mpr21 Redacción
En la actual Guerra de Oriente Medio las fuentes ofrecen versiones contradictorias de cada uno de los intercambios. En la operación denominada Promesa Verdadera II, el martes Teherán disparó más de 400 misiles, según algunos, y alrededor de 200 según otros. Según las israelíes fueron 180.
Los militares iraníes no han dicho cuántos misiles dispararon.
Muchos de ellos, incluso todos, fueron interceptados según los propagandistas israelíes, por los sistemas de defensa antiaérea. No hubo muertes, ni tampoco daños según estas fuentes, que se esfuerzan por mantener la imagen de marca de un Israel invulnerable e invencible.
Las fuentes iraníes muestran imágenes de los impactos, pero los inquisidores y cazadores de bulos dicen que son falsas y quieren aparentar que todas ellas son falsas.
La campaña publicitaria de los sionistas, que está haciendo aguas desde el primer minuto, no la hunden los iraníes sino la agencia de noticias Associated Press, que mostró imágenes satelitales de la base aérea de Nevatim, en el sur de Israel que exhibía grandes daños en el techo de varios edificios cerca de la pista principal, con importantes escombros esparcidos en el área.
El ministro de Defensa iraní, el general de brigada Aziz Nasirzadeh, confirmó que la Operación Promesa Verdadera II tuvo más del 90 por ciento de éxito. No había sitios civiles entre los objetivos de Irán y tres bases militares y una base de inteligencia y espionaje del régimen israelí habían sido atacadas.
Nevatim es el hangar de los aviones más avanzados de la Fuerza Aérea de Israel, incluidos los aviones de combate furtivos F-35 Lightning II de producción estadounidense.
Esta enorme base aérea con cuatro pistas cubre aproximadamente 50 kilómetros cuadrados y está situada en el desierto de Negev, a 15 kilómetros al este de Beersheba y 12 kilómetros al norte de Dimona.
Alberga tres escuadrones de aviones de combate furtivos F-35 de fabricación estadounidense, el 140, 116 y 117, así como aviones de transporte C-130, aviones cisterna Boeing 707 y otros aviones de reconocimiento.
Al menos siete vídeos diferentes muestran impactos directos de 20 a 30 misiles balísticos iraníes, que causaron importantes daños a la base y, según algunas fuentes, destruyeron más de 20 aviones de combate.
El mito israelí se hunde un poco más cuando el propio ejército reconoce que algunas de sus bases aéreas fueron alcanzadas por el ataque iraní, diciendo que los edificios de oficinas y otras áreas de mantenimiento en las bases sufrieron daños.
Sin embargo, los intoxicadores afirman que los misiles iraníes no causaron daños a los aviones de combate, drones, otras aeronaves, municiones ni infraestructura crítica. También aseguran que no se había causado ningún daño al funcionamiento de la Fuerza Aérea de Israel.
Los tres sistemas de la defensa antiaérea israelí
Para entender el fracaso del mito, hay que recordar que Israel utiliza tres sistemas de defensa antiaérea para protegerse contra ataques aéreos y de misiles: la Cúpula de Hierro para misiles de corto alcance, la Honda de David para misiles de alcance medio y el sistema Arrow para misiles balísticos de largo alcance. Estos sistemas se activaron e ante el ataque iraní.
A ellos hay que añadir un cuarto: el de los buques de la Armada de Estados Unidos que hay en las costas del Mediterráneo oriental.
La Cúpula de Hierro es el sistema más conocido, pero sólo es el primer nivel de protección, destinado a contrarrestar los ataques de cohetes o misiles de menor alcance. Los otros dos dispositivos están diseñados para interceptar misiles balísticos.
Procedentes de tecnologías israelíes y estadounidenses, estos sistemas se benefician de un apoyo financiero estadounidense que asciende a miles de millones de dólares.
Desde su puesta en funcionamiento en 2011, la Cúpula de Hierro ha interceptado algunos cohetes disparados por Hezbollah y Hamas, con una tasa de éxito de alrededor del 90 por ciento según sus propagandistas.
Diseñado para derribar cohetes o misiles con un alcance de hasta 70 kilómetros, fue desplegado durante los dos ataques iraníes del 13 de abril y el 1 de octubre.
Basándose en las consecuencias de la guerra del Líbano de 2006, el ejército israelí desplegó una primera batería en marzo de 2011 en la zona de Beersheba, a 40 kilómetros de Gaza, seguida de otras nueve, todas móviles y dispersas por el territorio israelí, según un informe del Senado estadounidense de marzo del año pasado.
