No es una broma. Según afirma la agencia financiera Bloomberg, el gobierno de Donald Trump ha encargado a su Departamento de Defensa un informe en el que se calcule cuanto dinero obtendría EEUU cobrando dinero a los países en los que tiene desplegadas bases militares. La idea es cobrar el total de los gastos que genere la instalación militar, más un 50% adicional por el «privilegio» de tener soldados americanos en el territorio nacional de cada país. Es decir, se pagaría un 150% del coste de la instalación militar.

EEUU dispone de bases alrededor del globo, en numerosos países del mundo, siendo su mantenimiento y dotación armada uno de los principales rubros de su gasto militar, con gran diferencia, el mayor del planeta. Entre los países afectados podría estar España, que cuenta con las bases de Morón en Sevilla, y de Rota en Cádiz, donde están fondeados los destructores norteamericanos del «escudo antimilisiles» del área del Sur de Europa.

La idea del gabinete Trump, que con esta medida pretende presionar a sus aliados a incrementar su gasto militar para acercarlo al 2% del PIB que exige la OTAN, es que pueda haber «descuentos» para cada país en función de como se alinea con respecto a la política exterior estadounidense.

Como cabe entender, esta disparatada idea, de humillante aplicación para los estados en los que finalmente pueda ser aplicada, es una evidencia más del dislate y la obsolescencia del despliegue militar norteamericano de carácter imperial. ¿Para cuando un gobierno español que nos saque de esta escalada en el conflicto de bloques?