“Nosotros lo controlamos todo”: los estibadores de la Costa Este se muestran desafiantes en vísperas del vencimiento del contrato
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Con un contrato que cubre a 45.000 estibadores de la Costa Este y del Golfo de Estados Unidos que vence el lunes a medianoche, las bases están decididas a llevar a cabo una huelga para defender los empleos y las condiciones laborales. Una huelga se extendería por 36 puertos desde Maine hasta Houston, Texas, y cerraría cinco de los 10 puertos más activos del continente.
Lo más importante es que la huelga uniría a los trabajadores de América del Norte y del mundo para luchar contra la explotación. La huelga se cruzaría con una de 33.000 maquinistas de Boeing, que rechazaron en un 95 por ciento un acuerdo de liquidación, una huelga que ya se ha ampliado a 5.000 trabajadores de Textron Aviation y 500 de Eaton Aerospace. En Canadá, los trabajadores portuarios están preparados para llevar a cabo una huelga de tres días en Montreal, el puerto más grande del este del país.
Los trabajadores de Boeing, que se rebelaron contra el intento de la burocracia sindical de imponer una liquidación de último minuto, han formado el Comité de Base de los Trabajadores de Boeing para imponer el control democrático de la huelga y vincularse con otros sectores de la clase trabajadora en busca de apoyo. La Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, a la que está afiliado el comité de Boeing, emitió una declaración la semana pasada instando a los trabajadores portuarios a hacer lo mismo.
Mientras tanto, la administración Biden está involucrada de manera central en tratar de limitar o bloquear una huelga. La semana pasada, el secretario de Transporte, Pete Buttigieg, la secretaria de Trabajo interina, Julie Su, y la directora del Consejo Económico Nacional, Lael Brainard, se reunieron con los operadores portuarios y se comunicaron con los funcionarios de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA, sigla en inglés), insistiendo en una resolución. Si bien la Casa Blanca intenta negarlo, su intervención contra los ferroviarios en 2022 muestra que existe un peligro real de que intenten emitir una orden judicial contra los trabajadores portuarios.
En los últimos días, el WSWS habló con los trabajadores portuarios del puerto de Newark sobre cuáles son sus demandas. Sus nombres han sido cambiados para proteger su identidad.
Miranda, que ha trabajado como carretillero pórtico y con licencia de conducir comercial de clase A, dijo sobre el trabajo en los muelles: ‘Es un trabajo serio. Es un trabajo de sacrificio. Es un trabajo duro. ¿Ves lo grandes que son las máquinas?’.
Patrick, un amarrador que trabaja en los barcos amarrando contenedores de envío, entró en más detalles: ‘La programación está por todas partes. Eso es lo más difícil para un trabajador portuario. Hay demanda de trabajo constante, que ha aumentado enormemente. Los barcos llegan a todas horas del día, lo cual es una de las cosas más difíciles de manejar. Se llega por la mañana o por la noche.
“Soy un amarrador, así que trabajamos en cualquier clima, incluso si llueve. Los barcos pueden ser peligrosos. Algunos de estos cubos oxidados que llegan pueden ser bastante locos. Mucha gente se lastima con ellos todo el tiempo, especialmente los amarradores”.
Jay agregó: “Las máquinas no son completamente seguras. Te levantas a las 4:30 de la mañana y trabajas toda la noche, luego regresas y duermes cuatro horas la mayoría de las noches, no ves a tus hijos, no comes bien. Eso es lo que es”.
Los temas clave en la mente de los trabajadores son las condiciones de trabajo peligrosas, los salarios que no siguen el ritmo de la inflación y la defensa de los empleos.
“Con toda la inflación, queremos que nuestro salario suba. … Con la inflación, todo sube”, dijo Patrick. “Si crees que ganas mucho dinero, pero de repente aparece la inflación, tu dinero ya no es tan bueno. Lo que ahorrabas trabajando duro todos los días ya no es tanto. Sigues persiguiendo la proverbial zanahoria pensando: ‘Está bien, solo tienes que trabajar más para llegar a ese punto en el que puedas relajarte y descansar’, pero eso siempre es algo difícil”.
“[Queremos] un salario digno”, dijo Jay, “Cuando el mundo se paralizó durante el COVID, trabajamos, enfermos y todo. Hicimos que la gente se enfermara. Llevamos el COVID a casa con nuestras familias. Aún teníamos que trabajar para mantener a Estados Unidos funcionando y ahora es como si ni siquiera importáramos. … Las empresas obtuvieron ganancias de alrededor de $300 mil millones estos últimos años desde el COVID, mientras que nosotros trabajamos enfermos y trabajamos horas extras las 24 horas del día”.
Ray, otro estibador, expresó sentimientos similares. “Hemos estado parados durante los últimos seis años. Y realmente nos jodieron cuando llegó el COVID. Muchos de nosotros arriesgamos nuestras vidas, muchos de nosotros fallecimos. Creo que necesitamos justicia porque somos los que mantuvimos el mundo en marcha cuando estábamos en crisis. Y ellos [las empresas] están ganando miles de millones. Bonificaciones de miles de millones de dólares. Así que ya era hora”.
Otro estibador proclamó: “Lo que necesitamos es un contrato, uno que sea bueno, bueno para los estibadores, contra la inflación. Las empresas están ganando miles de millones de dólares. “Necesitan darle más a los muchachos que trabajan día y noche. Necesitamos salarios, más salarios, salarios decentes”.
Miranda expresó una preocupación generalizada por la automatización y otras nuevas tecnologías. “Creo que la automatización es inevitable. Creo que algunas personas, las personas que recién comenzaron aquí, probablemente no podrán tener una carrera durante 20 o 30 años. ¿Necesitamos entrar en un campo diferente? Afectará a las personas aquí porque la cantidad de personas que necesitan ahora no será la cantidad de personas que necesitarán cuando la automatización tome el control”.
