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[Esta es una actualización del 27 de mayo de 2024 de una entrevista concedida a la agencia de noticias iraní Qods hace unos siete días; consulte el texto completo a continuación.]
La actualización reflexiona sobre el ataque sionista-israelí más horrendo en Gaza; más vil, más atroz que cualquier cosa que haya sucedido antes, que ya era insoportable: atacar a mujeres y niños, mutilarlos, quemarlos, decapitarlos, destrozarlos con bombas incendiarias colocadas en la poca comida que recibían los habitantes de Gaza, un horror sin fin.
Sin embargo, lo que supera al pasado es un nivel aún más horrible de matanza llevada a cabo por el Israel sionista a través de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel). En mitad de la noche, mientras la gente intentaba dormir en sus tiendas de campaña para refugiados en las ciudades de los alrededores y en Rafah, más de un millón de personas se apiñaban en la frontera con Egipto, en el lugar con diferencia más densamente poblado del planeta (menos de 2 metros cuadrados). / persona), Netanyahu ordenó lo que bien podría ser el bombardeo final de Rafah: la matanza final.
Incluso los medios occidentales informan que más de 60 personas murieron en un solo ataque aéreo; en realidad, probablemente hay cientos, si no miles, que perecen en las llamas. Y los bombardeos, los disparos y las decapitaciones continúan, sin piedad.
Vea este videoclip de 15 segundos de un hombre cargando a un niño de tres años.
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Sin palabras.
¿O fue este ataque indescriptible con bombas incendiarias contra familias inocentes que dormían en tiendas de campaña para refugiados un ritual diabólico? Mira esto.
El final del juego de Netanyahu.
La pregunta es, ¿de quién es el final?
A juzgar por la reacción del mundo, y a juzgar por lo que el 99% de la población mundial o más quiere ver, esto bien puede ser –y esperemos que lo sea– el resurgimiento de Palestina, en su territorio –y sin la ilegal, brutal y, sí, el diabólico asentamiento Leviatán, llamado Israel.
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Esta es la entrevista original con la agencia de noticias Qods de Irán .
En primer lugar, mi más sincero pésame, mi pesar personal y mi profundo pesar por la muerte del Presidente Ebrahim Raisi y del Ministro de Asuntos Exteriores Hossein Amirabdollahian y otras personalidades políticas que murieron en un accidente de helicóptero, en el que murieron los nueve ocupantes.
Tanto el Presidente Raisi como el Ministro de Asuntos Exteriores Amirabdollahian fueron firmes partidarios y defensores comprometidos de Palestina y de los derechos de los palestinos.
Sin duda, las investigaciones revelarán la verdad sobre el desastre del helicóptero.
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Agencia de Noticias Qods (QNA): ¿Cuáles son los impactos de las protestas universitarias en las políticas estadounidenses?
Peter Koenig (PK): Es importante saber que la mayoría de estas protestas estudiantiles en todo el mundo occidental fueron financiadas por la Soros Open Society Foundation . El mismísimo Soros, el maestro detrás de la notoria y criminal agenda Woke.
En las protestas de la mayoría de las universidades estadounidenses, no es difícil ver que hay interferencia externa, cuando se miran los campamentos de tiendas de campaña, todas las mismas tiendas de campaña uniformadas en las principales universidades estadounidenses. En muchos casos se informó (por ejemplo, en RT News) que hasta un tercio, tal vez incluso más, de los estudiantes que protestaban en los campus de las principales universidades ni siquiera eran estudiantes de esas universidades, o no eran estudiantes en absoluto: Se les pagaron sumas de dinero bastante considerables para protestar, para perturbar primero las universidades estadounidenses y luego también las europeas.
Más tarde, es posible que haya habido un impacto de imitación en el trabajo, lo que significa que los estudiantes de universidades menos conocidas también protestaron.
A primera vista, el impacto fue grande. Sin embargo, en el momento en que comenzaron, ya una gran mayoría de personas en todo el mundo apoyaban a Palestina y estaban claramente en contra de las feroces atrocidades que Israel está cometiendo en Gaza.
Por lo tanto, las protestas tuvieron poco significado para el movimiento antiisraelí, porque el movimiento antiisraelí ya estaba tan avanzado en todo el mundo que las contribuciones de los estudiantes fueron marginales. El momento fue elegido estratégicamente para causar sensación en los medios con poco impacto real sobre el terreno.
