El grupo morenista español CRT encubre la austeridad del gobierno de Podemos y su belicismo antirruso

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/05/23/crtt-m23.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws          Alejandro López                                                                                24.05.23

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Tras las filtraciones de documentos del Pentágono que han expuesto aún más la crisis de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, ha estallado un profundo conflicto político en el partido gobernante de España, Podemos, el socio menor del gobierno de coalición dirigido por el Partido Socialista (PSOE), y su periferia pseudoizquierdista. Podemos y su recién fundado rival electoral, Sumar, liderado por la vicepresidenta Yolanda Díaz, han intercambiado críticas tácticas sobre su actuación en la guerra. En estas condiciones, una capa de partidos pseudoizquierdistas de la clase media acomodada está protegiendo a Podemos y Sumar de las críticas a su izquierda para bloquear un movimiento en la clase obrera contra el gobierno capitalista de España.

El grupo morenista Corriente Revolucionaria de Trabajadores y Trabajadoras (CRT), la filial española del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Argentina y Révolution Permanente de Francia, está liderando esta ofensiva política reaccionaria en España. Sin duda, realiza ciertas críticas a las políticas más odiadas de Podemos, conocidas por todos. Pero todo lo que escriben está dictado por un objetivo: impedir que los trabajadores lleguen a la conclusión de que Podemos y Sumar son partidos reaccionarios cuyo gobierno debe ser derrocado.

La CRT está fabricando credenciales de ‘izquierda’ para Podemos y Sumar, manteniendo que todavía pueden implementar reformas nacionales que mejoren las condiciones de la clase trabajadora. Este es la naturaleza de una serie de artículos recientemente publicados en La Izquierda Diario, el sitio de información de la CRT.

El líder de la CRT, Santiago Lupe, publicó un artículo titulado ‘Sumar: un revival neorreformista sin purpurina’, insistiendo que estas fuerzas políticas pueden proporcionar concesiones a los trabajadores. Lupe afirma que Sumar “viene a consolidar el proyecto de restauración del régimen del 78 con un relato ‘progre’, ofrecer algunas migajas y (sobre todo) permitir que se siga gobernando para las grandes del [mercado bursátil] IBEX35 con la menor contestación social”.

En su comunicado del Primero de Mayo, la CRT insiste en que el gobierno de PSOE-Podemos “es la cara amable con la que se ha continuado buena parte de la política económica y social del neoliberalismo y la derecha”.

Contracorriente, la sección juvenil de la CRT, presentó un informe titulado “Juventud, revolución y estrategia socialista”, afirmando que los ‘neorreformistas’ Podemos y Sumar tienen una estrategia para “domesticar” al capitalismo. Estas fuerzas no tienen la intención de ‘vencer’ al capitalismo, nos dicen, “sino crear instituciones dentro del Estado para controlar algunos de sus excesos. Desde nuestra óptica, esta sería la lógica de la estrategia neorreformista […]. En realidad, esta estrategia no se propone construir una sociedad socialista, sino hacer ‘más amable’ el capitalismo”.

La afirmación de CRT de que Sumar y Podemos son partidos ‘neorreformistas’, que gestionan el estado capitalista de una manera más ‘amable’, ofreciendo ‘algunas migajas’ a los trabajadores es políticamente absurda. La CRT está falsificando el carácter del gobierno PSOE-Podemos. Es el gobierno más reaccionario que España ha conocido en décadas, llevando a cabo la guerra contra Rusia en el extranjero y los ataques draconianos contra la clase trabajadora en casa.

Podemos y Sumar han jugado un papel destacado en la guerra de la OTAN, enviando cientos de millones en ayuda militar a Ucrania. Esto incluye lanzacohetes, vehículos blindados y tanques y el entrenamiento de más de 850 soldados ucranianos en suelo español. Armas españolas proporcionadas por Podemos y Sumar han terminado en manos del batallón neonazi Azov.

Mientras la CRT sigue con especulaciones vacías sobre Podemos, el gobierno PSOE-Podemos ha impuesto ataques brutales a la clase trabajadora. Esto incluye recortes de pensiones y una reforma laboral que ha ampliado los bajos salarios y la precariedad; la priorización de los beneficios sobre la vida humana durante la pandemia de COVID-19 que ha costado la vida a más de 160.000 muertes; y el salvaje encarcelamiento y asesinato de migrantes, incluida la infame masacre de 37 refugiados en las fronteras del enclave español de Melilla en África.

Cuando los trabajadores han intentado resistirse a pagar la guerra de la clase dominante y a la austeridad para pagar los rescates bancarios y corporativos, la respuesta por parte del gobierno PSOE-Podemos ha sido la represión violenta. Los trabajadores del metal en la huelga de Cádiz que exigían aumentos salariales por encima de la inflación se enfrentaron a la policía antidisturbios, que los atacó con gases lacrimógenos, porras, balas de goma y el despliegue de un vehículo blindado BMR de 15 toneladas. Los principales sindicatos españoles, afiliados al PSOE o a Podemos, aislaron a los huelguistas e impusieron un convenio que imponía concesiones.

