Fuente: https://www.sinpermiso.info/textos/eeuu-que-le-sorprende-de-lo-acontecido-en-kenosha Paul Street 29/08/2020
+ La profundización de la crisis de la vida de la población negra con el COVID-19.
+ El persistente problema de una policía asesina y racista.
+ La posesión de teléfonos inteligentes con capacidad de video por parte de decenas de millones de estadounidenses.
+ La continuidad del movimiento de protesta para proteger las vidas de la población negra.
+ La creciente posesión de armas de estilo militar por gran parte de la población.
+ La presencia de milicias blancas de extrema derecha fuertemente armadas en todo el país.
+ El control tóxico del nacionalismo blanco eliminacionista de uno de los dos grandes partidos políticos en EEUU.
+ La existencia de un imperio mediático de derecha muy nocivo.
+ La prioridad desde hace mucho tiempo (posiblemente desde la fundación del país) de la propiedad por encima de los derechos humanos en la historia de Estados Unidos.
+ La presencia continua de nacionalistas blancos cristianos instintivamente fascistas (por ejemplo, Stephen Miller y William Barr) en la Casa Blanca,
Por supuesto, hubo disturbios locales en la empobrecida comunidad negra de la ciudad. Las protestas por el asesinato policial de George Floyd no han acabado con la opresión racial y la desigualdad en Estados Unidos. El racismo institucional sistémico y el salvaje apartheid racial siguen en plena vigencia, y la miseria que producen se ve agravada por el COVID-19.
Por supuesto, un joven negro involucrado en las protestas fue brutalmente agredido por un oficial de policía blanco que le disparó siete balas en la espalda. Las fuerzas policiales fuertemente armadas de la nación no han sido purgadas de la gran cantidad de racistas y autoritarios blancos propensos a la violencia que infectan sus filas. Los policías racistas son incitados regularmente a «reprimir» violentamente a los negros por el presidente de los Estados Unidos a través de FOX News, programas de radio de derecha, grupos racistas en los medios sociales y los jefes de los sindicatos de la policía local.
Por supuesto, el tiroteo de Jacob Blake y el asesinato de un manifestante fueron captados en un video gracias a un teléfono celular y publicado en las redes sociales. Maldita sea, casi todos los estadounidenses mayores de 10 años tienen actualmente un teléfono inteligente que puede grabar y cargar videos.
Por supuesto, Kenosha estalló a raíz del intento de asesinato policial de Jacob Blake. Los activistas y los ciudadanos no han salido a las calles en Kenosha y en otros lugares en cantidades sin precedentes este verano – al menos 27 millones en los Estados Unidos hasta finales de julio – para volver a sufrir como si no hubiera pasado nada la carnicería estatal de una policía racista como la grabada en video. Las protestas por el asesinato de George Floyd no tuvieron lugar para que el fascismo del estado policial neo-Jim Crow pudiera continuar como si nada.
Por supuesto, Kyle Rittenhouse, el demente adolescente blanco miembro de una milicia de derecha al que la policía local había agradecido sus servicios, mató a tiros a dos manifestantes en las calles de Kenosha con un AR-15 y luego pasó junto a la policía del condado de Kenosha con su arma alrededor del hombro. La nación está saturada de mortíferas armas de asalto alentada por la neofascista Asociación Nacional del Rifle.Psicóticos y sociópatas regularmente obtienen acceso a armas de destrucción masiva como los AR-15 en el “manicomio armado” que es la América contemporánea. Los gobiernos federal, estatal y local han tolerado durante mucho tiempo la existencia de grupos terroristas como las milicias nacionalistas blancas de extrema derecha, algunos de los cuales funcionan como aliados públicos y auxiliares de sus amigos racistas en la aplicación de la ley local, estatal y federal.
Por supuesto, Rittenhouse y sus camaradas de la milicia de la «Guardia de Kenosha» justificaron su presencia letal en las calles de Kenosha con el argumento de que intentaban proteger la propiedad privada. La propiedad privada se ha considerado durante mucho tiempo como sacrosanta y se ha identificada como la verdadera base de la «libertad» en los archicapitalistas EEUU.
