Washington. El ejército estadunidense lanzó ataques aéreos esta madrugada contra dos lugares en el este de Siria vinculados al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán, informó el Pentágono, en represalia por una serie de ataques con drones y misiles contra bases y personal estadunidenses en la región, los cuales atribuyó a milicias vinculadas a la república islámica, y que comenzaron la semana pasada.

Horas antes, el Pentágono anunció que unos 900 soldados estadunidenses más se dirigían a Medio Oriente para reforzar las defensas aéreas con el fin de proteger al personal del país de un aumento de los ataques en la región por parte de grupos afiliados a Irán. Aseguró que hubo al menos 12 ataques contra bases y personal estadunidenses en Irak y cuatro en Siria desde el 17 de octubre de parte de grupos de milicias respaldados por Irán.

El secretario de Defensa estadunidense, Lloyd Austin, indicó que los ataques de autodefensa de precisión (contra Siria) son una respuesta a una serie de ataques en curso y en su mayoría infructuosos contra personal estadunidense en Irak y Siria por parte de grupos de milicias respaldados por Irán que comenzaron el 17 de octubre.

Excluye el conflicto en Gaza

Afirmó, en un comunicado, que el presidente Joe Biden ordenó los ataques específicamente diseñados para dejar en claro que Estados Unidos no tolerará tales ofensivas y se defenderá a sí mismo, a su personal y a sus intereses. Añadió que la operación era separada y distinta de la guerra de Israel contra Hamas.

Austin indicó que Washington no busca un conflicto más amplio, pero si los grupos pro iraníes continúan, Estados Unidos no dudará en tomar medidas adicionales.

Biden señaló antier que advirtió directamente al líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, que no atacara a las tropas estadunidenses en Medio Oriente. Mi advertencia al ayatolá fue que si continúan avanzando contra nuestras posiciones, responderemos, y él debe estar preparado, explicó Biden a los periodistas, añadiendo que las acciones no tiene nada que ver con Israel, informó Al Jazeera.

Washington y Teherán no tienen relaciones diplomáticas formales y Biden no dijo cómo se comunicó el mensaje. Al cierre de esta edición, el gobierno de Bashar Al Assad no había informado de los bombardeos contra su territorio. Israel bombardeó el domingo pasado los aeropuertos sirios de Damasco y Alepo con saldo de dos muertos y las pistas inutilizadas.

El gobierno de Biden ordenó en marzo pasado ataques aéreos contra las milicias proiraníes en Siria, por el asesinato de un contratista estadunidense en una base militar siria. El vocero del Pentágono, el general Pat Ryder, resportó antes que 21 miembros del personal estadunidense resultaron con heridas leves en dos ataques que utilizaron drones contra la base aérea de Al-Asad en Irak y la guarnición de Al-Tanf en Siria.

Estados Unidos dispone en Irak de 2 mil 500 soldados y 900 en Siria. Ryder detalló que alrededor de 900 soldados más se dirigen a Medio Oriente para reforzar las defensas aéreas con el fin de proteger al personal del país.

Explicó en rueda de prensa que el despliegue tiene como objetivo apoyar los esfuerzos de disuasión regional y reforzar aún más las capacidades de las fuerzas estadunidenses. Los ataques contra las fuerzas estadunidenses en Medio Oriente han aumentado en el contexto de los bombardeos que Israel lanzó contra la población palestina tras la ofensiva de del movimiento de resistencia islámica Hamas, el pasado día 7.

La última acción tuvo lugar ayer en la región autónoma del Kurdistán, en el norte de Irak, y no causó ninguna víctima, aunque sí algunos daños menores a la infraestructura. Las operaciones se llevaron a cabo con una combinación de drones de ataque unidireccionales y cohetes, señaló.

En tanto, cinco personas resultaron heridas cuando un cohete cayó anoche sobre Taba, un poblado egipcio fronterizo con Israel, informó la red AlQahera News, cercana a la inteligencia egipcia.

En ese contexto, Rusia destacó que Israel tiene derecho a la autodefensa, pero no al exterminio de civiles en Gaza, declaró el viceministro de Exteriores de Rusia, Mijaíl Bogdánov.