Reproducimos este incisivo artículo de Felicity Arbuthnot de 2018 , a la luz de la promesa de Trump de poner fin a las guerras cuando asuma el cargo. Este importante artículo nos cuenta la trayectoria de la guerra de Israel contra Palestina.
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Fue Cal Parry de la NBC quien resumió la obscenidad de la ignorante y provocadora decisión de Donald Trump de trasladar la embajada de Estados Unidos a Jerusalén Oeste para luego celebrar la inauguración el lunes 14 de mayo: “Funcionarios estadounidenses e israelíes bien vestidos de un lado de la pantalla: desesperación, muerte e incendios del otro”.
En 1948, 700.000 palestinos comenzaron a huir de la ciudad y la región para escapar de las masacres perpetradas por las milicias judías en esa fecha, hace setenta años. Desde entonces se conmemora como el día de la “Nakba” (desastre, catástrofe, cataclismo) que los persigue hasta el día de hoy mientras se roban tierras, se expulsa a familias, se construyen “asentamientos” y se arrasa la historia palestina.
“Cuando comenzó la masacre, los paramilitares tomaron a un niño, lo ataron a un jeep del ejército y lo llevaron por distintos barrios de Jerusalén, diciéndole: ‘Te pasará lo mismo si no te vas’”, dijo Abu Kaya , contando la historia de su abuelo a Middle East Eye. (1)
“… ningún país tiene actualmente su embajada en Jerusalén porque se considera ampliamente que tal medida viola el derecho internacional”.
Más:
‘Según la Resolución 181 de las Naciones Unidas, que en 1947 estableció las condiciones para la partición de Palestina en un “Estado árabe” y un “Estado judío”, Jerusalén sería administrada por la ONU bajo un “régimen internacional especial”.
‘El acuerdo de armisticio de 1949 que puso fin formalmente a la primera guerra árabe-israelí dividió la ciudad a lo largo de la “Línea Verde” en áreas occidentales controladas por Israel y Jerusalén Oriental, en manos de Jordania, que incluía la Ciudad Vieja.’
“La ocupación de Jerusalén Oriental y Cisjordania por Israel desde la guerra árabe-israelí de 1967 es ampliamente reconocida como ilegal y viola otras resoluciones de las Naciones Unidas.
“Para los palestinos, entonces, la soberanía sobre la ciudad no es algo que deban determinar los líderes de otros países, como lo hizo el presidente estadounidense Donald Trump cuando anunció el traslado de la embajada en diciembre”.
En los pocos minutos que me llevó escribir las notas para este artículo, el número de palestinos muertos entre los manifestantes aumentó de veintiocho muertos por disparos de soldados israelíes a cuarenta y tres. El número de heridos aumentó de 1.693 a “casi dos mil”.
Fadi Abo Salah, de 30 años, que perdió ambas piernas en un bombardeo de un avión israelí, fue uno de los que perdieron la vida en su silla de ruedas, que fue blanco de un francotirador israelí, delante de su esposa y sus tres hijos pequeños. (Grupo Palestine Live.)
Israel, que se ha declarado con frecuencia “la única democracia de Oriente Próximo”, llevó a cabo matanzas y prácticas de tiro al blanco muy democráticas. Jóvenes, ancianos, discapacitados, hombres y mujeres, todos tenían el mismo derecho a ser baleados, atacados con francotiradores y gaseados.
La pequeña Laila al-Ghandour , que murió por inhalación de gases lacrimógenos, tenía apenas ocho meses. (The Guardian, 15 de mayo de 2018.)
El periodista Sharif Kouddos registró:
“Gritos de dolor en la casa de la familia de Laila al-Ghandour, de 8 meses, que murió ayer por inhalación de gas. Su tía dice que el gas venía de todas partes, incluso de drones”.
Al final del lunes tuiteó:
“Resulta insoportable presenciar cómo se dispara a un número tan grande de personas desarmadas en tan poco tiempo”, afirma Médicos Sin Fronteras.