Estimados líderes de Kyle: «Los comunistas están tomando el control»
Hombres jóvenes y adolescentes enfermos como el tirador callejero de Kenosha Kyle Rittenhouse, un fanático de Trump y devoto de la policía (su cuenta de redes sociales está llena de publicaciones de «Blue Lives Matter”, “la vida de la policía importa”) están siendo llevados hasta un frenesí fascista por un presidente fascista, un Partido nacionalista blanco (el republicano) y medios de comunicación neofascistas que les dicen que la Gran Patria Blanca está bajo el asalto existencial de comunistas totalitarios disfrazados de defensores de los derechos civiles y humanos y aliados con el otro gran partido de EEUU: los demócratas, supuestamente de «izquierda radical».
En su camino hacia la infamia, el asesino psicópata de 17 años Kyle Rittenhouse se convirtió en un gran chico MAGA, un fanático de Trump que viajó desde el noreste de Illinois a Des Moines, Iowa para escuchar a su “Querido Líder” hablar en enero pasado. Una foto de la cadena CSPAN muestra a Rittenhouse de pie en la primera fila del mitin del oligarca Trump, mirando con absorta adoración a la bestia indecente que le dice a la policía que «se quite los guantes» cuando trata con criminales negros y que fantasea con atacar a inmigrantes y manifestantes con «perros furiosos”.
Podemos estar seguros de que el joven Kyle escuchó atentamente la paranoica retórica del Elegido, cuando Trump hacía frente a la rebelión por la muerte de George Floyd este verano. Examinemos algo de lo que probablemente escuchó antes de entrar en acción durante tres noches en Kenosha. Lean este pasaje de la orden ejecutiva del 26 de junio con la que Trump respondió a las protestas por el asesinato policial de George Floyd ordenando el enjuiciamiento y la petición de penas de prisión contra quienes ultrajaran los monumentos públicos en honor de despiadados dueños de esclavos y asesinos de indios como Andrew Jackson y George Washington:
“Durante las últimas 5 semanas, ha habido un asalto sostenido contra la vida y propiedad de civiles, agentes del orden, propiedad del gobierno y monumentos estadounidenses venerados … Muchos de los alborotadores, incendiarios y extremistas de izquierda que han llevado a cabo y apoyado estos actos se han identificado explícitamente con ideologías – como el marxismo – que piden la destrucción del sistema de gobierno de los Estados Unidos. Los anarquistas y los extremistas de izquierda han tratado de promover una ideología marginal que describe a los Estados Unidos de América como un país fundamentalmente injusto … »
Léalo de nuevo. Es el presidente de los Estados Unidos tratando de criminalizar la noción de que Estados Unidos es un país «fundamentalmente injusto». [1]
Y ahora lea las siguientes líneas del discurso de la víspera del 4 de julio de Trump, pronunciado en medio de una estética abiertamente fascista en el entorno del altar patrio del Monte Rushmore, mientras que los activistas Lakota Sioux eran reprimidos con gases lacrimógenos en el perímetro. En una mala prosa escrita probablemente por el neofascista Stephen Miller, Trump proclamó que:
“Nuestra nación está siendo testigo de una campaña despiadada para borrar nuestra historia , difamar a nuestros héroes, borrar nuestros valores y adoctrinar a nuestros hijos … Turbas indignadas están tratando de derribar las estatuas de nuestros Fundadores, ultrajar nuestros monumentos más sagrados y desatar una ola de crímenes violentos en nuestras ciudades… Creen que el pueblo estadounidense es débil, blando y sumiso. Pero no, el pueblo estadounidense es fuerte y orgulloso, y no permitirá que le arrebaten nuestro país y todos sus valores, historia y cultura. »
“… denunciaremos este peligroso movimiento, protegeremos a los niños de nuestra nación, pondremos fin a este asalto radical y preservaremos nuestro amado estilo de vida estadounidense. En nuestras escuelas, nuestras salas de redacción, incluso nuestras salas de juntas corporativas, hay un nuevo fascismo de extrema izquierda que exige lealtad absoluta. Si no se habla su idioma, se ejecutan sus rituales, se recita sus mantras y se siguen sus mandamientos, es es censurado, desterrado, incluido en la lista negra, perseguido y castigado. No nos va a pasar a nosotros … No se equivoquen: esta revolución cultural de la izquierda está … decidida a derribar cada estatua, símbolo y memoria de nuestra herencia nacional. La ideología radical que ataca a nuestro país avanza bajo la bandera de la justicia social. Pero, en realidad, demolería tanto la justicia como la sociedad «.