Ray agregó: “La automatización le quitará muchos trabajos a mucha gente. O incluso a gente nueva que llegue, como yo trayendo a mis pequeños, mis hijos y mis sobrinos y cosas así. Es posible que no tengan esa oportunidad que ha estado sucediendo generación tras generación. La automatización no nos está ayudando a largo plazo, los está ayudando a ellos [las empresas].
Patrick continuó: “Tenemos miedo de la automatización, todos quieren conservar su trabajo. Si llega la automatización, existe el temor de que [las empresas] hagan lo que quieran. He hablado con muchos marineros que viajan en los buques de carga. Dicen que la automatización es en realidad más lenta y más peligrosa para ellos como trabajadores de los barcos”.
“Proteger a los trabajadores es una de nuestras principales prioridades”, dijo Jay. “No es que seamos perezosos, estamos tratando de proteger los empleos estadounidenses de la automatización. Los robots vienen aquí, ¿cómo vamos a comer tú y yo?”.
Un trabajador portuario que cogió un folleto del WSWS mientras pasaba en su coche dijo: “Cuando pones a toda la gente en la calle, ¿quién va a comprar toda la maldita mercancía? Eso es lo que nos están haciendo. Es ridículo”.
Mientras que la ILA se ha visto obligada por la ira de sus bases a prometer que hará huelga si no se llega a un acuerdo antes del final del lunes, el presidente de la ILA, Harold Daggett, también se ha comprometido a mantener a los trabajadores de la ILA manipulando carga militar durante una huelga, incluidos los envíos con destino a Israel y Ucrania, donde las guerras apoyadas por Estados Unidos están al borde de una importante escalada.
Increíblemente, Daggett citó favorablemente el papel de los burócratas en el bloqueo de las huelgas durante las dos guerras mundiales del siglo XX, declarando: “Desde la Primera Guerra Mundial, la ILA siempre se enorgulleció de señalar que ‘ILA también significa amar a Estados Unidos’ cuando se trataba de su ‘Promesa de no hacer huelga’ en el manejo de carga militar estadounidense en todos sus puertos”.
El consultor militar de la ILA, el general (retirado) Tim McHale, confirmó que el gobierno estadounidense está “muy contento y satisfecho con la ILA”.
Sin embargo, los sentimientos de los trabajadores de base están muy alejados de la belicosidad patriótica de la burocracia de la ILA. Patrick respondió a la promesa de Daggett: “No sé qué pienso al respecto, pero obviamente las armas no son bienes esenciales… No he tenido tiempo de pensar realmente qué es qué [en lo que respecta a la financiación de la guerra en Ucrania], pero inicialmente pensé que no deberíamos pagar por eso y pagar por la situación aquí [en los EE. UU.]. Estoy seguro de que hay todo tipo de acuerdos políticos secundarios en marcha…”.
Sobre el genocidio israelí, Patrick declaró: “Definitivamente no estoy de acuerdo con eso. Netanyahu está loco. He oído que muchos israelíes están descontentos con él porque es un maníaco y un ultraderechista”.
Un camionero del puerto que expresó su apoyo a los trabajadores portuarios denunció la guerra. “[Ambos partidos políticos] obtienen su dinero de los multimillonarios. Nos están acercando más que nunca a otra guerra mundial”.
Otro trabajador portuario habló sobre la situación política general. “La gente que dirige el país no es la mejor. Miren a Biden, cuando el barco derribó el puente en Baltimore, Biden dijo: ‘Tengo las manos atadas’. Los trabajadores portuarios de Baltimore perdieron sus trabajos. Todo se reduce a quién dirige el país”.
Miranda también se refirió a la oposición de los trabajadores al sistema político: “La gente a la que votas, la gente que hace las leyes, que está a cargo y que gana tanto dinero allí, pero lo que nosotros ganamos está aquí. Y si vas a hacer leyes que favorezcan a la gente de allá arriba en lugar de a los trabajadores, ahí es cuando tienes que decir: ‘¿Quién está a cargo? ¿Quién está haciendo las leyes que dicen que nos preocupamos más por esta gente de allá arriba que por ti?’”.
Los trabajadores apoyaron firmemente una lucha unida de la clase trabajadora.
Ray declaró: “Necesitamos unirnos como trabajadores. Cuando nos unimos, somos una familia y esa es la única forma en que podemos luchar. Siempre he creído que eso es lo que hay que hacer”.
Carlos, un veterano camionero del puerto, dijo: “Si se produce la huelga, nosotros [los camioneros] también deberíamos parar y cumplir con todo el asunto. Déjenme decirlo de esta manera: si Tesla dijera mañana que vamos a sacar camiones automatizados sin conductor, ¿qué voy a hacer? Es lo mismo [con los trabajadores portuarios]… Hay que estar unidos. Tenemos que hacerlo”.
Otro camionero declaró: “Apoyo a los estibadores. No conduciría a través de sus piquetes. Quieren más horas pero no quieren pagar más dinero. Nosotros lo controlamos todo. Necesitamos unirnos. Los trabajadores portuarios no quieren nada por lo que no hayan trabajado”.
En respuesta al papel de la administración Biden en la lucha de los trabajadores portuarios, un trabajador dijo: “El gobierno intervino en la Costa Oeste. Aquí también podrían hacerlo”. Un veterano estibador de 22 años proclamó: “Si quieren la guerra, nosotros, los trabajadores portuarios, les daremos una guerra, se lo prometo”.
(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de septiembre de 2024)
https://www.wsws.org/es/articles/2024/10/02/obpk-o02.html?pk_campaign=wsws-newsletter&pk_kwd=wsws-daily-newsletter