Fuente: https://frenteantiimperialista.org/gente-inculta-y-atrasada-el-lince/
Dice un adagio periodístico que el buen periodista es aquel que escribe de todo y no sabe de nada. Aplíquese también a la televisión y a la radio. Si tenéis el mal gusto de hacer caso a esta gente, al menos tened presente el adagio.
Así, desde todos los medios de propaganda en el muy democrático Occidente, sin excepción, desde el comienzo de la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, se nos ha estado machacando con que Putin quiere resucitar la Unión Soviética y su contrario, que quiere hacer lo mismo con el Imperio zarista.
Como estamos en Occidente, tierra de gente inculta y atrasada (como Occidente piensa del resto de pueblos del mundo -eso del jardín y la selva de Borrell-, por lo que hay que aplicar eso de «dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces»), unos se han creído lo primero y otros lo segundo.
Los alemanes han tenido la gran ocurrencia de que los soldados soviéticos enterrados en territorio alemán tienen que ser «reclasificados» y «renombrados». Ya no serían unos cementerios de soldados soviéticos, sino de rusos, ucranianos, osetios, kazajos, bielorrusos, tayicos, uzbekos y así de todas las nacionalidades que componían la URSS. Esto ha sido presentado al gobierno por el director gerente de la Comisión Alemana de Tumbas de Guerra de Hamburgo y quiere que se extienda a todos los cementerios de soldados soviéticos en Alemania. Supongo que es una forma como otra cualquiera de destruir a la URSS que quiere resucitar Putin, a la gran bicha, y ya que los medios de propaganda hablan de «resucitar» hay que evitarlo atacando las tumbas, no vaya a ser que los muertos soviéticos se levanten y arrasen el Occidente colectivo. Lo que no estaría mal, por otra parte.
No se queda aquí la cosa. En Francia tenemos lo contrario. En Sainte-Genevieve-des-Bois, un municipio de la isla de Francia, en la región parisina, el alcalde quiere destruir el cementerio ortodoxo ruso donde están enterrados cerca de 5.000 ciudadanos rusos que huyeron del país tras la revolución de 1917. O sea, que eran zaristas. La excusa es que «las concesiones han expirado». ¿Por qué han expirado? Pues porque en virtud de las sanciones -ilegales, según el derecho internacional- Rusia ya no paga las tumbas con moneda occidental, como venía haciendo hasta ahora.
Como muestra de lo que se hace en Rusia, es decir, de lo que hizo la URSS, aquí tenéis un cementerio de soldados alemanes en el antiguo Stalingrado (hoy Volgogrado). A los rusos no se les ocurre la estupidez de separar a los alemanes de los austriacos, o polacos, o eslovacos, o croatas, y así. Como los nazis españoles de la División Azul. Porque todos ellos formaban parte del III Reich y todos ellos murieron en Stalingrado y otras zonas de la URSS.
Esta es la gente que hay en Occidente, gente inculta y atrasada. ¿Que os parece una exageración? Leed sobre la penúltima tontería que reproducen los medios de propaganda como cualquier cosa: el ministro de Cultura (?) de Italia ha dicho en una entrevista publicada este fin de semana por uno de esos medios de propaganda que Dante Alighieri (1265-1321) «es el fundador de la derecha histórica». Y se queda tan ancho. Y los plumillas, esos que escriben de todo y no saben de nada, ni siquiera le preguntan en qué se basa para decir semejante tontería. A buen seguro porque ni uno ni otros saben lo que escribió Dante, más allá de «La Divina Comedia». Si es que lo saben, algo que dudo. Y doy las gracias a quien me lo ha enviado desde allá.
Es la degeneración absoluta de «la élite dirigente» occidental, y les dejamos, y les dejamos hacer. Por eso no sé quién no tiene remedio, si ellos o nosotros. O tal vez es que somos como ellos, gente inculta y atrasada. A fin de cuentas, esta es la condición mental del Occidente colectivo.