“Héroes estadounidenses derrotaron a los nazis, destruyeron los fascistas, derrocaron a los comunistas, salvaron los valores estadounidenses, defendieron los principios estadounidenses y persiguieron a los terroristas hasta los confines de la tierra. Ahora vamos a derrotar a la izquierda radical, a los marxistas, a los anarquistas, a los agitadores, a los saqueadores y a personas que, en muchos casos, no tienen ni idea de lo que están haciendo”.
¿Han comprendido? Los marxistas fascistas y los anarquistas de izquierda están tomando el relevo. Se han infiltrado en “nuestros” medios de comunicación, “nuestras” escuelas e “incluso en nuestras salas de juntas corporativas” (!). Se están apoderando de las mentes de nuestros hijos y borrando nuestra historia. El espectro de la izquierda radical acecha a Estados Unidos, presagiando un sombrío futuro totalitario. Pero el gran volk americano acabará con este demonio maligno porque los estadounidenses no son débiles. Bajo la dirección del Elegido teñido de mandarina, la silenciosa mayoría de Amerikaner se levantará para proteger la Gran Patria Blanca contra la Amenaza Roja y sus enjambres de trastornados y poliglotos secuaces en los aterradores y siniestros barrios de color, donde los débiles liberales han entregado el poder a animales comunistas que conspiran para saquear la cultura y la sociedad estadounidenses. (Supongo que Miller intentó, pero no logró, que Trump usara la frase «marxismo cultural»).
Lea un reciente y enloquecido ataque de Trump a Biden: “Va a hacer cosas que nadie jamás hubiera creído posibles. Porque sigue la agenda de la Izquierda Radical. Quiere quitarles las armas. Destruir la segunda enmienda. Acabar con la religión. Dañar la Biblia, dañar a Dios. Están en contra de Dios. Están en contra de las armas. Está en contra de la energía, de nuestra energía «. (Así es, el republicano corporativista-imperialista estadounidense profundamente conservador Joe Biden es una herramienta tan peligrosa de la conspiración marxista-fascista radical atea que come niños, que tiene la intención de usar la presidencia para dañar a Dios. ¿Nuestra energía?: los combustibles fósiles renovables, el tipo de energía que está amenazando la existencia humana al convertir el planeta en una cámara gigante de gases de efecto invernadero).
