La cumbre de los BRICS ha terminado. Para los sospechosos habituales ha sido un fracaso porque no hay nuevos miembros, un hecho que no solo se daba casi por hecho para «asentar» a los que ya forman parte de este grupo sino porque su funcionamiento exige el consenso para admitir nuevos miembros, y no lo había: Brasil se opuso a Venezuela y Nicaragua, India a Turquía. Así que no quedaba otra que alargar el proceso y dejar que el hielo se funda aún más. Hubo espantadas de los pusilánimes de siempre (Lula, por ejemplo) pero 12 presidentes y primeros ministros (de 35 participantes) fueron suficientes para indicar que el hielo se ha derretido y el viejo mundo (Occidente) ya no puede congelar el nuevo.
Varias son las cosas a tener en cuenta:
a) Rusia está demostrando que está liderando el movimiento por un orden global alternativo. La discusión sobre soberanía alimentaria, inversión en infraestructura y seguridad energética marca el futuro. No hay que correr mucho todavía, puesto que se corre el riesgo de tropezar y caer. Por eso hay que tomar nota de algo importante: Rusia ofreció extender la presidencia del Nuevo Banco de Desarrollo a Dilma Rousseff por dos años más. Es decir, se adelanta a los cambios más que probables que habrá en Brasil para entonces, como han demostrado las municipales con el éxito del neofascismo. Y asegura que en en este tiempo, y con la presidencia de Brasil de los BRICS del año que viene, no le quede otra al pusilánime de Lula de acelerar el proceso de lo que se ha acordado ahora.
b) Rusia se ha convertido una vez más en vital para suavizar los enfrentamientos entre China e India, convirtiéndose en una palanca clave para la gestión de Eurasia, el eje del siglo XXI.
c) El veto real de India y Brasil a la admisión de algunos miembros demuestra que hay que pulir los instrumentos internos. Los dos países han demostrado que, por razones diferentes, han hecho el juego a Occidente. Pero eso pone de manifiesto que los BRICS no son «anti-occidentales».
d) A pesar de ello, EEUU reconoce a los BRICS como «una amenaza real». Todos los participantes ene esta cumbre van a tener un curso acelerado de injerencias a muy corto plazo.
Dicho esto, hay que centrarse en lo que salió de la cumbre. La Declaración de Kazán tiene ni más ni menos que 134 artículos. ¿Qué significa eso? Que los BRICS están cogiendo impulso y carrerrilla, La reunión de China del año 2022 terminó con una declaración que tenía 75 puntos, la del año pasado en Sudáfrica tenía 94. La extensión del documento indica que la intensidad de la interacción de los BRICS está aumentando gradualmente y que el alcance de la cooperación multilateral también se está expandiendo y asentando.
Los BRICS han pasado de ser un grupo de potencias económicas emergentes a un grupo compuesto por países grandes, medianos y pequeños. Su estructura ha cambiado, su distribución geográfica se ha vuelto más amplia, su cultura se ha vuelto más diversa y, lo más importante, su representatividad ha aumentado sustancialmente. Es ya de forma clara una plataforma para el Sur Global. Como resultado, sus necesidades se vuelven más amplias y diversas, y se expande la necesidad de colaboración.
Esto es lo que se ve de una declaración que no se centra únicamente en promover el comercio, sino que va mucho más allá: tiene cuatro partes que definen el nuevo mundo que está en marcha.
(1) Fortalecer el multilateralismo.
(2) Promover la estabilidad y la seguridad global y regional.
(3) Fortalecer la cooperación económica y financiera.
(4) Promover la cooperación entre pueblos e intercambios culturales.
Mi impresión es que hay un equilibrio entre seguridad y desarrollo, que los países BRICS creen que están interrelacionados y son condiciones mutuas, que uno no puede existir sin el otro. Esto significa que los BRICS han decidido deliberadamente mantener un enfoque en cuestiones amplias y no centrar actividades futuras en asuntos más específicos, como simplemente promover el comercio de membresía entre países sino que se posicionan como un importante laboratorio de gobernanza global donde puedan probar nuevos modelos de cooperación multilateral e innovación para abordar la economía, el comercio, las finanzas, la estabilidad estratégica, la no proliferación, la reforma del sistema de las Naciones Unidas, la lucha contra el terrorismo, gestionar el cambio climático, regular la migración transnacional y otras cuestiones clave.
