Fuente: https://frenteantiimperialista.org/un-suponer-el-lince/ El lince 13 septiembre 2022
Supongamos, por un momento, que pensamos. Un suponer, por supuesto. Supongamos que sabemos que el Occidente colectivo es muy bueno en la propaganda. Un suponer, por supuesto, porque fuera de Occidente no es así. Ver esto y esto. Supongamos que sabiendo cómo se las trae Occidente nos creemos todo lo relacionado con Ucrania. Un suponer, por supuesto, porque Ucrania no existe, es un apéndice de EEUU y de la OTAN, por este orden. Hay quien califica a Ucrania como «el país 404», y no le falta razón.
Supongamos que como consecuencia de todo ello vemos que Ucrania gana y que Rusia pierde. Supongamos que volvemos a las casillas de los primeros días. Muchos prorrusos han entrado en pánico por ello. Y no, no es tan sencillo.
En una conferencia reciente en la que participé a finales de agosto, afirmé que lo que hay en Ucrania es, básicamente, una guerra civil. Revuelo total. Sustenté la afirmación en que las tropas de choque, las de primera línea, son las milicias de Donestk y Luganks (véase el caso de Mariupol como paradigmático) y que las tropas rusas son de apoyo y solo cuando la cosa se complica aparecen en primera línea. Esta ha sido la norma en estos meses. Rusia sí participa con artillería y aviación en apoyo a las fuerzas de primera línea (básicamente las milicias), pero hace tiempo que sus tropas no están en esa primera línea. Y esto es lo que está ocurriendo ahora con la retirada de ciertas zonas que, por si no os habéis molestado en mirar un mapa, están en la zona fronteriza con Luganks y eran estas milicias quienes estaban en el terreno ahora abandonado, respaldadas por la Guardia Nacional rusa (que no tiene tareas ofensivas, sino defensivas).
Si consultáis a un militar que piense, un suponer, os dirá que estas estructuras de las milicias y de la Guardia Nacional no cuentan con el suficiente apoyo de tanques (el que tengan unos cuantos no lo invalida) y otro tipo de material artillero para hacer frente a un avance. Además, numéricamente son muy inferiores a lo que ha puesto en marcha «el país 404» y que está en una proporción de 10 a 1 (si hay que hacer caso a la OTAN y al «país 404»). Os dirá, además, que cualquier ofensiva debe alcanzar una profundidad operativa de forma muy rápida para interrumpir la capacidad del enemigo de utilizar su potencia de fuego. Eso no se ha producido porque Rusia (y la milicia de Luganks) se ha retirado. Es decir, apenas ha habido combates, no como en el sur, la puerta de Crimea y lo importante.
Pero lo que hay que ver es que no es «el país 404» el que está avanzando, sino la OTAN. Es la primera vez que «el país 404» y la OTAN actúan de forma combinada: los ucranianos están entrenados por instructores de la OTAN, tienen equipos de la OTAN, suministros de la OTAN, inteligencia de la OTAN y están mandados por la OTAN. Este éxito lo está festejando la OTAN, aunque sea efímero.
El avance se ha producido haciéndolo coincidir con un hecho relevante: la reunión en Ramstein (8 de septiembre), base de EEUU en Alemania, de los países que suministran armas al «país 404». Es decir, había que demostrar a los dudosos que lo que se está haciendo da resultados. Y eso es lo que se ha hecho. Occidente nunca ha sentido el menor remordimiento en el suministro de armas, y dado que Rusia ha ladrado, pero no ha mordido (como eso de «atacaremos los centros de decisiones, estén donde estén»), la intervención de la OTAN cada vez es más directa porque Occidente ha perdido parte del miedo a Rusia. Parte, porque la respuesta, o no, de Rusia será un indicativo de lo que realmente está pasando. Ahora mismo, Occidente festeja, pero está cruzando los dedos.
Hay que reseñar que el avance se produce en el norte, no en el sur: aquí las fuerzas «del país 404» y de la OTAN fueron aniquiladas. El sur es frontera con Crimea, el norte lo es con Luganks. La diferencia es esencial. Un dato añadido: en toda esa zona del norte no hubo «funcionarios locales impuestos por Rusia», ni banderas rusas en las administraciones, ni se planificaron referendos de adhesión. En el sur es otra cosa.
Dudo que «el país 404» y la OTAN vayan más allá de donde han ido. Principalmente, por el elevado número de bajas que tienen. Es más, si hay que hacer caso a los rusos, la ofensiva fracasada en el sur se hizo con tropas como carne de cañón, mal armadas y preparadas, pero el avance del norte lo está haciendo la flor y nata del «país 404» y la OTAN.