Supongo que al joven Kyle le gusto la reacción tuiteada de Trump a las primeras protestas por el asesinato policial de George Floyd: «cuando comienza el saqueo, comienza el tiroteo». Quizás el asesino adolescente también escuchó el estallido desquiciado de neomacartismo racista de boca del secuaz de Trump, el fiscal general William Barr. Evil Buddha Barr recientemente apareció en el programa FOX News del loco delirante Marc Levin para decir que Black Lives Matter (BLM) está compuesto por «bolcheviques» que abogan por «alguna forma de socialismo, de comunismo». Barr calificó las protestas por la justicia social que han surgido desde el linchamiento de George Floyd como «una nueva forma de guerra de guerrillas urbana». Barr afirmó que BLM refleja el giro del Partido Demócrata hacia la «extrema izquierda» en busca de una «victoria política completa». El poder, dijo Barr, se ha convertido en la «religión secular de la izquierda … Quieren gobernar la vida de las personas para diseñar una utopía para todos nosotros … y es el ansia de poder». Según Barr, el Partido Demócrata encubre y es cautivo de una gran campaña estalinista para enviar a los estadounidenses a campos de trabajo y de reeducación. Barr le dijo a Levin que una parte considerable de los representantes del Congreso del Partido Demócrata son “verdaderos creyentes… esencialmente revolucionarios en su perspectiva; creen en derribar el sistema «. (El resto de los demócratas del Congreso ”, dijo Barr, son “simplemente unos cobardes”que “solo están interesados en ser reelegidos y temen el desafío de la izquierda. En su caso, es puro arribismo… ”)
Donald «White Power» Trump precedió la inauguración de la Convención Nacional Demócrata hace dos lunes con una salvaje perorata neomacartista de una hora de duración en la que dijo lo siguiente:
+ “Nadie va a querer apoyar a Sleepy Joe (Biden). Terminaríamos en un país socialista muy aburrido que se irá al infierno … todos perderán sus redes de apoyo, todos perderán su riqueza, todo se habrá ido a pique”.
+ «A diferencia de Sleepy Joe Biden, nuestro enfoque de la pandemia se basa en la ciencia, no en la ideología de izquierda».
+ «Kamala Harris … copatrocinó la toma socialista del programa de $ 32 billones de atención sanitaria y de nuestro país, porque así nuestro país sería arruinado, destruido … Quieren dedicar $ 33 billones a atención médica y $ 93 billones para el Green New Deal socialista».
+ Los demócratas son «políticos típicos, pero de izquierda radical».
+ “Si Joe Biden y los demócratas radicales toman el poder, aprobarán una legislación que destripará todos los departamentos de policía en Estados Unidos … Todos los votantes deberían hacerse una pregunta simple: ¿quieren que las políticas de izquierda radical de Chicago, Minneapolis, San Francisco se impongan a todo el país?”.
+ “Joe Biden es un títere de los extremistas de izquierda, que intenta borrar nuestras fronteras, eliminar a nuestra policía, adoctrinar a nuestros hijos, vilipendiar a nuestros héroes, quitarnos nuestra energía … Destruir nuestra segunda enmienda, atacar el derecho a la vida y reemplazar la libertad estadounidense con el fascismo de izquierda. A la izquierda. Vamos a la izquierda por ese camino. Fascistas. Son fascistas”.
+ «Biden defiende el programa de extrema izquierda más radical jamás presentada por un partido importante … el manifiesto de Biden-Bernie (Sanders) defiende el nombramiento de fiscales, jueces y magistrados de extrema izquierda en la Corte Suprema de los Estados Unidos».
Tropos fascistas
Este brutal neo-macchartismo del siglo XXI, completamente absurdo considerando la naturaleza profundamente conservadora e incluso de derecha de la candidatura presidencial de Biden-Harris, ha sido el tema central de agitación en la Convención Nacional Republicana (RNC) de esta semana. Un orador tras otro en la RNC vinculó de manera absurda la candidatura pro-empresarial e imperialista de Biden y el Partido Demócrata con el «socialismo» e incluso el «comunismo», ambos calumniados como enemigos «totalitarios» de la «civilización occidental». Especialmente divertida y (sin embargo) aterradora fue el fanático discurso del extraño imitador Gene Simmons y de la fascista buscador de oro Kimberly Guilfoyle (la aterradora novia de silicona de Donald Trump hijo). “Biden, Harris y el resto de los socialistas”, gritó Guilfoyle, “cambiarán fundamentalmente esta nación … Como estadounidense de primera generación, sé lo peligrosa que es su agenda socialista … Las mismas políticas socialistas que destruyeron a Cuba y Venezuela NO deben arraigar en nuestras ciudades y nuestras escuelas». (Hijo de puertorriqueños, Guilfoyle parecía no saber que los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses antes de que él emigrara al continente).
