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Ayer cazas israelíes llevaron a cabo un ataque contra objetivos huthíes en el puerto de Hodeida, en Yemen, provocando un enorme incendio. Se trata del primer ataque anunciado por Israel contra Yemen, un país en guerra donde los huthíes, que actuan en solidaridad con los palestinos de Gaza, llevan varios meses bloqueando el tránsito marítimo por el Mar Rojo y el Golfo de Adén.
“Tengo un mensaje para los enemigos de Israel: no se equivoquen. Nos defenderemos por todos los medios, en todos los frentes. Cualquiera que nos ataque pagará un precio muy alto por su agresión”, declaró Netanyahu durante un discurso televisado a primera hora de la tarde. “Los aviones de combate israelíes atacaron objetivos militares del régimen terrorista huthí en la región portuaria de Hodeida en Yemen, en respuesta a cientos de ataques llevados a cabo contra el Estado de Israel” por los rebeldes en los últimos meses, había confirmado anteriormente el ejército israelí en un comunicado de prensa.
“La entidad sionista pagará el precio de atacar instalaciones civiles, y responderemos a la escalada con escalada”, respondió Mohammed Al Bujaiti, miembro de la dirección de Ansarollah, que controlan grandes zonas de Yemen, incluida Hodeida, en el occidente del país.
“Las incursiones del enemigo causaron 80 víctimas”, dijo el Ministerio de Salud huthí. El saldo es de 3 muertos y 87 heridos. El canal de televisión Al Massirah difundió imágenes de yemeníes recibiendo tratamiento en hospitales tras los ataques. Varios de ellos tenían vendas y yacen en camillas.
Los ataques provocaron un enorme incendio que arrasó el puerto, cubierto por una imponente columna de humo negro, según imágenes de Al Massirah. “Equipos de defensa civil y bomberos están intentando apagar el incendio que arde en los tanques de petróleo del puerto”, dijo el canal.
“La sangre de los ciudadanos israelíes tiene un precio”, dijo el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, después del ataque, amenazando con represalias contra los huthíes. “Esto ha quedado claramente demostrado en el Líbano, Gaza, Yemen y otros lugares: si se atreven a atacarnos, el resultado será el mismo”, añadió.
Por su parte, los huthíes han amenazado con hacer de Tel Aviv un “objetivo principal” para futuros ataques que llegarán “profundamente” al territorio israelí. Aparte de los ataques a buques mercantes, el viernes se atribuyeron la responsabilidad de un ataque contra Tel Aviv con un nuevo tipo de dron llamado “Jaffa”. También atacaron la ciudad portuaria de Eilat.
El portaaviones Dwight D. Eisenhower vuelve a su guarida
Al regresar a Norfolk después de pasar nueve meses en Oriente Medio, el grupo de ataque formado alrededor del portaaviones Dwight D. Eisenhower experimentó una intensa actividad, especialmente a partir de diciembre del año pasado, fecha de su compromiso con la Operación Guardián de la Prosperidad, lanzada por Estados Unidos para dominar el Mar Rojo.
En febrero, el comandante de las fuerzas navales estadounidenses en Oriente Medio, el almirante Brad Cooper, describió las operaciones en el Mar Rojo como la “batalla más grande librada por la Armada estadounidense desde la Segunda Guerra Mundial”. Así lo demuestra la valoración realizada con motivo del regreso del CSG 2 a Estados Unidos. Durante su despliegue disparó 155 misiles tierra-aire y 135 misiles de crucero Tomahawk, mientras que los Super Hornets F/A-18 del Eisenhower utilizaron 60 misiles aire-aire y arrojaron 420 municiones aire-tierra durante sus incursiones lanzadas contra los huthíes.
Es sólo una parte de las municiones consumidas, ya que otros barcos participaron en la protección del Mar Rojo y el Golfo de Adén, ya sea en el marco de la Operación Guardián de la Prosperidad o en la operación naval europea Eunavfor Aspides.
Sin embargo, a principios de la primavera pasada, disminuyó la intensidad de los ataques llevados a cabo por los huthíes utilizando municiones TOM (operadas remotamente), misiles balísticos, misiles antibuque y drones de superficie cargados con explosivos. “No está claro cuál es el nivel de sus reservas de misiles y drones al comienzo de la campaña. Por tanto, es difícil saber exactamente dónde se encuentra su arsenal”, dijo un oficial militar estadounidense.
“Pero la pausa no duró […] Habiendo podido contar con Irán para reabastecerse de municiones, como lo demuestra la evidencia de la inteligencia militar DIA, los huthíes han intensificado desde entonces sus acciones […] hasta el punto de que apenas pasa un día sin noticias de un nuevo ataque al tráfico marítimo en el Mar Rojo”, añadió.
Desde que lanzaron su campaña en el Mar Rojo, los huthíes han dañado al menos treinta barcos y han hundido dos. Esta semana dos petroleros se llevaron la peor parte, incluido el Chios Lion, que enarbola bandera de Liberia, que fue dañado por un dron de superficie.
Los yemeníes no se contentan con atacar el tráfico marítimo.
¿Contarán los huthíes con el apoyo militar de Rusia?
Si Estados Unidos entrega armas a Ucrania, ¿por qué no podría Rusia entregar misiles a los huthíes? En junio Putin planteó la posibilidad de suministrar armas “a las regiones del mundo en las que sean atacadas instalaciones sensibles de los países” que prestan ayuda militar a Ucrania.
¿Contarán los huthíes con el apoyo militar de Rusia? El viernes el Wall Street Journal respondió afirmatvamente, basándose en una ronda de carambolas argumentativas. Moscú podría proporcionarles misiles antibuque supersónicos, probablemente Yajont (P-800 Oniks), capaces de alcanzar objetivos a 300 kilómetros de distancia.
Hezbollah ya ha conseguido obtener este tipo de misiles, según Reuters.
Pero por el momento no hay nada de nada, confiesan los intoxicadores, aunque los espías estadounidenses que informan al diario confirmaron que habían detectado emisarios huthíes en Moscú. Si enviaran misiles a Yemen, los rusos “utilizaría las rutas de contrabando iraníes”, imaginan los espías.
Según el Wall Street Journal, para impedir la entraga de misiles rusos, Estados Unidos está jugando la baza egipcia. Egipto está indirectamente afectado por los ataques huthíes. Los ingresos del Canal de Suez cayeron un 23 por cien durante el año pasado, hasta 7.200 millones de dólares, en comparación con los 9.400 millones de dólares del año anterior.
En una carta confidencial al jefe del Pentágono, Lloyd Austin, el general Erik Kurilla, director del CENTCOM, el mando estadounidense para Oriente Medio y Asia Central, afirmó que las operaciones en la región no habían logrado disuadir a los huthíes de lanzar ataques contra buques en el Mar Rojo y que era necesario un “enfoque más amplio”.