Mientras la Embajada festejaba y los visitantes «aplaudían y vitoreaban», los hospitales de Gaza, que ya estaban al borde del colapso como resultado de las restricciones a todos los que entraban a la Franja sitiada (incluida la electricidad, con el agua contaminada) tenían cirujanos operando día y noche, y los heridos eran tratados incluso en los estacionamientos de los hospitales, debido a la abrumadora afluencia de los atacados.
En otro mundo, a sólo sesenta millas de distancia: ‘El embajador de Washington en Israel, David Friedman , se paró en un escenario pintado con la bandera de Estados Unidos y dijo:
“El acontecimiento histórico de hoy se atribuye a la visión, el coraje y la claridad moral de una persona a quien le debemos una enorme y eterna deuda de gratitud: el presidente Donald J. Trump”.
La multitud aplaudió y dio una ovación de pie. (Guardian, 15 de mayo de 2018.)
Las muertes habían aumentado a cincuenta y nueve.
De los ochenta y seis embajadores en Israel, sólo treinta y dos asistieron a la ceremonia, cincuenta y cuatro boicotearon la ceremonia y sólo asistieron cuatro países miembros de la UE. (2)
Además:
“El periódico Haaretz informó que la mayoría de los Estados miembros de la UE no participaron en la ceremonia porque tienen una política firme respecto del traslado de la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Agregó que los embajadores de Rusia, Egipto, India, Japón y México tampoco asistieron a la celebración”.
Las repercusiones no se hicieron esperar. El presidente francés, Emmanuel Macron, en una llamada telefónica al presidente palestino Mahmud Abás y al rey Abdullah de Jordania, condenó la “violencia de las fuerzas armadas israelíes…” y volvió a criticar el traslado de la embajada.
El Rey Abdullah, por supuesto, tiene la custodia de todos los Lugares Sagrados de Jerusalén y: «tiene el derecho de ejercer todos los esfuerzos legales para salvaguardarlos, especialmente la Mezquita Al Aqsa, que se define como «La totalidad de Al Haram Al Sharif». (3) Hasta donde se puede determinar hasta ahora, parece que esta importante, de hecho única, custodia histórica no fue discutida con el Rey o sus representantes, ni siquiera fue considerada por la Administración Trump mientras arrasaban con la diplomacia, la historia y todas las normas en su asentamiento de Jerusalén.
El presidente de Turquía, Erdogan, aliado de la OTAN, ha llamado a consultas a sus embajadores en Israel y Estados Unidos.
Sudáfrica retiró a su Embajador en Israel, con efecto inmediato, mientras continuaban las celebraciones en la Embajada.
Irlanda ha convocado al embajador de Israel para protestar contra la violencia israelí.
Kuwait solicitó una reunión de emergencia de la ONU, pero Estados Unidos la bloqueó. Un borrador de declaración incluía un texto que expresaba “indignación y pesar por el asesinato de civiles palestinos que ejercían su derecho a la protesta pacífica”.
“También reafirmó las resoluciones de la ONU sobre el estatus de Jerusalén, diciendo que los recientes acontecimientos no tenían ‘efecto legal’ bajo el derecho internacional. La declaración fue retirada una vez que Estados Unidos indicó que la bloquearía, dijo un diplomático de la ONU”. (CNN, 15 de mayo de 2018).
Qatar condenó “una masacre” y “asesinatos salvajes”.
Alemania, algo débilmente, expresó su preocupación por la masacre diciendo:
“El derecho a la protesta pacífica debe aplicarse también en Gaza”, afirma una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores
En el Reino Unido, la ministra de Asuntos Exteriores en la sombra del Partido Laborista, Emily Thornberry, en una declaración inusualmente inequívoca, dijo:
“Condenamos sin reservas al gobierno israelí por sus acciones brutales, letales y absolutamente injustificadas en la frontera de Gaza, y nuestros pensamientos están con todos aquellos palestinos en Gaza cuyos seres queridos han sido agredidos o heridos como resultado de ello.