Cuando 75.000 camioneros se declararon en huelga contra el aumento de los precios del combustible en medio de la guerra de la OTAN contra Rusia en Ucrania, el gobierno movilizó a más de 23.000 policías, el mayor despliegue policial y operación de esquirolaje contra una huelga jamás registrada. Continuando con la tradición estalinista de calumniar a todos sus oponentes como fascistas, el gobierno PSOE-Podemos y sus sindicatos afiliados calificaron a los camioneros como un movimiento de extrema derecha.

Contra las huelgas de la sanidad pública y los tripulantes de cabinas, el gobierno PSOE-Podemos ha impuesto fuertes requisitos de servicios mínimos, lo que en la práctica ilegaliza una huelga. Estas medidas se utilizan ahora sistemáticamente contra los trabajadores. Los últimos son 8.000 jueces y fiscales que exigen mejores salarios, y que son amenazados con la ley de servicios mínimos.

La clase capitalista, mientras tanto, ha hecho una fortuna. Las ganancias corporativas aumentaron a 56 mil millones de euros el año pasado, y los ingresos alcanzaron los 629 mil millones de euros, un aumento del 35 por ciento con respecto al año anterior. Los 140 mil millones de euros en fondos de rescate de la UE han contribuido a estos beneficios, junto con la implementación de una austeridad salvaje contra los trabajadores.

Enrique Santiago, secretario general del PCE y secretario de Estado para la Agenda 2030, se jactó con absoluto descaro diciendo: “En la historia de España no ha habido una transferencia de recursos del Estado tan grande a las empresas privadas como la que ha llevado adelante este gobierno.”

Al afirmar contra toda evidencia que Podemos y Sumar son partidos ‘neorreformistas’ que buscan mejorar el nivel de vida de los trabajadores, la CRT está haciendo todo lo posible para empujar a los trabajadores y jóvenes detrás del gobierno PSOE-Podemos. Los cálculos involucrados no son difíciles de ver.

Millones de trabajadores se preparan para entrar en lucha para renovar sus convenios colectivos mientras las burocracias sindicales buscan imponer aumentos salariales muy por debajo de la inflación. Además, la ira de la clase trabajadora se intensificará a medida que el gobierno PSOE-Podemos recorta 24.000 millones de euros en gastos a través de recortes sociales y aumentos de impuestos durante el próximo año – la promesa que ha hecho el gobierno de Pedro Sánchez a Bruselas. La pseudoizquierda está aterrorizada de que este movimiento tome la forma de una revuelta de la clase obrera contra el gobierno de Podemos y contra ellos mismos.

De hecho, una de las razones por las que la CRT falsifica la naturaleza de Podemos es que admitir francamente el papel de Podemos expondría su propio papel como animador de la reacción política. Desde que Podemos fue fundada en 2014, la CRT ha tratado de vincular a los trabajadores con el imperialismo español promoviendo a Podemos y especulando sobre si se desplazaría hacia la izquierda.

Ahora, aterrorizado por la creciente oposición de la clase trabajadora, está denunciando a cualquiera que critique a las burocracias sindicales y a Podemos.

Su organización juvenil afirmó que romper con los sindicatos es una estrategia ‘abstencionista’ y un ‘ purismo sectario que en los hechos desprecia a la clase trabajadora tal cual es’. Denuncian la afirmación de que “el capitalismo no puede dar más concesiones porque está en crisis, lo que hace de los sindicatos instituciones obsoletas. Un argumento unilateral que se choca con la realidad cuando viene un Gobierno como el del PSOE y da pequeñas concesiones como los aumentos del SMI, que son migajas, pero sectores enormes de la clase trabajadora lo consideran un alivio para su situación.”

Los intentos de presentar un aumento del salario mínimo por debajo de la inflación como una concesión ‘neorreformista’ de Podemos a los trabajadores es ridículo. El colapso del nivel de vida de los trabajadores fue admitido incluso por el líder de la CRT, Santiago Lupe, que dijo en su artículo que “Díaz presentó, como ejemplo de lo que se propone hacer, un balance exitista de la legislatura que acaba a base de datos parciales que no aguantan el mínimo contraste con la realidad. Blandió la subida del SMI durante la legislatura, pasando por alto que el 90% de los asalariados han visto caer casi 10 puntos su poder adquisitivo en este mismo periodo.”

La tarea decisiva a la que se enfrentan los trabajadores y la juventud en España es una revuelta política contra el gobierno PSOE-Podemos y sus burocracias sindicales aliadas y satélites pseudoizquierdistas. Esto requiere construir comités de base independientes para movilizar y coordinar las luchas de la clase trabajadora contra las burocracias sindicales y el gobierno PSOE-Podemos y vincularlas a las luchas obreras que están estallando en toda Europa e internacionalmente.

Luchar para construir tal movimiento también requiere construir un partido marxista internacionalista, es decir, trotskista en la clase obrera para oponerse a la guerra imperialista y a los gobiernos capitalistas reaccionarios como es el gobierno español de PSOE-Podemos. Esto significa construir secciones del Comité Internacional de la Cuarta Internacional en España e internacionalmente, contra los defensores de clase media del estado capitalista como la CRT.

(Publicado originalmente en inglés el 22 de mayo de 2023)

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