P.D.- Mientras tanto, en otros lugares, y a diferencia de la locura del Occidente colectivo, la cordura se impone: Arabia Saudita ha dicho abiertamente, en boca de su ministro de Finanzas, que «está dispuesta a discutir el comercio petrolífero en monedas diferentes al dólar». Os recuerdo que hace exactamente un mes el presidente chino visitó Arabia Saudita y se reunió con representantes del Consejo de Cooperación del Golfo, de la Liga Árabe y del país anfitrión, por supuesto. Allí dijo muy claramente que «China continuará importando grandes volúmenes de petróleo crudo de los países del Consejo de Cooperación del Golfo, ampliará las importaciones de gas natural licuado, fortalecerá la cooperación en exploración y producción de petróleo y gas, servicios de ingeniería, almacenamiento, transporte y procesamiento, y hará pleno uso de las bolsas nacionales de petróleo y gas de Shanghai como plataforma para los acuerdos en yuanes”.
Pues bien, el camino hacia ello acaba de comenzar cuando los saudíes dan el primer paso. Arabia Saudita ya ve el declive occidental y se mueve en consecuencia. Se inicia la desdolarización del petróleo y no será un proceso largo. Os apuesto a que no llevará más de tres o cinco años. Ese es el plazo que le queda a Occidente para intentar mantener su hegemonía. A partir de ahora se vuelve tremendamente peligroso porque morirá matando(nos). Por eso, entre otras cosas, está echando toda la carne en el asador ucraniano. Literalmente.
Por si fuese poco, India ha anunciado que la compra de petróleo a Rusia es 33 veces mayor que hace un año. El tope de precio que ha querido imponer el Occidente colectivo a Rusia no funciona, pero la ciudadanía europea, en su ignorancia y atraso, lo apoya según el barómetro del Parlamento Europeo.
Y aún más: la Administración General de Aduanas de China ha anunciado que el comercio chino-ruso en 2022 ha sido de 190.270 millones de dólares (es el equivalente, porque se ha usado tanto el rublo como el yuan en ese comercio). Es decir, se ha situado casi en la meta de 200.000 millones que se había previsto alcanzar en el 2024. Y se ha logrado un año antes de lo previsto. Eso supone que el comercio ruso-chino ha aumentado un 30% este año pasado. Si se tiene en cuenta que antes del conflicto del país 404, antes conocido como Ucrania, el comercio entre la UE y Rusia era de 227.000 millones ¿a quién le interesa Europa? No a los rusos, desde luego, porque a esta cifra se va a llegar este año en el comercio ruso-chino.
Con estos datos ¿a quién le importa el Foro de Davos? Por cierto: no hay presente ni un empresario chino y solo hay una representación simbólica de indios (3.000 millones de personas entre los dos países, casi la mitad del planeta), y sin ellos no hay nada que hacer. Entre otras cosas, porque son los dos únicos países que crecen muy por encima del resto según reconoce el propio Banco Mundial. El Foro de Davos es exclusivamente occidental, un desesperado intento de salvar el modo de producción capitalista occidental. No es más. Y eso está en declive.
¿Pruebas? Las de ellos mismos, que no veréis en los incultos, ignorantes y atrasados medios de propaganda occidentales: la 26 Encuesta Anual Global de Directores Ejecutivos, hecha pública justo en el inicio del Foro de Davos, dice que tres de cada cuatro mandamases están convencidos de que la economía global se volverá negativa en los próximos 12 meses, mientras que el 40% teme el impacto de los desafíos de la próxima década. Y coincidiendo con ello, «dos tercios de los economistas, el doble desde septiembre pasado, consideran «extremadamente probable» una recesión global. Todos los economistas entrevistados esperan un crecimiento débil o muy débil en Europa, pero el 91% también hace la misma evaluación para EEUU».
Es lo que tiene la ignorancia, que te hace vivir permanentemente en un mundo que se deshace sin remedio, pero sin que seas (o quieras ser) consciente de ello. Eso me recuerda este acertado cartel de la II República española. Porque con la ignorancia crece el fascismo, y un papel importante en ese crecimiento lo tienen los medios de propaganda de la burguesía.
Adenda.- Hoy hay huelga general en Francia en contra de la reforma de las pensiones, o sea, del aumento de la edad de jubilación. Históricamente no ha habido en Francia una huelga general sin repercusiones políticas. Veremos con esta.
(Publicado en el blog del autor, el 19 de enero de 2023)