Fuente: https://www.telesurtv.net/opinion/El-boomerang-cubano-20200324-0027.html?utm_source=planisys&utm_medium=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_campaign=NewsletterEspa%C3%B1ol&utm_content=41 Juan Manuel Palomino Dominguez 24 marzo 2020
«Todos tenemos miedo. Pero hay una tarea revolucionaria que hacer, el miedo se controla y se deja de lado», dijo el Dr. Leonardo Fernández, de 68 años, especialista en medicina interna y cuidados intensivos.
“Nuestro país no arroja bombas sobre otros pueblos ni envía miles de aviones a bombardear ciudades. Nuestro país no tiene armas nucleares, ni armas químicas o biológicas. Los científicos que tenemos en nuestro país han sido educados con la idea de salvar vidas. Viva la hermandad de nuestros pueblos, viva la humanidad. Gracias ¡Hasta la victoria, siempre!”. Discurso de Fidel Castro en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, 2003.
En los últimos años, fuimos testigos del retroceso en áreas importantes como la paz, la autodeterminación y la soberanía de las naciones, el cuidado del medio ambiente, los derechos humanos, la justicia social y la búsqueda por la equidad económica.
Debido a la globalización neoliberal, prácticamente todos los sistemas de salud en el continente americano y el mundo han sufrido reforma, a partir de procesos que han aumentado la desigualdad en términos de acceso a condiciones de salud decentes.
No obstante, el neoliberalismo del siglo XXI no generó cambios sustanciales en la política de salud en Cuba, que definió sus pilares con la reforma de la década de 1970. El enfoque de «salud para todos» se mantuvo sin cambios, consolidado durante la segunda mitad del siglo XX, al presente.
Cuba logró mantener, incluso en circunstancias difíciles, una amplia cobertura de salud y control de situaciones epidemiológicas complicadas, como las que ocurrieron en la década de 1980-90 con el dengue y el aumento de las tasas de tuberculosis. Además, en estas circunstancias complejas, continuó mejorando sus indicadores de mortalidad y esperanza de vida.
Sin embargo, todo esto no ha impedido que el país sea el objetivo principal de los mayores ataques de la narrativa neoliberal en el continente americano. El modelo político cubano de partido único, dio suficientes argumentos para centrar toda la furia del conservadurismo estadounidense en la isla y en su modelo socialista.
Indiferente al bloqueo económico que ha sufrido durante más de 50 años, algo que socava significativamente su desarrollo, el modelo cubano es utilizado como un ejemplo del «fracaso socialista», dentro de la narrativa conservadora, como si la realización humana estuviera unívocamente vinculada a los logros tecnológicos y la acumulación desigual de riqueza.
Cuba tiene médicos que trabajan en más de 60 países, llegando a más de 30,000 profesionales para fines de 2019. Con base en diferentes acuerdos con los diferentes países involucrados, esta política internacional de solidaridad ha sido muy importante para la economía de la isla.
Cuba tiene 8,2 médicos por cada 1.000 habitantes, una de las tasas más altas del mundo, según el Banco Mundial.
«Todos tenemos miedo. Pero hay una tarea revolucionaria que hacer, el miedo se controla y se deja de lado», dijo el Dr. Leonardo Fernández, de 68 años, especialista en medicina interna y cuidados intensivos.
«Para mí, esta colaboración es un desafío y aún más para la medicina cubana. Vamos a cumplir una tarea honorable, basada en el principio de solidaridad», dijo el Dr. Graciliano Díaz, de 64 años.
En 2018, Cuba retiró a sus 11,000 médicos del programa «Mais Médicos», en Brasil, humillado por las declaraciones del presidente Jair Boslonaro, con el apoyo de sus seguidores. «Mais Médicos» fue lanzada el 8 de julio de 2013 por el gobierno de la entonces presidenta Dilma Rousseff y llegó a tener más de 18,000 médicos que atiendían a más de 4,000 municipios en todo Brasil. Hoy, el Brasil de Bolsonaro (el único país latinoamericano que votó a favor de la continuidad del bloqueo a la economía cubana, en 2019) solicita ayuda de estos mismos médicos cubanos, ya que no puede satisfacer su propia demanda de asistencia médica, en medio de la crisis del coronavirus.
Los ejecutivos de la empresa Biocubafarma, que produce y comercializa medicamentos fabricados en Cuba, señalaron que el «interferón alfa 2B Reconbinante», desarrollado en 1986 por un equipo de investigadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), ha sido muy eficaz en el tratamiento del brote de coronavirus, detectado por primera vez en Wuhan.
Cuba está desarrollando un antiviral que está salvando la vida de miles de personas en todo el mundo.
En medio del caos, la improvisación y el pánico generalizado sobre la propagación de Covid-19, Cuba autorizó al crucero británico MS Braemar, con cinco casos confirmados del nuevo coronavirus, para atracar en la isla, desde donde sus pasajeros fueron repatriados por avión a El Reino Unido.
El jefe de la diplomacia cubana especificó que «junto con las autoridades británicas, se ha acordado que, una vez que los viajeros llegan a Cuba, regresen de forma segura e inmediata al Reino Unido por vía aérea». El barco no pudo atracar en varios países (capitalistas) de la región.
«Somos consistentes con nuestra convicción de solidaridad con la humanidad»,agregó Díaz-Canel a su cuenta de Twitter con los hashtags #SomosCuba y #SomosContinuidad.
Cuba, que ha confirmado casos de nuevos coronavirus, multiplica las acciones de prevención y vigilancia. Hoy en día hay cientos de profesionales de la salud que atienden a personas en Italia y en varios países de América Latina.
El gobierno ha suspendido importantes eventos culturales y deportivos, pero hasta ahora ha evitado enviar a los trabajadores y estudiantes a sus hogares. Cuba anunció el viernes el cierre de sus fronteras, a excepción de la entrada de residentes en el extranjero, permitiendo la salida de turistas extranjeros que permanecen en la isla.
Cuba hoy está en el ojo del mundo, seriamente considerado como una esperanza para salvar al planeta, incluyendo a la economía capitalista, de su total devastación. El boomerang cubano regresó y golpeó en la nuca al discurso neoliberal estadounidense, mostrando su fragilidad, su hipocresía y su enorme falta de humanidad.
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