“Estas acciones son aún peores porque no son el resultado de una reacción exagerada y desproporcionada a las protestas de un día, sino la culminación de seis semanas de una política aparentemente sistémica y deliberada de matar y mutilar a manifestantes desarmados y transeúntes que no representan una amenaza para las fuerzas en la frontera de Gaza, muchos de ellos baleados por la espalda, muchos de ellos baleados a cientos de metros de la frontera, y muchos de ellos niños.
“Durante ese período de seis semanas, el Secretario General de la ONU ha pedido una investigación independiente sobre estos incidentes, que determine urgentemente si se ha violado el derecho internacional y obligue al gobierno de Netanyahu a rendir cuentas por sus acciones. El Reino Unido debería liderar los llamamientos para que el Consejo de Seguridad de la ONU ordene hoy una investigación de ese tipo.
“Estos incidentes también deben ser el catalizador de una presión internacional urgente y concertada sobre el gobierno de Netanyahu para que levante el bloqueo a Gaza y ponga fin a la ocupación ilegal de los territorios palestinos por parte de Israel. Netanyahu ya no puede actuar como una ley para sí mismo, bajo la protección de la administración Trump, cuya decisión de trasladar hoy la embajada de Estados Unidos a Jerusalén ha exacerbado aún más la situación”.
Chile, con la mayor población de palestinos fuera del mundo árabe, izó banderas palestinas frente a la entrada principal del Palacio Presidencial de La Moneda.
Sacha Sergio Llorenty Soliz , embajador de Bolivia ante la ONU, leyó los nombres de las víctimas de la masacre de Gaza en la sesión de la ONU, vistiendo una keffiyeh palestina.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha pedido un embargo de armas a Israel y ha pedido que se apoye el llamamiento de Amnistía Internacional a favor de un embargo global de armas a Israel. Amnistía ha condenado:
“…una abominable violación del derecho internacional y de los derechos humanos”.
Zeid bin Ra’ad al-Hussein , Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, afirmó:
“Los responsables de atroces violaciones de los derechos humanos deben rendir cuentas”.
El escritor, presentador y académico Kenan Malik tuiteó:
El número de muertos llegó a sesenta.
Desde la Trumposfera, aportes de Donald Trump:
Sin embargo, en este día de vandalismo diplomático –que el Departamento de Estado de Estados Unidos calificó de “acto histórico”–, el cinco veces evasor del reclutamiento en jefe parece haber vuelto a ser el mismo de antes. El hombre para quien el protagonismo es aparentemente indispensable se quedó en Washington y se dirigió a los presentes en la embajada por vídeo, desde una distancia segura de 9.500 kilómetros, esquivando cualquier posible conflicto, manifestación o disenso. Trump, por supuesto, canceló una visita a Londres en febrero para inaugurar la nueva embajada de Estados Unidos, que también se ha trasladado, al parecer por temor a las protestas masivas previstas durante su estancia.
El hombre que puede amenazar a Irán y a Corea del Norte con “fuego y furia y, francamente, un poder como nunca antes se ha visto en el mundo”, se esconde ante los manifestantes pacíficos con pancartas. No es de extrañar que no tuviera intención de presentarse en Jerusalén, ni siquiera como invitado de honor, rodeado de anillos de acero de seguridad, en una región desestabilizada por Estados Unidos y sus “aliados” durante décadas, mientras la población indígena desarmada simplemente exige justicia a sesenta millas de distancia.
Parece que Donald Trump habla mucho, pero no actúa. Tal vez alguien también le haya dicho que el Armagedón está en Israel (el sitio ahora se llama Megiddo).
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Felicity Arbuthnot, corresponsal de guerra veterana , es investigadora asociada del Centro de Investigación sobre Globalización y editora asociada de Global Research.
Notas
3. https://kingabdullah.jo/en/page/the-hashemites/custodianship-over-holy-sites
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