Durante las últimas dos décadas el ejército de China ha experimentado una transformación acelerada, estableciéndose como una fuerza a tener en cuenta en el escenario internacional gracias a un aumento en su gasto en defensa y a importantes avances tecnológicos. La mayor presencia militar se manifiesta con el desarrollo de sus submarinos de misiles balísticos nucleares Tipo 096, que marcan un progreso notable en la tecnología naval; pero también gracias a una Armada que crece de forma imparable.

Ahora China ha dado un nuevo paso con el desarrollo de drones armados con microondas que superan la potencia de fuego de este tipo de equipos. Esta innovación podría alterar las tácticas militares.

Tradicionalmente los dispositivos de microondas de alta potencia requieren equipos pesados ​​y voluminosos, lo que limita su uso a los ejércitos más poderosos. Sin embargo, la nueva tecnología china es más accesible, lo que pone la guerra electrónica al alcance de fuerzas más pequeñas. Encabezado por el profesor Li Jianbing, el equipo de investigación no reveló detalles exactos sobre el tamaño y peso del arma, pero asegura que está diseñada para adaptarse a diferentes tipos de drones.

Esta arma de microondas destaca por su capacidad de operar en un amplio rango de frecuencias, superando los límites de las tecnologías anteriores. También sirve como radar, aumentando la versatilidad de los drones que ahora pueden detectar objetivos terrestres, marítimos o aéreos mientras interfieren los radares y las comunicaciones del adversario. Integrar múltiples funciones en un espacio tan pequeño representó un gran desafío, pero el equipo innovó con el tubo de ondas viajeras, que funciona como generador de microondas y antena ultrasensible.

Agregar estas armas a los drones le proporciona al ejército chino una ventaja táctica significativa, particularmente en áreas clave como el Mar de China Meridional y Taiwán. Estas armas complementan las capacidades ofensivas chinas, fortaleciendo así su lugar en la guerra electrónica.

Al considerar el despliegue de estas armas en aviones hipersónicos y otras plataformas del espacio cercano, China busca expandir su presencia de guerra electrónica a escala mundial, lo que supone un importante desafío para países como Estados Unidos, Japón, Corea del sur o Australia.

China remodela la actual balanza internacional de fuerzas, obligando a Estados Unidos a reconsiderar su estrategia en el Extremo Oriente. También demuestra el deseo del gobierno de Pekín de posicionarse como potencia en el campo de la defensa.