El lince. Un gran golpe.

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Un gran golpe. El lince

O dos. O tres.

Primero, el importanteRusia está demostrando que no fanfarronea. El decreto firmado ayer por Putin sobre el comercio del gas con «países hostiles», es decir, todos los que han sancionado a Rusia, entra en vigor hoy. En síntesis, establece que para comprar gas natural ruso hay que abrir cuentas en rublos en bancos rusos. A partir de esas cuentas se realizarán los pagos. En caso de no hacerlo así, Rusia lo considerará un incumplimiento del contrato y se suspenderá el envío de gas.

Rusia habla de suspender, no de terminar. La puerta sigue abierta, sobre todo para Occidente que en su rusofobia, como dijo sin tapujos Polonia, no hace más que cometer errores. Su patrón y señor, EEUU, es mucho más listo: las sanciones contra Rusia no se aplican a los fertilizantes porque «podrían dañar a la agricultura estadounidense y conducir a precios más altos al consumidor de EEUU» (sic). Al establecer que los fertilizantes que se importan de Rusia son «necesidades básicas» se evita la entrada de ellos en la lista negra de las sanciones.

La cosa no puede ser más notoria: las sanciones se pueden revisar, quitar o modificar si dañan los intereses de EEUU. Marxismo (versión Groucho) en estado puro: «tengo unos principios, pero si no te gustan, tengo otros». Solo los idiotas europeos son tan idiotas como para no seguir a su patrón en esto, ya que lo siguen en otras cosas claramente perjudiciales para ellos (o sea, para nosotros).

Hay que ver estos días, con el fin de semana por medio, qué hace Rusia (los demás son irrelevantes, como en casi todo) y, aunque no lo he visto, supongo que dará unos días, tal vez un par de semanas, para que los vasallos europeos de EEUU se pongan las pilas y compren rublos antes de cerrar el grifo.

Es la primera vez desde la desaparición de la URSS que un país hace algo parecido. Ni siquiera China, aunque este país sí está imponiendo parcialmente el renminbi en algunas operaciones, pero siempre aceptando también el pago en otras monedas. En cualquier caso, China lo hace en productos no estratégicos, como lo es el gas para Rusia, aunque no cabe duda que, visto lo visto, es un camino que recorrerá no tardando mucho. Y recuerdo que ya con su Sistema de Pagos Interbancarios, aún en su etapa incipiente, la única moneda que acepta es el renmimbi que, por cierto, ha vuelto a subir este trimestre como moneda de reserva mundial pasando del 2’66% al 2’79% según el FMI. Ya ha superado al franco suizo, al dólar australiano, al dólar canadiense y está muy cerca de la libra británica. Como véis, la hegemonía occidental se derrumba sin remisión, con tres vasallos de EEUU ya derrotados aunque el renminbi aún esté muy por debajo del euro (20’64%) y del dólar (58’81). Un dólar que sigue bajando puesto que en diciembre de 2021 se situaba en el 59’15% de las reservas mundiales. Un gran golpe el que sufre Occidente, sin duda, y también importante.

Este ascenso de la moneda china, que parece pequeño, es muy grande en términos monetarios e indica cómo se comienza a mover el mundo puesto que la guerra que no es guerra comenzó a finales de febrero, por lo tanto esta subida se debe casi seguro a ello y en el mes de marzo. Y recuerdo también que el renminbi no está internacionalizado aún.

Este dato indica, además, que lo que está claro es que todo el mundo está mirando -sobre todo este movimiento ruso- y que durante todo el mes de abril, tal vez más, se verá si funciona o no funciona lo del pago en rublos. Si funciona, luego será el turno del petróleo, de los metales, de los fertilizantes y así. El gas es solo el comienzo para Rusia y, de rebote, para muchos otros países en sus principales productos de exportación.

Otro gran golpe es el dado a la cabeza del batallón nazi «Azov». Ahora que el personal anda entretenido con los Oscar -y los Chinos dejando en claro que ya no optan por el cine estadounidense porque las tres películas que se han estrenado allí (Batman entre ellas) han sido un sonoro fracaso, sin alcanzar entre las tres los 47 millones de dólares cuando en otras ocasiones se cuadruplicaba o quintuplicaba esta cifra- lo que ha ocurrido en Mariupol ha sido de película de acción de las buenas. Voy a reventaros el final: la desnazificación ha sido espectacular.

