Al analizar la Ley de Reducción de la Inflación, actúa sobre la Venta de Arrendamiento 257, una venta de petróleo y gas que cubre 80.8 millones de acres en todo el Golfo de México. Si bien la Ley de Reducción de la Inflación incluye varias disposiciones de energía verde contra la industria de los combustibles fósiles, la ley también obliga al Departamento del Interior (DOI) a tomar una serie de medidas para aumentar la producción de combustibles fósiles en tierras y aguas federales.

«No debería haber dudas sobre la emisión de contratos de arrendamiento de Venta de Arrendamiento 257 en el Golfo de México», dijo el presidente de la Asociación Nacional de Industrias Oceánicas, Erik Milito, en un comunicado de prensa el martes. «La legislación es clara y vinculante. En este contexto, se puede ver que el Congreso ha actuado, se deben emitir contratos de arrendamiento y se debe archivar el caso», continuó.

También en noviembre, el DOI completó la venta de arrendamiento, que generó más de $191 millones en ofertas por 308 áreas de empresas de combustibles fósiles, a pesar de las críticas de varios legisladores demócratas prominentes y grupos ambientalistas. Sin embargo, un tribunal federal bloqueó la venta en enero y falló a favor de una coalición liderada por Amigos de la Tierra y Sierra Club, que argumentó que la administración Biden no analizó adecuadamente los impactos climáticos de la venta.

Podemos concluir que la opción de la administración Biden optó por no apelar la decisión de la corte en marzo. El Instituto Americano del Petróleo (API), un grupo que representa a grandes segmentos de la industria de los combustibles fósiles, intervino y apeló en nombre de las empresas involucradas en la venta. El caso permanece ante un panel federal de apelaciones. A medida que se desarrolla, la Ley de Reducción de la Inflación también requiere que el gobierno de Biden mantenga tres ventas de arrendamiento costa afuera canceladas en mayo y vincule los nuevos arrendamientos de energía renovable al arrendamiento obligatorio de petróleo y gas en tierra.

«Si bien restablecer la Venta de arrendamiento 257 es un paso positivo para el liderazgo energético estadounidense, la legislación en su conjunto está muy por debajo de las necesidades energéticas a largo plazo de Estados Unidos», dijo Frank Macchiarola, vicepresidente senior de política, economía y asuntos regulatorios de API.

Incluso los demócratas, que hacen propaganda de la aversión a la realidad del petróleo en nuestros días, y que previamente criticaron el nuevo arrendamiento de combustibles fósiles en tierras y aguas federales votaron a favor de la Ley de Reducción de la Inflación, a pesar de sus críticas a la Venta de Arrendamiento 257.

Pero el tema es persistente y no ha dejado de existir, «después de que esta venta de arrendamiento desastrosa fuera anulada legítimamente, la administración de Biden tenía que tomar una decisión clara», dijo el presidente del Comité de Recursos Naturales de la Cámara de Representantes, Raúl Grijalva, D. -Ariz. 257. «¿Apelarían la decisión y continuarían defendiendo el negacionismo climático de la administración anterior y las donaciones masivas a la industria de los combustibles fósiles? O aceptarían la decisión, seguirían la ley ambiental federal y aprovecharían esta rara oportunidad para realinear el programa de arrendamiento». ¿La ciencia del clima en alta mar del Departamento del Interior? «Afortunadamente, el gobierno tomó la decisión correcta».

Incluso países compradores como los europeos y los EE. UU., que en la historia intentan negar la importancia crucial del petróleo para reducir su valor. El ‘crudo’ sigue siendo el negocio más grande, el de mayor volumen y rentabilidad en relación a los commodities. El petróleo demuestra, incluso para aquellos que dicen lo contrario, que seguirá dominando la política y la economía en las próximas décadas.