El secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, advirtió a Israel contra una operación terrestre en el sur del Líbano durante su discurso del 19 de septiembre y prometió una respuesta “justa” a los ataques terroristas llevados a cabo por la inteligencia israelí en todo el país. durante los últimos dos días. 

En respuesta a las recientes amenazas, Nasrallah se dirigió a los dirigentes israelíes y afirmó que una incursión terrestre en el Líbano no ayudaría a traer de regreso a millas de colonos que han sido evacuados de los asentamientos del norte de Israel. 

“Les digo a Netanyahu ya Gallant que no podrán hacer que los colonos regresen al norte y ese es el desafío que tenemos entre nosotros”, afirmó. “La única manera de lograrlo es detener la agresión contra Gaza y nada más ayudará a lograrlo, ni la escalada militar ni ninguna otra cosa. Más bien, lo que aumentará el desplazamiento de estas personas”.

Nasrallah también respondió a los recientes comentarios hechos por el jefe del Comando Norte del ejército israelí, Ori Gordin, quien pidió una invasión del sur del Líbano y el establecimiento de una zona de amortiguación para facilitar el regreso de los colonos evacuados.

“Este idiota, el comandante de la región norte del ejército enemigo, propuso establecer un cinturón de seguridad”, dijo. “Esperamos que entren en nuestras tierras, lo celebramos… porque… tendremos una oportunidad histórica que… tendrá efectos importantes en esta batalla”.

El líder de la resistencia retrocedió a la historia, haciendo referencia a la invasión israelí del Líbano en 1978 y al establecimiento de una zona de amortiguación en la frontera sur del país, que sirvió como preludio a la invasión de 1982 y a la ocupación que dura años. .

Explicó cómo al comienzo de la invasión de 1982, la resistencia operó contra las fuerzas israelíes dentro de esta zona de amortiguación, y que después de 1992 Hezbolá comenzó a atacar asentamientos al otro lado de la frontera para establecer una ecuación y crear disuasión contra los ataques. israelíes contra civiles libaneses.

“Hoy la situación es diferente”, afirmó. “La resistencia no centrará sus operaciones sólo en el cinturón de seguridad, sino que las operaciones se expandirán tanto dentro del cinturón como dentro de los territorios ocupados… el cinturón de seguridad se convertirá en una trampa… en una gran emboscada… en el infierno [ para el ejército israelí]”, advirtió Nasrallah.

Si el ejército israelí entra en el Líbano, encontrará a “los combatientes de la resistencia que resultaron heridos [durante las masacres en el Líbano esta semana]… [estarán] esperándolos allí porque se han vuelto más decididos”, agregó.

“Gallant y Netanyahu están conduciendo a la entidad enemiga hacia el abismo, y el liderazgo tonto, narcisista e imprudente del enemigo conducirá a esta entidad a un valle profundo”.

El jefe de Hezbolá también entró en detalles de los ataques israelíes al Líbano esta semana, calificándolos de “masacres”.

“El enemigo israelí atacó miles de buscapersonas y violó todas las leyes, normas y líneas rojas. Algunas de las explosiones se produjeron en hospitales, mercados, vías públicas, viviendas y lugares donde había principalmente civiles”, afirmó, y añadió que “se atacaron más de 4.000 buscapersonas y 1.000 walkie talkies”.

Nasrallah señaló que, a pesar de la gravedad de los ataques, Israel fracasó en su objetivo porque pretendía matar a miles de personas de una sola vez. “En dos días, el enemigo israelí quería matar a unas 5.000 personas en dos minutos sin ninguna consideración… eso no sucedió”.

También confirmó que se ha iniciado una investigación exhaustiva sobre los ataques .

“Hemos formado varios comités internos de investigación técnica, tecnológica y de seguridad, que están estudiando todas las hipótesis. Hemos llegado a una conclusión casi definitiva sobre las circunstancias de los atentados, pero estamos esperando confirmarlas”.

“Hemos recibido un duro golpe, pero así es la naturaleza de la guerra”, afirmó, añadiendo que “este golpe grande, pesado y sin precedentes no nos quebrará”.

«Los bombardeos a gran escala no afectaron a la infraestructura de la resistencia y su preparación sobre el terreno era alta para evitar cualquier acción militar o una posible invasión. La infraestructura de la resistencia es grande y cohesionada, y el enemigo debe saber que lo que sucedió no afectó al sistema de liderazgo ni a la presencia en los frentes», afirmó Nasrallah.

Israel se enfrentará a «una dura retribución y un castigo justo, donde lo espera y donde no», continuó diciendo , y agregó: «Hemos recibido mensajes de que el objetivo detrás de este ataque es detener los combates en el frente libanés, y amenazas de que habrá más si no nos detenemos».

Nasrallah confirmó una vez más que las operaciones de Hezbolá no se detendrán hasta que termine la guerra en Gaza y que nada puede separar al frente de apoyo libanés de Gaza.

Mientras Nasrallah hablaba el jueves por la tarde, aviones de guerra israelíes lanzaron explosiones sónicas sobre la capital libanesa.

También se vieron bengalas disparadas desde aviones de guerra israelíes sobre los suburbios del sur de Beirut.