiscriminada se llevó a cabo bajo la dirección de Oliver Lyttleton, primer vizconde de Chandos y secretario de colonias en el gobierno de Winston Churchill.

En respuesta, los Mau Mau intensificaron sus operaciones militares, atacando granjas de colonos y asentamientos nativos que se negaban a cooperar con ellos. Esto llevó a una espiral de violencia, con represalias brutales por parte del Ejército británico y las Home Guards, compuestas enteramente por nativos leales al imperio británico.

LA GUERRA   COMUNICACIONAL

El movimiento «Mau Mau» fue presentado a través de los medios occidentales, tanto escritos como filmados, como un grupo de «carniceros terroristas» en la narrativa mundial. La forma en la que los «Mau Mau« fueron presentados en la España franquista tuvo efectos realmente terroríficos sobre las mentes de los niños de entonces. Para lograr provocar el miedo entre los infantes de la época, tanto en las escuelas como en nuestros propios hogares, nos amenazaban con la posibilidad de que si «no nos portábamos bien», «vendrían los Mau Mau»Las imágenes de impacto que conservábamos de las películas británicas, era más que suficiente para que no se nos ocurriera romper con las órdenes recibidas.

En la década de los 50, las películas de aventuras en tecnicolor, protagonizadas por exploradores europeos en las selvas africanas, estaban rabiosamente de moda. En los cines de entonces circulaban también otras producciones cinematográficas que Londres hacía circular en todo el mundo, que tenían como deliberado objetivo proporcionar «argumentos justificativos» de la brutal represión que su gobierno utilizaba para aplastar la rebelión anticolonial keniana.  

Y es que, en aquellos años, el Ejecutivo de «Su Majestad» británica, se enfrentaba a un poderoso movimiento de resistencia anticolonial en Kenia, y se esforzaba por desacreditar al Movimiento «Mau Mau»a los que presentaba públicamente como simples «bestias salvajes y sedientas de sangre».  Con esta truculenta narrativa, los ingleses pretendía la obtención de apoyos, tanto dentro de la propia Kenia, como en el exterior, con el claro objetivo de apuntalar sus esfuerzos por impedir la caída de un Imperio que se estaba desvencijando por momentos.

Muchas narrativas occidentales se negaron a reconocer entonces las causas subyacentes de la rebelión «Mau Mau», como eran la injusticia en la distribución de la tierra, la opresión política y económica, y el deseo de autogobierno y libertad. Al ignorar estos motivos legítimos, fue más fácil para los británicos presentar al «Mau Mau» simplemente como sanguinarios «terroristas».

Durante aquella época colonial, el Gobierno británico tenía, además, un control total sobre la información que se difundía tanto dentro de Kenia, como internacionalmente. La censura y la selección de noticias permitieron que se propagara una imagen terrorífica del «Mau Mau», sin que se concediera el más mínimo espacio para ningún otro tipo de contrapunto.

El reconocimiento tardío de los horrores represivos sufridos por el pueblo keniano y por los «Mau Mau», así como la lucha continua por la justicia y el reconocimiento de aquella lucha, pone de manifiesto que aunque se han logrado algunos avances en esa línea, en Kenia la lucha por la que Kimathi y otros sacrificaron sus vidas está todavía muy lejos de haber concluido.

La figura de Kimathi no solo simboliza la resistencia contra el colonialismo, sino que todavía continúa siendo en Kenia un símbolo de la lucha de ese pueblo por la justicia social.

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