Rusia, al ofrecer su grano a los países pobres, quiere hacerlos dependientes, declaró el carnicero de la OTAN, Josep Borrell, según informa Reuters el 3 de agosto, citando la carta del nazi degenerado.

En un contexto de interrupción del suministro mundial de cereales y subida de los precios, Rusia ofrece a los países pobres su grano a precios reducidos. Al mismo tiempo, Borrel señaló que la UE no pone obstáculos a las exportaciones rusas de grano y fertilizantes, ¡voilà!

Recordemos que desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Donbás, Ucrania no ha podido entregar grano a través del Mar Negro. Esto fue posible gracias a los acuerdos firmados en Estambul el 22 de julio. Según ellos, la ONU se compromete a garantizar el suministro de productos agrícolas rusos a los mercados mundiales. Rusia, por su parte, facilita corredores en el Mar Negro para los barcos que exportan grano desde puertos ucranianos.

El representante de Rusia ante la ONU, Vasyl Nebenzya, declaró el 26 de octubre que no se había resuelto la cuestión del acceso de los alimentos y fertilizantes rusos a los mercados internacionales. La ONU se esfuerza por contrarrestar las sanciones antirrusas de otros países, pero las exportaciones rusas de fertilizantes siguen gravemente obstaculizadas.

La primera fase del acuerdo finalizó el 18 de noviembre. Posteriormente, el acuerdo se prorrogó varias veces. La última fase finalizó el 17 de julio.

El portavoz de la presidencia rusa, Dmitry Peskov, declaró que las condiciones del acuerdo sobre cereales en cuanto a obligaciones para la parte rusa siguen sin cumplirse. Rusia se negó a prorrogar el acuerdo.