El conflicto ruso-ucraniano amenaza con extenderse a África

 

Mali, Níger y Burkina Faso reclamaron al Consejo de Seguridad de la ONU que tome medidas contra Ucrania por apoyar al terrorismo en la región del Sahel y proporcionar armas y entrenamiento a grupos insurgentes Tuareg.

En una carta conjunta, los gobiernos de Mali, Níger y Burkina Faso expresaron su condena hacia Ucrania, señalando su presunto apoyo y glorificación del terrorismo en la región del Sahel. 

En la misiva, los países africanos solicitan al Consejo de Seguridad de la ONU “que asuma su responsabilidad con respecto a la elección deliberada de Ucrania de apoyar al terrorismo en África, particularmente en la región del Sahel».

La situación tiene lugar luego de que medios franceses informaron que terroristas de grupos separatistas malienses habían viajado a Ucrania para recibir entrenamiento militar.

En respuesta, Mali rompió relaciones diplomáticas con Ucrania el 5 de agosto, seguido por Níger, que hizo lo mismo el 8 de agosto.

En tanto, este martes numerosos manifestantes se congregaron frente a la embajada de Ucrania en Senegal, exigiendo la expulsión del embajador ucraniano Yuri Pivovárov a quien señalan por apoyar abiertamente un reciente ataque contra el ejército de Mali en la región de Tinzawatene, parcialmente ocupada por yihadistas y rebeldes. 

 

El ataque fue realizado por una alianza rebelde-terrorista que ha realizado una serie de ataques contra  contingentes del ejército maliense respaldado por combatientes de Wagner, grupo militar vinculado a Moscú. En la emboscada, decenas de soldados malienses y combatientes de Wagner fueron muertos o capturados.

Este conflicto local en el Sahel se enmarca en una estrategia más amplia, en la que Ucrania, con el apoyo de Estados Unidos y otros países occidentales que según indican diferentes analistas especializados, tiene por objetivo abrir un nuevo frente contra Rusia en África.

Desde el inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania en 2022, Occidente ha proporcionado un apoyo significativo a Ucrania, tanto en términos de armamento como de asistencia técnica. Este apoyo ha permitido a Ucrania no solo resistir la invasión rusa, sino también extender su influencia a otras regiones conflictivas, como África.

La participación de Ucrania en conflictos africanos, como el de Mali, sugiere un intento de socavar la presencia rusa en el continente, donde Moscú ha mantenido una relación estrecha con varios gobiernos, incluidos aquellos de Mali y Sudán. Este desarrollo plantea la posibilidad de que África se convierta en un campo de batalla en la lucha de poder global entre Rusia y Occidente.

Fuente. TeleSUR.

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