¿Por qué el señor Soros, un ultrasionista, haría algo así?
Ciertamente no porque intente traicionar a Israel, sino porque sabe (y esto era parte del plan) que estas universidades, como Harvard, MIT, Yale y otros institutos de aprendizaje de la Ivy League, reprimirían duramente a los estudiantes que protestaran pacíficamente. , con violencia policial con equipo antidisturbios y, si es necesario, aplicación militar. Al parecer, esto último no era necesario.
Esto es precisamente lo que ocurrió tanto en Estados Unidos como en Europa. Esto deja la imagen de las universidades como inmaculadas defensoras de Israel, y saben que seguirán recibiendo sus millones de donaciones de sus patrocinadores multimillonarios, incluido Soros.
Es una táctica bien conocida y antigua para crear un conflicto: apoyar a ambas partes o incluso a tres o más partes; se llama «bailar en varias bodas a la vez». El efecto es confusión y división.
Eso es lo que Estados Unidos hace mejor. Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, apoyaron a Hitler con dinero de la Reserva Federal, el petróleo estándar de Rockefeller, las primeras computadoras de IBM… y mucho más, para ayudar a Alemania a luchar contra la Unión Soviética. Al mismo tiempo, la URSS era supuestamente un aliado de Estados Unidos junto con el Reino Unido y Francia, contra el régimen nazi de Hitler. – Dividir para conquistar.
QNA : ¿Por qué Israel continúa la guerra en Gaza a pesar de no lograr sus objetivos?
PK: El Israel sionista desciende a la barbarie, porque no hay otra manera para que los no humanos luchen por su ilegalidad. Especialmente cuando ven que el fin de su apoyo mundial avanza rápidamente. Como una bestia salvaje moribunda, las Fuerzas de Defensa Sionistas de Israel (FDI) se agitan a su alrededor para derribar tanta infraestructura y tanta gente como sea posible.
Israel nunca fue legal. El actual Estado de Israel se basa en la ilegal llamada Declaración Balfour, que fue una carta enviada el 2 de noviembre de 1917 por el entonces Secretario de Asuntos Exteriores, Arthur James Balfour , al líder de la comunidad judía Lord Rothschild , un sionista. Rothschild y su clan sionista presionaron a los británicos para que “propusieran” el establecimiento de un Estado de Israel en Palestina.
Palestina era una colonia otomana, pero después de la Primera Guerra Mundial y con los Acuerdos de Paz de la Primera Guerra Mundial, todas las colonias fueron “liberadas”, en el sentido de que se convirtieron en países autónomos y soberanos y ya no estaban bajo el protectorado de ningún país. El Reino Unido “ignoró” esa regla de los Acuerdos de Paz de la Primera Guerra Mundial y fingió que Palestina era un protectorado del Reino Unido y podía deshacerse de ella como quisiera.
Por lo tanto, la carta Balfour, o Declaración Balfour, fue ilegal en primer lugar. La ilegalidad indiscutible fue seguida hasta la propuesta del Reino Unido de 1948, incluida, a las entonces flamantes Naciones Unidas de 52 miembros, dominadas por el mundo occidental controlado por los sionistas: el establecimiento de Israel en el territorio soberano de Palestina era ilegal. La ONU lo aceptó.
El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurion , jefe de la Agencia Judía Sionista, proclamó el establecimiento del Estado de Israel. Ese mismo día, el presidente estadounidense Harry S. Truman reconoció a la nueva nación. El resto del mundo occidental, seguido gradualmente por la mayoría de los 193 países miembros de la ONU, hicieron lo mismo y reconocieron a Israel como un estado autónomo, aunque cualquier verdadero estadista que conozca la historia también debe conocer la ilegalidad de Israel a partir de hoy.
Los judíos sionistas, durante más de 100 años, tuvieron un plan para el Gran Israel: abarcar entre la mitad y dos tercios del Medio Oriente con todas sus riquezas energéticas. He aquí un mapa tentativo –uno entre muchos– de cómo podría verse el nuevo y Gran Israel del “Pueblo Elegido”.
En noviembre de 2023, Israel es reconocido como estado independiente por 163 de los 193 miembros de la ONU, incluidos todos los países del G7. Incluso el Estado de Palestina reconoció a Israel como parte de los Acuerdos de Oslo en 1993. Sin embargo, los Acuerdos de Oslo de 1993, bien intencionados por Noruega, fueron un fraude, ya que Israel nunca tuvo la intención de aceptarlos.
