mpr21 Redacción
El capitán de la marina mercante libanesa, Imad Amhaz, fue secuestrado a principios de este mes en Batroun, una ciudad costera en el norte de Líbano. Un comando de 25 miembros de la unidad de élite israelí “Shayetet 13” llevó a cabo una incursión marítima y secuestró a Amhaz en un apartamento.
Sus captores aseguran que es el “comandante naval” de Hezbollah y participaba en una guerra de inteligencia contra el ejército israelí, estudiando el despliegue del enemigo en el mar y las montañas.
El jefe adjunto del consejo político de Hezbollah, Mahmoud Qamati, rechazó la afiliación de Amhaz al movimiento de resistencia libanés.
La familia también niega las acusaciones israelíes. El padre de Amhaz, Fadel Amhaz, insiste en que su hijo es un capitán de barco civil que estaba en Batroun asistiendo a un curso en el Instituto Mersati de Ciencias Marinas.
Desde 2013 Amhaz ha seguido allí varias cursos de formación, trabajando a bordo de barcos civiles que transportan generalmente ganado o automóviles, lejos de cualquier compromiso político. “Pasa la mayor parte de su tiempo en el mar, no está afiliado a ningún partido político y simplemente evita la política. Está casado, tiene tres hijos y mantiene a sus padres”, dice su padre.
La investigación de la policía libanesa revela que el ejército israelí bombardeó el edificio donde vivía Amhaz en Qmatiyeh, Monte Líbano. Pero no se consideró un objetivo y rápidamente trasladó a su familia (su esposa y sus tres hijos) a un apartamento en el barrio de Jnah.
También se supo que se hicieron llamadas desde números extranjeros, incluidos israelíes, al teléfono de Amhaz, pero él no respondió, tratándolas como spam. Ninguno de estos incidentes llevó a Amhaz a considerarse un objetivo potencial ni a tomar medidas de seguridad, y continuó viviendo en un apartamento alquilado a unas decenas de metros del mar.
¿Vigila Alemania las costas libanesa y deja hacer a los terroristas israelíes?
El secuestro ha provocado indignación en Líbano, y muchos culpan al contingente alemán de las tropas de la ONU (FPNUL) por no haber vigilado las costas del país contra la infiltración de un comando israelí. Algunos van más allá: los alemanes se coordinaron con los terroristas israelíes para secuestrar al libanés.
El padre de Amhaz responsabiliza al gobierno libanés y a las fuerzas alemanas de permitir el secuestro de su hijo. Insta al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y a la FPNUL a intervenir y garantizar el regreso sano y salvo de su hijo.
El diario británico prosionista The Telegraph, conocido por sus bulos sobre Líbano, sugiere que Amhaz podría ser un “agente doble” cuyo secuestro sería un dramático intento por parte de Israel de protegerlo.
Los secuestros de Tel Aviv no son nuevos. En abril de este año, un escuadrón de la muerte israelí se infiltró en Líbano para atacar a un comerciante de divisas, Hussein Srour, acusado de transferir fondos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (CGRI) a Gaza. El escuadrón atrajo a Srour a una villa de Monte Líbano, Beit Mery, donde lo secuestraron, torturaron, interrogaron y finalmente ejecutaron, mientras grababan el acto espantoso para sus superiores en Israel.
En 2006, durante la guerra de Israel contra Líbano, las fuerzas de ocupación atacaron Baalbek y creyeron capturar al difunto dirigente de Hezbollah, Hassan Nasrallah, antes de descubrir que se trataba de un error. Luego los israelíes descubrieron que habían detenido a un yesero con el mismo nombre en una operación fallida que rápidamente se convirtió en objeto de burla. Afortunadamente lo liberaron poco después.
En septiembre de 1997, 17 soldados israelíes de la mencionada unidad Shayetet 13 se infiltraron en la ciudad de Ansariya, en el sur de Líbano, para secuestrar a un alto oficial de inteligencia de Hezbollah, Hussein Ali Hazimeh, también conocido como “Hajj Murtada”.
Pero, advertido por imágenes de drones interceptadas, Hezbollah preparó una emboscada. Cuando los comandos israelíes cayeron en la trampa, la resistencia libanesa abrió fuego, matando a 11 de ellos, mientras que los otros seis lograron escapar.
El Mosad israelí también ha llevado a cabo secuestros más allá de las fronteras de Líbano. En octubre de 2021 secuestraron a un oficial retirado de la Guardia Revolucionaria iraní en Damasco, mientras caminaba cerca de la embajada en la capital siria. Transportado a Tel Aviv para ser interrogado, fue liberado en Sudáfrica.
Entonces, el Mosad buscaba activamente información sobre el piloto israelí desaparecido Ron Arad, cuyo avión fue derribado sobre Líbano en 1986. El entonces primer ministro israelí, Naftali Bennett, admitió que tras la operación de secuestro en Siria no había aportado ninguna información nueva.
En otro oscuro episodio, agentes de inteligencia israelíes secuestraron a un ingeniero agrícola libanés en Camboya, sospechando que tenía vínculos con Hezbollah. Una vez más, después de intensos e infructuosos interrogatorios, finalmente fue liberado en Tailandia.
La estrategia naval de Hezbollah bajo escrutinio
En cuanto a Imad Ahmaz, el periódico israelí Maariv informa que el capitán secuestrado tiene un alto valor de inteligencia y dice que su captura podría perturbar las actividades de la unidad naval de Hezbollah, un brazo militar estratégico que podría amenazar los yacimientos petrolíferos de las costas de Israel.
Según Maariv, Hezbollah identificó las plataformas como objetivos legítimos y ha desarrollado capacidades ofensivas avanzadas –incluidos misiles costeros y drones– para atacar los activos energéticos de Israel. Pero incluso si estas afirmaciones fueran ciertas, el papel de Amhaz no sería ni único ni crucial: simplemente sería parte de una lucha más amplia y en curso para defender Líbano.
Para Líbano es importante saber lo que hará una FPNUL cómplice y un ejército libanés pasivo, que no hacen frente a las acciones terroristas israelíes.
—https://thecradle.co/articles/israels-weird-abduction-of-a-lebanese-sea-captain