El apoyo de Berlín a Israel y la tradición genocida del imperialismo alemán — Johannes Stern

Fuente: https://arrezafe.blogspot.com/2024/01/el-apoyo-de-berlin-israel-y-la.html                                                                                19 enero, 2024

WSWS.ORG – 19/01/2024

   Traducción del inglés: Arrezafe

Entre 1904 y 1908, el imperialismo alemán perpetró el primer genocidio del siglo XX con la represión del levantamiento de Herero y Nama en lo que entonces era la colonia del Imperio Alemán del África Sudoccidental Alemana (ahora parte de Namibia). A esto le siguió, entre 1941 y 1945, el asesinato de 6 millones de judíos y la guerra de aniquilación contra la Unión Soviética, que costó la vida de hasta 30 millones de ciudadanos soviéticos, el mayor genocidio de la historia.

En el siglo XXI, la clase dominante de Alemania persiste sin problemas en esta tradición genocida. Alemania es uno de los partidarios más agresivos de las acciones genocidas del régimen de extrema derecha de Netanyahu y del ejército israelí en la Franja de Gaza. El martes, la revista Der Spiegel informó que Alemania se dispone a entregar a Israel alrededor de 10.000 proyectiles de precisión de 120 milímetros, munición de para tanques. Se sabía que con anterioridad Berlín había multiplicado por diez sus exportaciones de armas a Israel desde el comienzo de la matanza genocida en la Franja de Gaza.

 

Buque de guerra israelí de la clase Sa’ar 6, construido por ThyssenKrupp Marine Systems en los Astilleros Navales alemanes de Kiel [Foto: Unidad del Portavoz de las FDI]

Paralelamente, el gobierno alemán también respalda a Israel en el plano legal. El 12 de enero, el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, anunció que Alemania intervendría como tercero ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para pronunciarse en contra de la demanda de Sudáfrica en su denuncia del genocidio israelí en Gaza, denuncia que cuenta con el apoyo de al menos 60 Estados.

«Sabemos que diversos países tienen diferentes evaluaciones sobre la operación de Israel en la Franja de Gaza. Sin embargo, el gobierno alemán rechaza firme y explícitamente la acusación de genocidio formulada contra Israel en la Corte Internacional de Justicia», afirmó Hebestreit. «Esta acusación no tiene fundamento alguno».

De hecho, los abogados que representaban al gobierno sudafricano ante la CIJ habían demostrado claramente, apenas un día antes, que Israel era culpable de genocidio y, por tanto, había violado la Convención sobre el Genocidio de 1948. WSWS informó sobre cómo las alegaciones de los abogados demostraron tanto la existencia de acciones masivas destructivas y asesinas de Israel como de las intenciones genocidas tras ellas.

Según el Ministerio de Salud palestino, el ejército israelí mató a casi 24.000 palestinos en los primeros 100 días del genocidio, incluidos más de 9.600 niños. Más de 60.000 personas resultaron heridas. Proporcionalmente, esto equivaldría en Alemania a 850.000 muertos y 2,5 millones de heridos. Casi 2 millones de personas, es decir, casi toda la población de la Franja de Gaza, se ha visto obligada a huir y padecer hambre como consecuencia del bloqueo israelí. Se han bombardeado sistemáticamente escuelas, hospitales y campos de refugiados, y se asesina deliberadamente a periodistas y trabajadores de la salud.

 

Palestinos rezan ante los cuerpos de las personas asesinadas en el bombardeo israelí, cuerpos traídos del hospital Shifa antes de enterrarlos en una fosa común en la ciudad de Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, el miércoles 22 de noviembre de 2023. [Foto AP/Mohammed Dahman ]

La abogada sudafricana Adila Hassim, que pronunció el primer discurso de apertura en La Haya el jueves, dijo que Israel había «sometido a la Franja de Gaza a uno de los bombardeos convencionales más intensos en la historia de la guerra moderna». La escala de la matanza fue «tan grande que los cuerpos encontrados son enterrados en fosas comunes donde a menudo no pueden ser identificados». No es sino «la deliberada destrucción de la vida palestina en la que nadie está a salvo, ni siquiera los recién nacidos».

Está claro que se trata de una política de destrucción deliberada e intencionada. Estos son sólo algunos ejemplos seleccionados de los expuestos en la demanda ante la CIJ.

● El Primer Ministro Benjamín Netanyahu declaró el 28 de octubre: «Debéis recordar a Amalek». Se refería a un pasaje bíblico del Antiguo Testamento que dice: «Ahora ve y ataca a Amalec… No los perdones, mata a hombres y mujeres, niños y bebés».

● El 7 de octubre, Nissim Vaturi, vicepresidente de la Knesset israelí y miembro del Comité de Asuntos Exteriores y Seguridad, ya había pedido que «la Franja de Gaza sea borrada de la faz de la tierra».