Estos antecedentes son necesarios para entender que el Israel sionista no renunciará a su plan de un Gran Israel, que lo convertiría en el segundo Estado más importante del mundo en términos de recursos energéticos. Un Gran Israel podría coaccionar y someter a los países, ya que el mundo todavía depende en un 85% de todos los recursos energéticos de los hidrocarburos, principalmente petróleo y gas.
Mientras Israel cuente con el apoyo de Occidente en palabras, dinero y armamento, predominantemente de Estados Unidos y Europa, no abandonarán su agenda de genocidio, matando o expulsando al último palestino de su patria Palestina.
No lo lograrán. Pero con los “líderes” occidentales –la mayoría de ellos graduados de la Academia para Jóvenes Líderes Globales (YGL) del Foro Económico Mundial (FEM), el Israel sionista sigue luchando. Al final, en detrimento de ellos.
QNA : ¿Cuáles son las implicaciones de las protestas estudiantiles en las políticas de Occidente?
PK: En una palabra: NINGUNO. A Occidente no le importan las protestas estudiantiles. O cualquier otra protesta, de hecho. Occidente está colonizado por el sionismo, por el “Pueblo Elegido”, y no tiene consideración ni respeto por los derechos humanos, ni por la ética, ni por las voces y vidas disidentes.
Ya en 2011, existe este infame dicho del ex (difunto) Primer Ministro israelí Ariel Sharon en un argumento del Gabinete israelí, a su Ministro de Relaciones Exteriores, Shimon Peres :
«No se preocupen por la presión estadounidense, nosotros controlamos a Estados Unidos».
Esto es aún más válido hoy. Mientras tanto, la autoasumida supremacía sionista-israelí se ha expandido por todo el mundo occidental, con tentáculos muy lejos en el Sur Global. Un claro ejemplo es el nuevo presidente de Argentina, Javier Milei.
QNA : En su opinión, ¿cuál sería el futuro de Palestina y de la guerra en Gaza?
PK: Como mencioné antes, el Israel sionista no logrará su objetivo, ni el de un Gran Israel, ni el de sobrevivir como el Israel tal como lo conocemos.
La triste pregunta es cuánto tiempo durará la lucha y la matanza despiadada hasta que Israel sea derrotado, por falta de apoyo, por su propia autodestrucción. La violencia nunca traerá la paz, pero la violencia es autodestructiva. Esto también es válido para el autodenominado hegemón unipolar occidental: Estados Unidos. Basta mirar la historia del Imperio Romano: finalmente sucumbió a fuerzas internas.
La forma en que se lleva a cabo este genocidio se siente como una “adicción” al poder y la grandeza –la visión suprema del Gran Israel– para el “Pueblo Elegido”, que todo lo controla.
El Primer Ministro Netanyahu y su clan han sellado su destino con los horrores del genocidio, la matanza de la población de Gaza con bombas, francotiradores con ametralladoras y, en última instancia, la hambruna –con el último horror: la atrocidad– matando a los hambrientos habitantes de Gaza colocando bombas en la poca comida que reciben. , matándolos o mutilándolos cuando abren sus latas y recipientes de comida.
Este crimen no quedará impune. Israel puede desaparecer. Palestina puede recrearse dentro de sus fronteras originales anteriores a 1948.
La triste pregunta es: en el camino hacia el final –que es inevitable– ¿cuántos palestinos más pueden perecer? Poner fin al genocidio sionista-israelí es de suma urgencia.
¡Viva Nueva Palestina!
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Peter Koenig es analista geopolítico y ex economista principal del Banco Mundial y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde trabajó durante más de 30 años en todo el mundo, incluidos unos cuatro años en Palestina. Es autor de Implosión: un thriller económico sobre la guerra, la destrucción ambiental y la codicia corporativa; y coautora del libro de Cynthia McKinney “Cuando China estornuda: del bloqueo del coronavirus a la crisis político-económica global” (Clarity Press – 1 de noviembre de 2020).
Peter es investigador asociado del Centro de Investigación sobre la Globalización (CRG). También es miembro senior no residente del Instituto Chongyang de la Universidad Renmin de Beijing.
Imagen de portada: La Brigada Givati en el este de Rafah (con licencia CC BY-SA 3.0)
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