Una batería consta de tres lanzadores, cada uno de los cuales contiene hasta 20 interceptores. Estos misiles sólo se disparan si el sistema de detección por radar y el ordenador que equipa la batería determinan que el misil enemigo puede impactar en una zona estratégica o urbanizada.
La Cúpula de Hierro fue inicialmente diseñada y fabricada exclusivamente por israelíes, antes de un acuerdo de coproducción firmado con Estados Unidos en marzo de 2014, que desembocó en 2020 en la creación de una empresa conjunta entre la empresa israelí Rafael, en el origen de el proyecto, y el grupo estadounidense Raytheon (ahora RTX).
Estados Unidos también adquirió varias baterías Cúpula de Hierro en 2019.
Por el contrario, el sistema Honda de David apunta a cohetes de largo alcance y misiles de crucero con un alcance de 40 a 300 kilómetros.
Cada lanzador puede transportar hasta 12 misiles, que deberían destruir el misil enemigo sólo con la fuerza de su impacto, según explican los catálogos comerciales de la empresa Rafael, que desarrolló el sistema junto con Raytheon.
Dos baterías Honda de David deberían ser suficientes para cubrir todo el territorio israelí.
En funcionamiento desde abril de 2017, este sistema antiaéreo es el resultado de una coproducción israelí-estadounidense que reúne, como en el caso de la Cúpula de Hierro, a las empresas Rafael y Raytheon.
Perfeccionando una tecnología de finales de los años ochenta resultante de la Iniciativa de Defensa Estratégica estadounidense (conocida como la “Guerra de las Galaxias”) impulsada por Reagan, los sistemas Arrow II y III fueron desarrollados conjuntamente por las empresas estadounidenses Boeing y la israelí Israel Aerospace Industries (IAI).
Israel probó el sistema de misiles balísticos Arrow II en agosto de 2020, que puede interceptar un misil a 500 kilómetros. Arrow III va aún más lejos: con un alcance estimado de 2.400 kilómetros, su objetivo es contrarrestar los misiles balísticos que operan más allá de la atmósfera (es decir, aproximadamente a más de 100 kilómetros de altitud). Israel lo probó con éxito en enero de 2022.
Según la empresa IAI, los misiles de los sistemas Arrow 2 y 3 fueron activados el martes por la tarde para tratar de contrarrestar el ataque aéreo iraní.
La Operación Promesa Verdadera II
El desarrollo conjunto entre Estados Unidos e Israel de los sistemas Arrow durante los últimos 25 años costó miles de millones de dólares y anteriormente se promocionaba como 99 por cien efectivo. Basándose en la buena publicidad del armamento, el año pasado Israel consiguió un contrato de exportación de 3.500 millones de dólares con Alemania, lo que marcó la mayor venta militar de su historia.
El bombardeo iraní del martes ha mostrado que la buena imagen de marca del armamento israelí no se corresponde con la realildad. Los sistemas de defensa aérea israelí fueron desarrollados para interceptar misiles balísticos obsoletos y no son capaces de hacer frente a salvas de misiles de maniobra o incluso a tipos hipersónicos aislados.
La Operación Promesa Verdadera II lanzada por las fuerzas armadas iraníes contra los territorios ocupados por Israel ha demostrado -una vez más- la ineficacia de los sistemas de defensa aérea israelíes. Ya fallaron en abril y volvieron a fallar durante el único ataque con misiles hipersónicos de Yemen contra Tel Aviv a mediados de septiembre.
Particularmente estrepitoso es el caso de la base aérea de Nevatim, donde casi 30 ojivas alcanzaron simultáneamente el objetivo en cuestión de segundos. No e puede hablar de “fallo” porque no hubo ningún intento visible de interceptación de los misiles.
Según un comunicado del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, casi el 90 por ciento de los misiles penetraron con éxito las defensas aéreas para alcanzar el objetivo.
En Irán, imágenes privadas compartidas en las redes sociales mostraron una salva de misiles cerca de Kermanshah, otra cerca de Tabriz y una tercera cerca de Shiraz.
Cientos de ataques directos en los territorios ocupados por Israel, muchos de los cuales afectaron a la base aérea de Nevatim, la base aérea de Tel Nof, la base aérea de Hatzerim y la sede del Mosad en Tel Aviv.
Algunas fuentes sugieren que uno de los impactos directos en la base aérea de Tel Nof con explosiones secundarias visibles fue en realidad la batería Arrow con radar.