Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/05/27/mele-m27.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Santiago Guillen, Alejandro López 27.05.23
En España y en toda Europa, la clase dominante está respondiendo a las crecientes protestas sociales y huelgas intensificando la guerra de la OTAN contra Rusia e imponiendo políticas de austeridad en casa. En Francia, millones de trabajadores han protestado en medio de una abrumadora oposición popular al plan del presidente Emmanuel Macron de recortar decenas de miles de millones de euros en las pensiones. Las huelgas contra la austeridad y la inflación están creciendo en Italia, Alemania, Gran Bretaña y España.
Frente a esta situación, el grupo pseudoizquierdista Izquierda Revolucionaria (IR), la antigua sección del Comité por una Internacional de los Trabajadores, está promoviendo a Francia Insumisa (La France Insoumise-LFI) de Jean-Luc Mélenchon, y a Podemos en España. Su objetivo es fortalecer la autoridad de estos partidos de gobierno capitalista y bloquear un movimiento a su izquierda dentro de la clase trabajadora, justo en el momento en que han sido desenmascaradas como herramientas podridas de los bancos y la cúpula militar.
El 22 y 23 de abril, el grupo estudiantil de IR, el Sindicato de Estudiantes, participó en el congreso fundacional de L’Union d’Étudiante, una nueva facción del sindicalismo estudiantil francés respaldado por la LFI de Mélenchon. IR informó: “Tras el Congreso, la delegación del Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria mantuvimos un breve encuentro con Jean-Luc Mélenchon, diputado y dirigente de la Francia Insumisa, que ha jugado un papel muy relevante en esta gran batalla contra Macron.” Añadiendo:
En la conversación con Mélenchon intercambiamos impresiones sobre la importancia para Europa de la rebelión que vive Francia, sobre las perspectivas para el conflicto y las tareas de la izquierda que se reclama revolucionaria y transformadora. Fue una conversación muy cordial y positiva. También conversamos con los dirigentes de la Juventud Insumisa, Aurelien Le Coq y el diputado Louis Boyard, con los que acordamos seguir estrechando relaciones y profundizando la solidaridad y la colaboración.
Tras estás declaraciones, publicaron artículos aclamando que el LFI y Mélenchon recogían “el ímpetu del levantamiento obrero” y se convertían en “un referente para el movimiento, animando a intensificar la movilización y criticando la farsa de la democracia parlamentaria”.
Todas estas declaraciones son mentiras, destinadas a encubrir el papel que juegan LFI y Mélenchon en medio del levantamiento revolucionario en Francia contra los recortes de pensiones de Macron. Mélenchon recibió casi 8 millones de votos en las elecciones presidenciales del año pasado, principalmente en los barrios de clase trabajadora de las principales ciudades de Francia. Desde que comenzaron las huelgas y protestas en enero, Mélenchon se ha negado a pedir a sus votantes que lleven adelante una gran huelga para derrocar a Macron a pesar de que dos tercios de los franceses quieren bloquear la economía con una huelga general.
Mélenchon se ha abstenido de realizar cualquier llamamiento de este tipo, emitiendo en su lugar una propuesta absurda de huelga general dirigida por los dirigentes sindicales, que a su vez no tienen ninguna intención de llamar. Las burocracias sindicales francesas están esperando hasta el 6 de junio, la fecha elegida para las próximas protestas contra los recortes de pensiones de Macron, al tiempo que reinician las conversaciones de medicación con él. El objetivo es sofocar y desmovilizar la lucha que se está desarrollando por parte de los trabajadores contra los ilegítimos recortes de las pensiones llevados a cabo por el Estado capitalista.
El Parti de l’égalité socialiste (PES, Partido Socialista por la Igualdad), la sección francesa del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, ha insistido que los trabajadores no pueden confiar en las burocracias sindicales francesas. A pesar de sus pretensiones de ser más ‘radicales’ que sus homólogos europeos, juegan un papel contrarrevolucionario. En cambio, los trabajadores deben construir comités de base para unir a los trabajadores de toda Europa para derrocar al gobierno de Macron a través de una huelga general y luchar contra la guerra y la inflación.
Tras promover a Mélenchon, IR se vio obligada a dar marcha atrás. En un artículo del 19 de mayo, IR afirmó que el giro de los sindicatos franceses hacia “la moderación ha sido respondido con una “normalización de relaciones” con LFI, que ha supuesto su abandono de una estrategia de confrontación.” Y añadía:
en un momento crítico de la lucha, no parece que los dirigentes de la FI estén dispuestos a poner en marcha una estrategia que les enfrente a la burocracia sindical … En sus últimas declaraciones han levantado la consigna de una Asamblea Constituyente por la VI República. Pero no hablan de República Socialista, sino de un mero Parlamento burgués, eso sí, ‘más democrático’ y con más ‘control del pueblo’ … Realmente compañeros ¿ese es el programa de combate que hoy necesitamos para batir a Macron y la oligarquía?
El artículo es una autoacusación de su propia bancarrota política. También es una advertencia de que IR jugará el mismo papel en España que la de Mélenchon en Francia: ayudar a la burocracia sindical a estrangular cualquier oposición al gobierno capitalista, en el caso español, al gobierno de PSOE-Podemos.
IR que habla en nombre de las capas privilegiadas de la clase media que están dentro y alrededor de la burocracia sindical y Podemos está financiada con cientos de miles de euros por el gobierno PSOE-Podemos a través del Sindicato de Estudiantes, el grupo Feminista Libres y Combativa y la Fundación Federico Engels. IR está aterrorizada ante la perspectiva de que los trabajadores rompan con LFI y Podemos.