Una y otra vez, los oradores del RNC repitieron los mismo tropos fascistas y autoritarios: la amenaza del marxismo / socialismo; la falsa conspiración de moderados pro-empresarios y centristas (como Biden, Harris y el resto del establishment del Partido Demócrata) con «la izquierda radical»; la “debilidad” de los liberales y moderados ante la supuesta Amenaza Roja; el grave peligro para la “patria” que representan los barrios de color, llenos de políglotas y cosmopolitas; la disposición a usar la fuerza como arma política (el grotesco activista de derecha Charlie Kirk llamó a Trump «el guardaespaldas de la civilización occidental»); la obsesión por la ley y el orden; la asimilación de las protestas con los disturbios y la destrucción (sacrílega) de propiedad; la traición a la gran Nación de las élites liberales y de izquierda que están “adoctrinando a nuestros hijos”, destruyendo “nuestra cultura e historia” y convirtiéndonos a todos en esclavos de un gigantesco estado estalinista.
La noche de apertura de la convención contó con un discurso de Patricia y Mark McCloskey, la adinerada pareja blanca que blandió criminalmente un rifle de asalto y una pistola ametralladora ante los manifestantes de Black Lives Matter desde las escaleras de su mansión en St. Louis, Missouri, el 28 de junio pasado.
Los McCloskeys fueron acusados de «uso ilegal de armas», un delito grave, por el condado de St. Louis el pasado 10 de julio. ¿Y qué? Para el nacionalismo blanco se trata de medidas extralegales. El fascismo no está sometido al estado de derecho.
¿Esas cosas no pueden pasar en EEUU? Por el amor de Dios, está sucediendo ahora mismo y lo ha estado durante algún tiempo. Si Trump obtiene un segundo mandato, tal vez Kyle Rittenhouse pueda salir provisionalmente de prisión el tiempo suficiente para ser un invitado de honor en la ceremonia de presentación del rostro recién esculpido de Donald Trump en el Monte Rushmore. Don Lemon cubriría el evento desde un lugar no revelado al oeste de Canadá.
Mientras tanto, Tucker Carlson todavía conserva su trabajo después de decirle a sus millones de espectadores que las acciones asesinas de Rittenhouse estaban justificadas ya que el adolescente, con razón, «decidió mantener el orden cuando nadie más lo hacía».
¿Le sorprende que Carlson incite a más violencia al decir eso? No debería. Tucker también es un fascista. Hay un montón de ellos sueltos en el matadero armado en que se ha convertido EEUU.
Y «este monstruo» -Tucker Carlson-, es, escribe un amigo, “el presentador de noticias por cable más popular de EEUU».
Nota final
(1) Estados Unidos, por cierto, es fundamentalmente injusto. Incluso antes de que el virus Trump desencadenara una depresión y un rescate empresarial que profundizara la desigualdad en los EEUU, la riqueza combinada de los tres estadounidenses más ricos ya excedía la del 50 por ciento más pobre del país. La décima parte del uno por ciento más rico de EEUU ya tenía un patrimonio neto compartido mayor que el del 90 por ciento más pobre y la media de los hogares negros era de 6 centavos por cada dólar de los hogares blancos. La nación ha estado plagada durante mucho tiempo de desigualdades masivas e interrelacionadas de clase, raza, etnia, género y poder que suponen una burla abyecta de su afirmación de representar la democracia y la igualdad ante la ley. Una investigación empírica exhaustiva muestra que la opinión pública de la mayoría progresista es casi irrelevante en la elaboración de la política «pública», que refleja consistentemente las preferencias de la minoría rica y de sus gigantescas corporaciones e instituciones financieras. Puede aprender todo esto de investigadores y periodistas habituales que nunca se identifican con “ideologías como el marxismo” o reconocen que la importante disparidad socioeconómica y el dominio de clase de los más ricos son inherentes al sistema de beneficios capitalista.
Fuente:
Traducción:Enrique García