Uno por uno, el imperio estadounidense está desacreditando todos sus propios argumentos sobre por qué debería liderar el mundo. Toda la violencia, tiranía e injusticia que afirma mantener a raya con su liderazgo que domina el mundo está siendo infligida por el propio imperio, de maneras cada vez más descaradas y atroces cada año.

Toda la premisa detrás de las estrategias de contención del imperio , el cerco militar  y la arriesgada guerra fría con China es que, obviamente, es necesario impedir que la República Popular China surja y desplace a Estados Unidos como líder mundial, y los argumentos sobre la necesidad de controlar a Rusia e Irán por cualquier medio necesarios surgen de la misma premisa.

Estos argumentos son aceptados por muchos sobre la base de que Estados Unidos es un país libre y democrático que promueve valores liberales y se opone al autoritarismo, por lo que, por supuesto, es mejor tener a Estados Unidos a cargo de los asuntos mundiales.

Pero cada punto que podría usarse para reforzar ese argumento está siendo rápidamente erosionado por los propios Estados Unidos. Estados Unidos está haciendo del mundo un lugar mucho más violento y peligroso. Estados Unidos está atacando la libertad perpetrando y facilitando cada vez más injusticia y autoritarismo. Estados Unidos está socavando el derecho internacional al violarlo constantemente. Todos los argumentos que podrían esgrimirse a favor de los méritos del liderazgo global de Estados Unidos se debilitan día a día.

Mientras Estados Unidos respalda a Israel en la comisión rutinaria de horribles masacres en Gaza, está claro que Estados Unidos no puede pretender que esté haciendo del mundo un lugar más pacífico y armonioso.

Mientras Estados Unidos y sus aliados intensifican imprudentemente su arriesgada política nuclear con Rusia por la fallida guerra por poderes en Ucrania, está claro que Estados Unidos no puede pretender estar haciendo el mundo más seguro.

Mientras Estados Unidos denuncia a la Corte Penal Internacional por solicitar órdenes de arresto contra funcionarios israelíes y apoya a Israel para desestimar las órdenes de la Corte Internacional de Justicia de cesar su ataque a Rafah, está claro que Estados Unidos ha desacreditado su afirmación como defensor de El “orden internacional basado en reglas”.

A medida que la censura en línea y los lemas prohibidos a favor de Palestina se normalizan cada vez más en todo el mundo occidental liderado por Estados Unidos, está claro que Estados Unidos ha desacreditado su pretensión de ser un protector de la libertad de expresión.

Mientras Estados Unidos aplica violentas medidas policiales contra manifestantes antigenocidios en campus universitarios de todo el país, está claro que Estados Unidos ha desacreditado su pretensión de ser un protector de la libertad de reunión.

Mientras Estados Unidos respalda a Israel en el asesinato de un número histórico de periodistas y el cierre de Al Jazeera , mientras encarcela a Julian Assange por actividad periodística que expone crímenes de guerra estadounidenses, está claro que Estados Unidos ha desacreditado su afirmación de ser un protector de la libertad de prensa. .

Mientras Estados Unidos apoya a sus representantes en Kiev para cancelar las elecciones en Ucrania y al mismo tiempo brindar asistencia militar a la mayoría de las dictaduras del mundo , está claro que Estados Unidos ha desacreditado su pretensión de ser un importante promotor de la democracia.

Cualquiera que sea el argumento que se pueda presentar sobre por qué el mundo se beneficia del liderazgo estadounidense, en estos momentos hay noticias importantes en las noticias que desacreditan rotundamente tales afirmaciones. Las pruebas están ahí y ese argumento se ha perdido.

Este no es un comentario retórico vacío que simplemente estoy planteando para mostrar que mi visión del mundo es mejor que la de los principales apologistas del imperio occidental; es extremadamente relevante para los desarrollos presentes y futuros de incomparable importancia para la supervivencia de nuestra especie.

El imperio estadounidense ha estado intensificando simultáneamente las agresiones contra China y Rusia, así como en el Medio Oriente, con una imprudencia cada vez mayor que parece destinada a una confrontación militar masiva con al menos un Estado importante con armas nucleares en algún momento de los próximos años. Lo hace porque el ascenso de China significa que la hegemonía planetaria de Estados Unidos estará a punto de desaparecer a menos que ocurra algo significativo, y los administradores del imperio parecen haber calculado que vale la pena arriesgar la vida de cada organismo terrestre para forzar que algo significativo suceda. ocurrir.

El único argumento posible de que esto es algo sensato o razonable es que el mundo está mejor con el liderazgo estadounidense que sin él. Pero como acabamos de comentar, todas las premisas posibles de esa afirmación han sido profundamente desacreditadas por las acciones de Estados Unidos. Y esto no hace más que empeorar.

Para mí, esto deja muy claro que el mundo estaría mejor sin el liderazgo estadounidense.

Cada vez que digo esto, en mis comentarios aparecen apologistas del imperio que argumentan furiosamente que si Estados Unidos no domina nuestro planeta, entonces China lo hará, pero no hay evidencia de que China busque suplantar a Estados Unidos como hegemón planetario unipolar, y la suposición de que debe Que siempre haya una potencia unipolar dominando el mundo es una tontería ahistórica. En toda la historia de la humanidad sólo ha habido una hegemonía planetaria unipolar, a saber, el imperio estadounidense, y no existió hasta la caída de la Unión Soviética en los años noventa.

No es racional creer que algo que sólo ha sucedido una vez en toda la historia deba ser la norma para nuestro mundo. La multipolaridad ha sido la norma, no la excepción, durante el resto de nuestro tiempo en este planeta antes del surgimiento de la supremacía global de Estados Unidos hace unas tres décadas.

Nada de esto pretende sugerir que un mundo multipolar resolverá todos nuestros problemas o dará lugar a la paz y la armonía. Pero está claro que aceptar el surgimiento de un mundo así es preferible a un mundo en el que el imperio estadounidense busque reprimir y retrasar su llegada con cantidades cada vez mayores de violencia y agresión, hasta llegar incluso a preparar la Tercera Guerra Mundial y jugar juegos locos de gallina con armas de armageddon.

El imperio estadounidense está demasiado loco y enfermo como para permitirle seguir gobernando el mundo. No se puede argumentar que los beneficios superen los costos. No hay razón para que las grandes potencias del mundo no puedan unirse y colaborar para lograr un mundo saludable en beneficio de todos, si la humanidad puede simplemente hacer caso omiso de su impulso primitivo de dominar y controlar.

*

Nota para los lectores: haga clic en el botón compartir de arriba. Síguenos en Instagram y Twitter y suscríbete a nuestro canal de Telegram. No dude en volver a publicar y compartir ampliamente los artículos de Global Research.

La imagen destacada es del autor.