El líder de IR, Juan Ignacio Ramos, intervino recientemente para impulsar a Podemos en la lucha fraccional entre este partido y su rival electoral recién creado, Sumar, liderado por la vicepresidenta del gobierno Yolanda Díaz. Bajo el título ‘¿ Sumar ? Yolanda Díaz , la mejor opción del PSOE para destruir a Podemos‘, Ramos promueve ilusiones en que Podemos puede girar repentinamente 180 grados y encabezar un movimiento contra sus propias políticas bélicas y de austeridad. Ramos dice a sus lectores que desde Podemos,
pueden seguir insistiendo en una estrategia que los conduce a una derrota sonada. O pueden rectificar, apelar a su base militante, a la clase obrera y dar la batalla política por levantar una alternativa combativa que no sea gregaria del PSOE, que no acepte con resignación su guión, su política propatronal y proimperialista. Parece difícil, porque eso implica, obviamente, abandonar este Gobierno y encabezar una oposición de izquierda consecuente, impulsar la movilización de masas y quebrar la paz social.
Las afirmaciones de que Podemos puede liderar una ‘oposición de izquierda consecuente’ son tan ridículas como la perspectiva de Mélenchon librando una lucha contra la burocracia sindical. El gobierno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE)-Podemos ha aumentado el número de tanques Leopard II que está enviando a Ucrania y el entrenamiento de sus soldados en Zaragoza, además de aumentar el gasto militar a niveles récord e imponer recortes de pensiones y una reforma laboral reaccionaria que ha ampliado los bajos salarios y la precariedad. Podemos es una herramienta de los bancos y las grandes empresas a favor de la guerra, con un largo historial de implementar rescates bancarios y corporativos de la UE.
Las raíces antitrotskistas de Izquierda Revolucionaria y su orientación hacia Podemos
El apoyo de IR a Podemos y LFI es producto de la tradición pequeñoburguesa y antiobrera que defiende. Esta organización tiene sus raíces en un grupo británico dirigido por Ted Grant que se separó de la Cuarta Internacional a finales de la década de 1940.
Posteriormente, el grupo Grant se convirtió en uno de los promotores más vociferantes del pablismo, contra el cual se formó el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) en 1953. Adaptándose a la estabilización del capitalismo tras la Segunda Guerra Mundial, los pablistas descartaron a la clase obrera como una fuerza revolucionaria independiente. Argumentaron que la burocracia estalinista, los movimientos nacionalistas burgueses en los países coloniales y las burocracias sindicales y socialdemócratas se transformarían bajo la presión de las masas en organizaciones revolucionarias.
El líder trotskista estadounidense James P. Cannon fundó el Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI), lanzando la Carta abierta a los trotskistas de todo el mundo en 1953. El CICI asumió la lucha para defender el trotskismo contra el revisionismo pablista.
Grant y sus seguidores desarrollaron el ‘entrismo’ como una orientación estratégica permanente. Su objetivo no era educar políticamente a los trabajadores a través de una lucha contra las burocracias procapitalistas, sino mantener a los trabajadores radicalizados dentro de los límites del Partido Laborista y las burocracias sindicales.
Hasta día de hoy, IR insiste en que las luchas de los trabajadores y la juventud deben permanecer dentro de límites aceptables para las burocracias sindicales y los estalinistas. De hecho, los orígenes históricos de las IR en España se encuentran durante la transición a la democracia parlamentaria tras la muerte del dictador fascista general Francisco Franco en 1975. Su predecesor, Nuevo Claridad, trabajó como una facción dentro del PSOE, un partido refundado en 1974 para atender mejor las necesidades de los bancos y de la OTAN.
Expulsados del PSOE en la década de 1980, en 2014, IR y el Sindicato de Estudiantes se afiliaron a Izquierda Unida (IU), organización liderada por los estalinistas del Partido Comunista de España (PCE), declarando que “el programa en defensa de un presente y futuro dignos para la juventud, que desde el Sindicato de Estudiantes siempre hemos defendido, coincide en muchos puntos con la propuesta política que se hace desde Izquierda Unida”. En ese momento, IU era una organización totalmente desacreditada tras décadas de apoyar las políticas de austeridad y la guerra del PSOE. El líder de IU, Cayo Lara, incluso entregó personalmente los carnets de afiliados a los miembros de IR.
Meses después, IR y el Sindicato de Estudiantes abandonaron IU para entrar en Podemos después de que ganara más de un millón de votos en las elecciones europeas de mayo de 2014. IR afirmaría que un posible gobierno PSOE-Podemos, finalmente cumplido en 2019, ”representa un acontecimiento de trascendencia histórica y ha levantado enormes expectativas”. Tal gobierno, afirmaban, sería “el resultado de la gran movilización de masas que ha sacudido el Estado español”
Desde entonces, han buscado promover ilusiones en Podemos. En las elecciones autonómicas de Madrid de 2021 se llegó incluso al absurdo cuando los carteles de IR pidiendo el voto para Podemos eran más grandes que los del propio Podemos. En esas elecciones, presumieron de distribuir más de 121.000 panfletos y más de 11.000 carteles pidiendo el voto para Podemos. Esto no impidió la debacle de los morados en esas elecciones.
La alternativa a este entorno derechista y proguerra es el CICI, el movimiento trotskista mundial cuyo objetivo es construir la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base (AIO-CB), independiente de las burocracias sindicales, en una lucha política contra tendencias como Podemos, LFI e IR, y para organizar luchas de trabajadores contra la guerra y la inflación en España y en toda Europa. Secciones del CICI en España y más allá son la vanguardia revolucionaria que debe construirse para oponerse a estos abogados y publicistas pequeñoburgueses de Podemos.
(Publicado originalmente en inglés el 24 de junio de 2023)