Supongo que sabéis que Mariupol está casi por completo bajo control de los rusos y, sobre todo, de las milicias de Donetsk. Esta ciudad pertenece a Donetsk, aunque tras los enfrentamientos de 2014, quedó en la zona controlada por Ucrania. Su importancia para la República de Donetsk es vital, por lo que el grueso de la fuerza de la milicia está combatiendo aquí y es por eso que el territorio histórico de Donetsk sigue bajo control de Ucrania en un 40%, mientras que el de Luganks ya ha sido liberado en un 95%. Aquí, además, tenía su base principal el batallón nazi «Azov».

Al controlar casi toda la ciudad, los nazis se retiraron a una zona que cobija el gran complejo fabril denominado Azovstal, una gran acería de la época soviética. Dada la importancia que tiene esa ciudad y su industria, la acería no está siendo bombardeada porque se quiere mantenerla lo más entera posible, por lo que el asalto se está realizando desde el suelo y lo están realizando tres fuerzas: los chechenos, las milicias y la Guardia Nacional rusa. Por este orden, y es importante para lo de más abajo. Los chechenos son implacables con los nazis, a quienes se les advirtió que a partir del 24 de marzo, si no se rendían, no se les harían concesiones. Y no se les están haciendoAquí hay otra muestra.

Estos son algunos de ellos, y en su práctica totalidad están muertos. Digo en su práctica totalidad porque no todos han podido ser identificados porque no todos portaban documentación. Aunque en otros casos, se comprueba con los cadáveres.

 

 

Durante dos días consecutivos ha habido dos intentos por parte de Ucrania de rescatar a los mandos del batallón nazi «Azov». El primer intento fracasó al ser derribado el helicóptero que iba a trasladarlos. Ayer, en el segundo intento, parecía que lo iban a lograr. Dos helicópteros del ejército ucraniano repitieron la operación y llegaron a Mariupol, recogieron a los mandos y partieron de nuevo. No volaron mucho. Los dos fueron derribados.

 

 

La milicia de Donetsk es quien ha proporcionado la información de todo, de cómo ocurrió. Dicen que dejaron llegar a los helicópteros, que los tenían controlados y que una vez habían recogido a los peces gordos del «Azov», derribaron los aparatos. Hay dos supervivientes, heridos de mucha gravedad. Si se reponen, contarán quiénes iban realmente en los helicópteros y si solo eran dos aparatos o había más y no fueron detectados todos. Hay que tener en cuenta que la milicia no cuenta con medios muy sofisticados de detección de aparatos aéreos puesto que es una fuerza terrestre, y menos los chechenos, que son fuerza de primera línea mientras que la Guardia Nacional rusa es una fuerza de retaguardia, la que asegura la zona. Es decir, que ninguna de estas fuerzas tiene medios sofisticados de detección, simplemente primarios. Aunque hubiese más aparatos, derribar dos ya es un buen porcentaje, al igual que las piezas abatidas.

Una de ellas, ya identificadas, es el número dos del batallón nazi «Azov». Lo más probable es que en los helicópteros fuese o toda o una gran parte de la dirección de esa agrupación nazi, pero hay que esperar aún la confirmación de si solo hubo esos dos helicópteros o más. Uno cayó en el mar y están buscando sus restos, del otro son las fotos. Por lo encontrado, este aparato fue utilizado para misiones de la ONU con toda probabilidad por la documentación que llevaba. Y las banderas en su fuselaje son muy indicativas de por dónde iban las cosas antes de todo.

Que Ucrania decidiese una operación de este tipo, involucrando al menos a tres helicópteros si es que no hubo más, indica el peso y la importancia que para el estado ucraniano tiene el batallón nazi «Azov» y que desacredita, en sí mismo, eso de que no hay nazis en Ucrania. Los hay y con mucho poder e influencia. Aunque ahora, un poco menos.

(Publicado en el blog del autor, el 1 de abril de 2022)

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