Supongamos que los rusos tienen razón; un suponer, por supuesto. Entonces vemos que al «país 404» no le importa una mierda el número de bajas con tal de volver a contentar a sus patronos con algún triunfo. Supongamos, un suponer, que Occidente está construyendo otro ejército en la retaguardia para atacar lo que realmente interesa: el sur, llave de Crimea. Entonces, un suponer, la ofensiva de Rusia hacia las principales ciudades de allí (Nikolaev, Dnepropetrovsk, Odessa…) no tardará mucho en llegar. Y que, al contrario de lo hecho hasta ahora, ya no serán las milicias de Donestk quienes estén en primera línea, ni habrá un despliegue mínimo de tropas rusas y ataques de precisión, o respeto a la infraestructura crítica del «país 404». Por ejemplo: una de las razones del avance del «país 404» y la OTAN en el norte es que los puentes no fueron destruidos ni las torres de comunicaciones o las centrales eléctricas.
Ahora Rusia ha dado un aviso y algo ha comenzado a hacer. Si «el país 404» actúa siguiendo los parámetros e instrucciones de la OTAN, Rusia recordará que en Yugoslavia la OTAN destruyó 120 instalaciones energéticas y en los primeros días de la agresión, no al medio año. Rusia está diciendo algo muy sencillo: si los estándares de la OTAN son estos, van a ser también los míos. En Irak, los estadonidenses se cargaron la infraestructura crítica del país en los primeros siete días. Hay comparaciones que son odiosas, si es que hay que comparar. Un suponer, por supuesto.
Supongamos, un suponer, que Rusia ha sido pillada con el culo al aire. Supongamos, un suponer, que la OTAN está quemando sus últimos cartuchos.
Pronto veremos si las suposiciones dejan de serlo y cuál de ellas es tal y cuál no.
En cualquier caso, y esto ya no es una suposición, Rusia seguirá trasladando el conflicto al plano económico y al global, agravando la crisis de Occidente. Perder unas cuantas ciudades sin interés estratégico no es nada comparado con lo que está en juego, aunque sea un palo propagandístico y moral para alguna gente (no hay manera de que piensen; un suponer, por supuesto). Y si eso no funciona, entonces sí veremos cómo las cosas cambiarán de forma definitiva. Y no a favor de Occidente.
Por ejemplo, el euro se ha devaluado un 20% en estos seis meses respecto al dólar. Europa está viendo una fuga de capitales atraídos por las mayores tasas de interés en dólares, lo que ha hecho que el dólar se refuerce. El capital siempre a lo suyo, y los zombis europeos aplaudiendo por cuatro ciudades del «país 404» mientras nos suben la luz, el gas, la vivienda…
Y es que, como dice el director ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing, “ya no podemos evitar una recesión en Alemania. Sin embargo, creemos que nuestra economía es lo suficientemente resistente como para capear bien esta recesión, siempre que los bancos centrales actúen con rapidez y decisión ahora”. ¿Qué notáis raro en esto? ¿Nada? El uso del plural: los bancos centrales. Está pidiendo que todos los bancos centrales europeos echen una mano a Alemania, o sea, sigan las directrices alemanas (como ha venido siendo la norma hasta ahora) porque, en caso contrario, y «aunque muchas personas aún tienen ahorros para hacer frente a los precios altos de ahora» la situación actual no se puede sostener mucho más tiempo dado que «cuanto más tiempo se mantenga alta la inflación, mayor será la tensión y mayor el potencial de conflicto social«.
Por cierto, los «chalecos amarillos» han vuelto en Francia. Ayer hubo una manifestación y 100 detenidos. Sí, habéis leído bien. Detenidos por, agarraos a los «valores democráticos de la UE», «reunirse con la intención de cometer violencia o dañar la propiedad”. O sea, fueron detenciones «preventivas». No hubo nada de eso, pero por si acaso. ¡Ah, los «valores»…!
Así que nada, los de siempre, a seguir emborrachándose con cualquier «éxito» del «país 404» y la OTAN, y los otros a continuar amargándose con la tardanza en que Occidente caiga de forma definitiva. Un suponer. Pese a las evidencias.
PD.- Un dato no conocido es que estos días, entre el 8 y el 11, se han celebrado elecciones a gobernadores y a parlamentarios, o ambas, y municipales en 15 regiones o repúblicas de Rusia. En total, 44 millones de rusos podían votar (algo más de la mital del total de la población electoral). Los datos no se conocerán hasta el 14, aunque hay quien dice que «Putin compite con el vacío», debido a la falta de oposición o a que esta es más bien «putiniana», dado que, sin excepciones, se apoyó el paso dado en Ucrania. Será interesante ver el papel del Partido Comunista, ahora con buena base y cuota de gobierno local.
(Publicado en el blog del autor, el 12 de septiembre de 2022)