Por lo tanto, los BRICS anuncian que tienen intención de «reformar el orden internacional existente» (dominado por Occidente) y para ello, apuestan por la construcción de «instituciones alternativas eficientes con características BRICS».
Así, exigen reformas institucionales en instituciones multilaterales establecidas como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, al tiempo que establecen alternativas no occidentales como el Nuevo Banco de Desarrollo BRICS. De ahí la importancia de la oferta de Rusia a Rousseff para que aumente su mandato a dos años más.
Pero no se queda ahí la cosa. Se va a mejorar el Acuerdo de Reserva de Contingencia de los BRICS para facilitar y ampliar el uso de las monedas nacionales. Y ello se acompaña de profundizar en el Sistema de Compensación BRICS «con el objetivo de evitar el dólar estadounidense y fortalecer la cooperación financiera en las transacciones de valores entre los países BRICS«.
A partir de ahora se discutirá y estudiará la viabilidad de establecer una «Infraestructura de Liquidación y Depósito de Valores de BRICS». Todo esto significa que los países BRICS están creando un sistema de pagos financieros más independiente que no estará vinculado a una moneda específica. Éste es también el valor de los países BRICS a la hora de reformar el sistema financiero mundial. Estas reformas no se completarán de la noche a la mañana y llevarán cierto tiempo, pero el camino ya ha comenzado como lo demuestra el comercio bilateral entre Rusia y China o Rusia e India. Los países BRICS, al comerciar en sus propias monedas, se ahorran al menos 5.000 millones de dólares al año en comisiones derivadas de utilizar monedas occidentales en el comercio.
Aquí está el quid de la cuestión: establecer un sistema de pagos que pueda respaldar la liquidación en sus propias monedas. El enfoque en la liquidación de moneda local es un enfoque gradual que refleja el estilo moderado de los países BRICS y su énfasis en la “toma de decisiones basada en el consenso”. La ampliación del año pasado y la instauración de los 13 «países socios» pone de relieve cuáles son los siguientes objetivos de los BRICS: reducir los riesgos geopolíticos que plantea el sistema del dólar; reducir los costos de transacción; acelerar la velocidad de liquidación.
Por eso la declaración habla de “instrumentos de pago transfronterizos más eficientes, transparentes, seguros e inclusivos, basados en el principio de minimizar las barreras comerciales y el acceso no discriminatorio”.
La Declaración de Kazán entra a saco en la crítica a las «medidas coercitivas unilaterales ilegales, como las sanciones» no solo por ello, porque son ilegales, sino porque «socavan la Carta de las Naciones Unidas y el sistema de comercio multilateral».
En esos 134 artículos de la declaración se minimiza la crisis del país 404, antes conocido como Ucrania, se habla de Gaza, de Siria, de Haití. Esto no solo muestra que los países BRICS tienen una visión más amplia sobre las cuestiones de seguridad global y que van más allá de Occidente.
Los sospechosos habituales dirán que es demasiado general, vaga, irrelevante. Muy bien, que sigan cerrando los ojos. La importancia de la declaración no solo es lo que contiene, sino que ha sido firmado por miembros y asistentes. Es un mensaje al mundo y aunque no esté en el texto, es una puesta en escena del anti-occidentalismo. A plena vista, sin esconderse. Y aunque, como Brasil e India, haya habido un par de rebeldes. Es claro que en ese anti-occidentalismo hay más y menos entusiasmo, pero es irreversible. Incluso de India.
P.D.- El patetismo occidental en Georgia, como antes en Moldavia (donde ganaron los pro-occidentales por 800 votos de última hora) y antes en Venezuela, dice que las elecciones de ayer fueron fraudulentas porque no ganaron los suyos, exigen la repetición de las elecciones (hasta que ganen los suyos) y amenazan con sanciones. Nada nuevo dentro del «orden internacional basado en reglas». Su orden y sus reglas. Y sus valores.
(Publicado en el blog del autor, el 28 de octubre de 2024)