Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2024/04/30/f171-a30.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws Emma Arceneaux 30/04/24
Educadores , hagan escuchar sus voces. Hablen en contra de la movilización bipartidista de la policía para reprimir las protestas antibélicas.
Randi Weingarten, presidenta de la Federación Americana de Maestros en Capitol Hill en Washington. [AP Photo/Mariam Zuhaib]
Mientras las detenciones masivas tienen lugar en las universidades de todo EE.UU., desde Nueva York hasta Ohio, pasando por California hasta Minnesota y más, Randi Weingarten, la presidenta millonaria de la American Federation of Teachers (Federación Estdounidense de Maestros; AFT) ha cerrado filas con la calumnia bipartidista de tildar a los manifestantes de “antisemitas”.
Cuando la policía avanzaba sobre los estudiantes en la Universidad de Columbia en Nueva York el lunes, Weingarten escribió en Twitter/X: “Los cánticos antisemitas de los manifestantes fuera de la Universidad de Columbia son ejemplos horrorosos e inaceptables de antisemitismo. Este odio y vitriolo pone comprensiblemente nerviosos a los estudiantes judíos, profesores y a la comunidad. El discurso de odio que amenaza violencia no está protegido por la ley y debe ser condenado — pedir desinversión está protegido por la libertad de expresión, pedir el asesinato de los judíos no lo está. Lo he dicho antes y lo diré de nuevo: el odio no tiene lugar en el campus”.
Weingarten está repitiendo la “gran mentira” de que las protestas están dominadas por el antisemitismo e incluso, según ella, por “el asesinato de judíos”. En realidad, no ha habido una sola expresión de antisemitismo a la que pueda señalar y un gran número de personas detenidas en las protestas son judías.
La declaración de Weingarten es un severo ataque que pone los enormes recursos de la AFT y sus 1,7 millones de miembros, la mayoría de los cuales se oponen al genocidio de Israel, detrás del ataque a los derechos de los estudiantes y profesores a manifestarse. Resalta la necesidad de que los educadores organicen una rebelión contra la corrupta burocracia proguerra que Weingarten lidera, la cual falsamente afirma hablar en su nombre.
Ella está contribuyendo a un ambiente que podría resultar en muertes. Los senadores de derechas Tom Cotton y Josh Hawley ya han pedido el despliegue de la Guardia Nacional como en Kent State en 1970, donde los guardias mataron a cuatro manifestantes contra la guerra de Vietnam.
Pero su declaración no es sorprendente. Weingarten, miembro del Comité Nacional Demócrata con estrechos vínculos con los Clinton, el ‘genocida Joe’ Biden y otros criminales de guerra, personifica el papel de la burocracia de la AFL-CIO como portavoz del imperialismo estadounidense en el extranjero y de la austeridad en casa.
Autoproclamada sionista, ha dado cobertura política al papel central del Partido Demócrata en el genocidio de Israel en Gaza, que ha matado oficialmente a más de 30.000 palestinos –en su mayoría niños y mujeres– y ha dejado prácticamente todas las infraestructuras en ruinas.
La actual limpieza étnica de Gaza incluye la destrucción deliberada y sistemática del sistema educativo, que la ONU ha denominado ‘escolasticidio’. Además de destruir todas las universidades de la Franja de Gaza, Israel ha tratado de arrasar la educación K-12. Un informe publicado el martes por Education Cluster, en el que se utilizaron imágenes de satélite para verificar los informes sobre el terreno, reveló que más del 85% de los edificios escolares de Gaza han sufrido daños, y que el 72,5% requieren una reconstrucción total o importante para volver a ser funcionales. Israel ha matado al menos a 5.479 estudiantes, 261 maestros y 95 profesores universitarios, según la ONU.
Desde el principio, todos los esfuerzos de Weingarten han ido en contra del surgimiento de la oposición al genocidio. Al principio, se opuso a gritos a una resolución de alto el fuego en un debate de la dirección de la AFL-CIO, insistiendo en el ‘derecho de Israel a defenderse’. Su única oposición provino del presidente del Sindicato de Trabajadores Postales de Estados Unidos, Mark Dimondstein, que es judío, lo que expuso sus calumnias de antisemitismo como una mentira consciente.
Más tarde, cuando esto no consiguió frenar la oleada de protestas masivas, voló a Israel para hacerse pasar por defensora de la ‘paz’ y los ‘derechos humanos’. Finalmente, en enero, la AFT siguió los pasos de otros sindicatos estadounidenses firmando una resolución de alto el fuego que culpaba principalmente de la masiva pérdida de vidas a los propios palestinos y al ‘gobierno dictatorial de Hamás’.
