El ejército del pogrom – Ramón Pedregal

 

1. Sus actos nos echan los cuerpos de sus víctimas a las caras para que nos entre en las cabezas que son como lo que hacen. Todo el neofascismo se ha concentrado en el ejército del pogrom en el gueto Palestina-Gaza, hemos visto a los invasores estrellando a los bebes contra las paredes de una casa, lanzando perros furiosos contra ancianos y disminuidos, fusilando médicos que asistían a los heridos en un hospital, incendiando camiones con ayuda alimentaria para la población que muere de hambre y sed, robando la insulina de los transportes que luego destruyen, enterrando vivos a los gazaties, hombres, mujeres niños, hemos visto gentes aplastados por los tanques, las cabezas, brazos, piernas, huesos, cuerpos desmembradas, los partes de los cuerpos aplastados de niños, mujeres, ancianos, asomando bajo las ruinas producidas por los bombardeos, cuerpos de todas las edades quemados por las bombas incendiarias, irreconocibles, retorcidos, negros como el carbón, cuerpos que han debido de pesar para saber su edad aproximada, miles y miles envueltos en sábanas, Gaza el mayor cementerio del mundo para los NIÑOS.

Los criminales quieren que nos entre en la cabeza que son como lo que hacen. Los asesinados superan con mucho los muertos en los países envueltos en guerras anteriores, las cifras oficiales del gobierno palestino estremecen: 18.000 niños y niñas muertos, y otros 17.000 huérfanos, ya se ha sobrepasado la cifra de 50.000 muertos y 100.000 heridos, pero las organizaciones civiles de ayuda al Pueblo Palestino hacen un conteo que multiplica por cuatro esas mismas cifras. ¿Hay algún organismo que pueda ponerlas de manera proporcional en un país europeo, en reino unido, en eeuu?, ellos son los pagadores del ejército que comete los crímenes mencionados y otros mucho más horribles. Sus autores se dirigen al resto de la población mundial, solo quieren que nos entre en las cabezas que son como lo que hacen, el fin es que no sintamos, que no nos rebelemos contra la mugre neonazi, que normalicemos en nuestra vida el silencio y la ignorancia y así participemos, colaboremos, nos integremos en su plan de hacer retroceder a los pueblos trabajadores: neoesclavos bajo neofascistas.

2. He mencionado algunos de sus crímenes en Gaza y Cisjordania, pero si ustedes son capaces de pensar y sentir todavía, pueden saber que los actos perversos de esos grandes criminales y su propósito no caben aquí, les recojo información de los mismos medios de difusión que emplean en el ente colonial, en los medios en que se pronuncian sin encubrimientos: el 90% de la población colonial clama para que se extermine al Pueblo Palestino, en una entrevista de radio y televisada a un participante de semejante postura se le escuchó decir entre las risas del entrevistador y las de él mismo: Todos los que conozco, familiares, amigos, vecinos, los que trabajan conmigo, están de acuerdo con que se extermine a los Palestinos. Si yo tuviese un botón con el que se pudiese eliminar a todos lo apretaría inmediatamente, y la única condición que pondría, yo y todos, es que no se supiese que habíamos sido nosotros. Pero como no tengo el botón, entonces que el ejército acabe con ellos. Yo mataría a los niños con mis manos.

Han leído bien. Sepan otro dato: Los manifestantes contra Netanyahu no piden el fin del exterminio, del genocidio, piden que se negocie el intercambio de prisioneros, para luego continuar. Piden que dimita Netanyahu, que lo cambien por otro quienes ponen y quitan, pero no piden que desaparezca el orden sostenido en la matanza humana.

3.Ustedes saben que los invasores, los escuadrones de la muerte, el ejército proxi, es alimentado con armas, dinero y protección política y propaganda por … ¿quienes?: los mencionados europa, reino unido, eeuu, que si alguno de sus organismos pusiese en cifras proporcionales los asesinados en Gaza sobre el estado español, francés, alemán, belga, sueco, … cualquiera de los que han crecido con el robo a otros, entonces tendríamos los gritos de espanto llenando libros, películas, museos, y toda la mafia estaría aullando en los medios de que disponen para la difusión de propaganda. Párese a pensar, no deje que se apoyen en su silencio, en su inacción.

Hay una responsabilidad que atañe a la parte del mundo civilizado, clase trabajadora, que construye, el mundo que nos representa, pensante, y que trata la realidad con razón y nervio, y es que debe sacar conclusiones al ver a los sanguinarios llevando la bandera de los dos triángulos cruzados entre dos franjas azules, que el genocidio lo cometen para someter a todos los piensan y sienten, que su plan de acción es matarnos la capacidad sensorial y de acción.

4.El plan estaba escrito por sus ideólogos, aquí les muestro el propósito de su dirigente Jabotinsky expuesto en su artículo El muro de hierro, escrito en 1923: La colonización sionista se debe terminar o implementar contra los deseos de la población nativa. Esta colonización puede, por tanto, continuar y desarrollar sólo bajo la protección de una fuerza independiente de la población local, un muro de hierro que la población nativa no pueda romper. Esta es, al completo, nuestra política hacia los árabes. …Una reconciliación voluntaria con los árabes está fuera de cuestión ahora o en el futuro cercano.

Si quieres colonizar una tierra en la que ya hay un pueblo habitando, debes procurar una guarnición militar para esa tierra, o encontrar algún “hombre rico” o benefactor que provea una guarnición de tu parte. De lo contrario hay que cejar en el empeño, porque sin una fuerza armada que convierta en físicamente imposible cualquier intento de destruir o evitar esta colonización, la colonización es imposible, no “difícil” ni “peligrosa”, sino ¡IMPOSIBLE! …El sionismo es una aventura colonizadora y en consecuencia se mantiene o cae por la cuestión de la fuerza armada.

En 1935 el periodista Robert Gessler expuso en el periódico New Masses la entrevista que hizo a Jabotinsky, y en ella destacó la siguiente declaración: Queremos un imperio judío. Igual que el italiano o el francés en el Mediterráneo queremos un imperio judío.

El ejército del pogrom – Ramón Pedregal

 

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