● El 9 de octubre, el ministro de Defensa, Yoav Gallant, anunció que Israel había puesto a Gaza bajo «asedio total». «No hay electricidad, ni comida, ni agua, ni combustible». Luchaban, según sus propias palabras, contra «animales humanos» y actuaban en consecuencia.

● Y el 6 de noviembre, Giora Eiland, ex general de división israelí, escribió que Israel «debe desencadenar una crisis humanitaria en Gaza». La Franja de Gaza se convertirá en «un lugar donde ningún ser humano podrá vivir».

En La Haya, el abogado de la Corte Suprema de Sudáfrica, Tembeka Ngcukaitobi, argumentó que eran precisamente estas incitaciones genocidas las que «luego son repetidas por los soldados sobre el terreno en Gaza, mientras participan en la destrucción de los palestinos y la infraestructura de Gaza».

Es el colmo de la criminalidad y la provocación que la clase dominante alemana justifique el genocidio en Gaza haciendo referencia a sus propios crímenes pasados. «En vista de la historia de Alemania y del crimen humano de la Shoah, el gobierno alemán se considera particularmente comprometido con la Convención contra el Genocidio», afirmó Hebestreit. Fue «un instrumento central del derecho internacional para implementar el ‘¡Nunca más!’ [como principio]. Nos oponemos firmemente a su instrumentalización política».

De hecho, es el gobierno alemán el que está instrumentalizando el Holocausto para justificar el genocidio en Gaza y reprimir, una vez más, cualquier oposición al mismo. No está implementando el «¡Nunca más!»; su verdadero mensaje es: «¡Sí, lo vamos a hacer de nuevo!» Esto es tan obvio que incluso los gobiernos capitalistas de las antiguas colonias alemanas con estrechos vínculos económicos y políticos con Berlín se sienten obligados a condenar el apoyo alemán a Israel y las tradiciones genocidas del imperialismo alemán.

«Namibia rechaza el apoyo de Alemania al intento genocida del racista Estado israelí contra civiles inocentes en Gaza», se lee en una declaración publicada por la presidencia de Namibia en X/Twitter el 13 de enero. La declaración recuerda que «en suelo namibio, Alemania cometió el primer genocidio del siglo XX entre 1904 y 1908, en el que decenas de miles de namibios inocentes murieron en las condiciones más inhumanas y brutales». Namibia declara que:

«Ante la incapacidad de Alemania para extraer lecciones de su horrible historia, el Presidente Hage Geingob expresa su profunda preocupación por la insólita decisión comunicada por el Gobierno de la República Federal de Alemania ayer, 12 de enero de 2024, en la que rechazó la acusación, moralmente irreprochable, presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia de que Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos en Gaza.

En ese sentido, el Presidente Geingob hace un llamamiento al Gobierno alemán para que reconsidere su inoportuna decisión de intervenir como tercero en defensa y apoyo de los actos genocidas de Israel ante la Corte Internacional de Justicia».

El llamamiento de Geingob a las élites alemanas para que «reconsideren» su postura está tan condenado al fracaso como los pasados llamamientos al Kaiser alemán o a Hitler para que se abstuvieran de sus políticas genocidas. En última instancia, el apoyo alemán al genocidio de los palestinos tiene sus raíces en los intereses depredadores del imperialismo alemán, tanto en la política de exterminio bajo el Kaiser como bajo los nazis.

A finales del siglo XIX, el imperialismo alemán bajo el káiser Guillermo II reclamó un «lugar en el sol», lo que suponía la adquisición y explotación brutal de colonias en África. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Holocausto fue un componente directo de la guerra de aniquilación de los nazis contra la Unión Soviética, cuyo objetivo era derrotar al bolchevismo, crear un Lebensraum (espacio vital) en el Este, saquear las materias primas y subyugar a toda Europa.

Hoy, el imperialismo alemán se está preparando una vez más para establecerse como la principal potencia europea y mundial. Israel sirve a Berlín y a las otras potencias imperialistas como cabeza de puente para hacer valer sus intereses imperialistas en el Medio Oriente, rico en recursos y de importancia geoestratégica, y más allá del mismo. La destrucción de los palestinos es, en última instancia, parte del objetivo de eliminar al Hezbollah libanés, a los hutíes en Yemen y a Irán como oponentes, intensificar la ofensiva bélica contra Rusia y China y, como en 1914 y 1939, iniciar otra guerra global para la redistribución imperialista. del mundo.

La única manera de detener esta locura es construir un movimiento internacional de masas contra el genocidio y la guerra y su causa fundamental, el capitalismo. Como enfatizó la gran marxista revolucionaria Rosa Luxemburgo en vísperas de la Primera Guerra Mundial, la clase trabajadora debe comprender «la conexión inseparable entre el imperialismo y el desarrollo capitalista» y «sacar la conclusión de que la única manera de luchar contra el imperialismo, la guerra, el robo de países, el genocidio, la violación de la ley y la política violenta es luchando contra el capitalismo, oponiendo al genocidio político global la revolución social».

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