Mientras tanto, Weingarten ha retozado con verdaderos neonazis que forman las tropas de choque en la guerra por poderes de EE.UU. y la OTAN contra Rusia en Ucrania. En 2022, en una gira por Ucrania, estrechó la mano de Andriy Sadovyi, el alcalde de Lviv que es un abierto admirador del colaborador nazi y autor del Holocausto Stepan Bandera.
Weingarten también elogió la aprobación bipartidista esta semana de un paquete de financiación militar adicional de 95.000 millones de dólares que incluye más miles de millones para el régimen asesino de Netanyahu. El proyecto de ley, que financia la agresión militar estadounidense en Oriente Medio, Ucrania y contra China, es una expresión abierta del implacable impulso hacia la Tercera Guerra Mundial.
‘Finalmente’, escribió el martes, ‘esta ayuda tan necesaria está en camino – particularmente Ucrania’.
La interminable suma de dinero que se canaliza hacia la guerra sale directamente de los bolsillos de la clase trabajadora a través de despidos masivos, supresión de salarios y recortes en los programas sociales. Mientras tanto, los distritos escolares de todo EE.UU. se enfrentan a recortes presupuestarios sin precedentes, y a los educadores y estudiantes se les dice que ‘no hay dinero’ para recursos, personal y programas escolares esenciales.
Weingarten sólo expresa en una forma extrema, el papel crítico de toda la burocracia sindical en la promoción de la guerra. Pero otros burócratas sindicales tratan de desorientar y hacer inofensiva la oposición a la guerra combinando un apoyo desdentado al ‘alto el fuego’ con un apoyo férreo a la administración Biden. El sindicato United Auto Workers (UAW) aprobó una resolución de alto el fuego el pasado diciembre, sólo para apoyar a Biden semanas después. En la conferencia Labor Notes del pasado fin de semana, el presidente del UAW, Shawn Fain, pronunció un discurso belicista en el que calificó a los trabajadores del automóvil de ‘arsenal de la democracia’; en lenguaje llano, carne de cañón para la Guerra Mundial.
El abismo entre la burocracia sindical y los trabajadores de base sólo se hará más evidente a medida que la clase dominante amplíe sus guerras en el extranjero. En la clase obrera estadounidense existe una hostilidad masiva a la guerra, acumulada a lo largo de décadas de una ‘intervención’ sangrienta tras otra. La violenta represión de las protestas en los campus universitarios refleja una aguda conciencia por parte de la clase dominante de que está empezando a surgir un movimiento antibélico mucho más amplio y poderoso en toda la clase obrera.
Mientras Weingarten, la presidenta de la Asociación Nacional de Educación (NEA) Becky Pringle y la burocracia sindical cierran filas para defender el capitalismo estadounidense, los educadores de todo EE.UU. están adoptando una valiente postura en defensa de sus estudiantes contra la violencia estatal.
Cientos de profesores de los campus de todo el país han empezado a participar en las protestas estudiantiles y a defenderlas, incluso formando barreras físicas entre los estudiantes y la policía.
El profesor de periodismo de la Universidad Northwestern de Illinois Steven Thrasher, donde el profesorado ha hecho turnos para proteger a sus estudiantes, expresó los sentimientos que animan a los educadores cuando escribió en X: ‘Nunca me han detenido antes, de alguna manera siempre me he escapado, pero hoy estoy preparado. Nadie tocará a nuestros estudiantes sin pasar por nosotros en NU EJP. Hacer daño a nuestros estudiantes es mi línea roja’.
Elizabeth Dunn, decana asociada de Educación de Posgrado de la Universidad de Indiana, habló entre lágrimas en una concentración de profesores el viernes para denunciar a la universidad por romper ‘el vínculo fundamental entre nosotros y nuestros estudiantes’. Imagino que hay bastantes probabilidades de que me despidan hoy, pero no puedo seguir aquí sentada viendo esto’.
Pero la cuestión crítica a la que se enfrentan los educadores es una rebelión contra el aparato corrupto, combinando la lucha contra la guerra con la defensa de la educación pública en Estados Unidos, Palestina y en todo el mundo. El camino a seguir es la formación de comités de base, independientes y opuestos a los dos partidos proguerra y a sus lacayos en la burocracia sindical.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 26 de abril de 2024)