El Frelimo ha sido el partido gobernante de Mozambique desde que obtuvo su independencia de Portugal en 1975, mientras que el Renamo ha sido la oposición oficial desde el fin de la guerra civil. Pero tras las recientes elecciones, las cosas están a punto de cambiar.
El 9 de octubre, los mozambiqueños ejercieron su derecho al voto en las séptimas elecciones generales del país desde 1994. Sin embargo, los observadores locales e internacionales, incluida la Plataforma de Observación Electoral Mais Integridade y la Misión de Observación Electoral de la UE en Mozambique , señalan un proceso electoral empañado por irregularidades, como el fraude electoral, la presencia de observadores falsos registrados por el Frelimo y votantes fantasma. En este contexto, Venâncio Mondlane, respaldado por el partido Podemos, emerge como la segunda fuerza electoral en la historia del país que desafía tanto al Frelimo, el partido en el poder desde la independencia, como al Renamo, el principal partido de la oposición desde 1994.
Mondlane comenzó su carrera política en 2013 en el Movimiento Democrático de Mozambique (MDM), un partido minoritario de oposición fundado en 2009. Tras la muerte del líder histórico de Renamo, Afonso Dhlakama, en 2018, Mondlane se pasó a Renamo y se adjudicó la victoria en las elecciones municipales de 2023 para la ciudad de Maputo. Si bien los recuentos paralelos dieron a Mondlane una mayoría de alrededor del 50 por ciento de los votos, los organismos oficiales dieron las mismas cifras al Frelimo. En este contexto, Mondlane se destaca como uno de los principales exponentes de la llamada Revolución Azul (en referencia al color de Renamo), una serie de protestas y manifestaciones con gran movilización y participación de jóvenes mozambiqueños. Muchas de estas manifestaciones tomaron como lema el título de la canción del fallecido rapero Azagaia “Povo no Poder” (Pueblo en el poder) y fueron violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad mozambiqueñas.
Tras una lucha interna de poder con el actual líder del Renamo, Ossufo Momade, Mondlane abandonó el partido. Impedido de presentarse a las elecciones apoyado por la Coligação Aliança Democrática (CAD), Podemos respaldó su candidatura. Mondlane ha reivindicado la victoria basándose en recuentos paralelos en unas elecciones presidenciales en las que irregularidades electorales ampliamente denunciadas han manchado al Frelimo y el Renamo ha perdido su posición como líder de la oposición. El resultado es la debilidad del Renamo como oposición con una histórica sed de poder y la fragilidad del Frelimo como centro de poder que ha concentrado y distribuido el acceso a los recursos del Estado. Por último, hay un Podemos fortalecido que está rompiendo de forma inédita con una disputa democrática basada en la histórica rivalidad bipartidista entre Frelimo y Renamo.
En un sentido más amplio, Mondlane encarna y refleja una de las cuestiones centrales del proceso de reconciliación mozambiqueño : la inclusión política, o la falta de ella. Una breve incursión en la historia ayudará a contextualizarla.
Mozambique y su pueblo han vivido casi treinta años de guerra continua: la lucha de liberación contra el colonialismo portugués (1964-1974) y la guerra civil de 16 años entre Frelimo y Renamo (1976-1992). Estas guerras dejaron un país en ruinas, una población marcada por el dolor y el sufrimiento en sus cuerpos y recuerdos, y un enorme potencial de violencia. Con la esperanza de una reconciliación, los líderes de Frelimo y Renamo firmaron y aprobaron tres acuerdos de paz sucesivos y leyes de amnistía en 1992, 2014 y 2019. En el centro del conflicto entre estas fuerzas políticas se encuentra la mencionada inclusión política, o la falta de ella, que se ha manifestado a lo largo de los años en diversas disputas, como el proceso de descentralización política y la despartidarização (despolitización) del Estado mozambiqueño. Estos procesos han estado permeados por irregularidades electorales recurrentes y el creciente control del Frelimo sobre las instituciones electorales, lo que ha garantizado su permanencia en el poder.
Dos episodios ilustran el limitado acceso a la representación política en Mozambique para quienes están fuera del círculo privilegiado de Frelimo. El primero se refiere a las elecciones generales de 1999, cuando Joaquim Chissano fue reelegido con un margen de sólo 200.000 votos sobre el líder de Renamo, Afonso Dhlakama, en un proceso electoral en el que 600.000 votos fueron declarados nulos. Renamo y su líder rechazaron este resultado y todos los demás que siguieron. Para muchos miembros de Renamo y sus partidarios, la victoria de Renamo fue robada sobre la base de un fraude electoral.
El segundo episodio se produjo tras el Acuerdo sobre el Cese Definitivo de las Hostilidades Militares firmado poco antes de las elecciones generales de 2014. La Renamo impugnó enérgicamente los resultados electorales, acusando al Frelimo de fraude y exigió el derecho a nombrar gobernadores en las cinco provincias centrales donde Dhlakama había obtenido la mayoría de los votos presidenciales (Nampula, Tete, Zambézia, Sofala y Manica). A falta de un compromiso entre el Frelimo y la Renamo, se reanudaron los ataques armados y no se firmó un nuevo acuerdo de paz hasta 2019.
En este contexto, Mondlane rompió con la histórica rivalidad bipartidista de Mozambique y volvió a poner de relieve la cuestión de la exclusión política. Es en este contexto que el presidente Filipe Nyusi termina su mandato bajo el espectro de la violencia política, tras los asesinatos de Elvino Dias y Paulo Guambe, líderes del CAD y Podemos, respectivamente. El proceso de reconciliación que ha liderado en nombre del Frelimo en el marco del Acuerdo de Maputo, firmado en 2019, también está amenazado. Si bien el proceso de desmovilización, desarme y reintegración, parte integral de este acuerdo, ha suscitado esperanzas (aunque limitadas), las irregularidades en las elecciones de 2023 y 2024 arrojan una sombra, sugiriendo un mayor deterioro del acceso a la representación política y una escalada hacia la eliminación física del “enemigo”.
Acerca del autor
Natália Bueno es investigadora del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coímbra y autora de Reconciliation Operationalized in Mozambique. Charting Inclusion, Truth, and, Justice, 1992–2022, Lexington Books (próximamente).
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