Mohamad Baroud y Omar Kareem, dos palestinos residentes en Bélgica, viajaron el pasado fin de semana a Barcelona para mostrar su apoyo a la Global Sumud Flotilla, que partió rumbo a Gaza desde el puerto de la capital catalana el pasado domingo. Lo que debía ser una breve estancia de solidaridad se ha convertido en una pesadilla: llevan días atrapados en la ciudad, entre hospitales, abogados y comisarías, tras denunciar haber sido víctimas de una agresión por parte de un vigilante de seguridad.

El lunes 1 de septiembre, el colectivo Boicot Carrefour Barcelona convocó una protesta pacífica frente al supermercado de las Ramblas, en el marco de la campaña internacional contra las empresas que colaboran con Israel. Kareem explica en su denuncia que participó en la protesta y, al finalizar, se reunió con Baroud. Fue entonces cuando varios activistas les mostraron un vídeo del pasado 7 de agosto en el que se ve «una agresión por parte de un vigilante de seguridad de Carrefour a una de esas personas en las que le lanzaba lejía», señala.

Baroud y Kareem decidieron preguntar por la gerente del establecimiento para presentar una queja. Algo que no pudieron hacer ya que, presuntamente, —según consta en la denuncia que presentaron la madrugada del 2 de septiembre ante los Mossos d’Esquadra— ese mismo guardia de seguridad respondió rociándoles dos botes de espray pimienta dentro del local e inmovilizando a Baroud. Los hechos denunciados también se recogen en los vídeos que han aportado tanto a los Mossos como a lamarea.com.

Baroud afirma que, después de abalanzarse contra él cuatro personas (incluyendo dos guardias de seguridad del local, un empleado y un comprador), fue esposado y arrastrado por los pelos hasta una habitación, donde asegura que le dieron varios puñetazos.

Por su parte, Kareem explica que, al intentar ayudar a su amigo mientras lo arrastraban a una sala separada, fue retenido de forma forzosa en el suelo por el segundo guardia de seguridad, lo que le provocó lesiones adicionales en la espalda y el cuello.

Lesiones múltiples e hiperemia conjuntiva corneal

Finalmente, el vigilante llamó a la Policía, que procedió a arrestar a Baroud y a interrogarle antes de dejarle en libertad. Fue entonces cuando los dos ciudadanos palestinos acudieron a Urgencias por los efectos de la agresión. En sus partes médicos se documenta que sufren “lesiones múltiples no especificadas” e “hiperemia conjuntiva corneal”. En el caso de Kareem se especifica que esta última se debe a “espray pimienta”.

A continuación, ambos interpusieron sendas denuncias ante la Policía. En ellas, se señala que durante el caos vivido a causa de los hechos les fueron sustraídos sus respectivos móviles.

Según explicó a lamarea.com Mireia Gallardo, miembro del colectivo convocante de las protestas, todas las acciones que han llevado a cabo a las puertas del local de manera legal, sin que se produjera ningún incidente hasta el 7 de agosto. Ese día, el guardia de seguridad salió a la calle y atacó a los manifestantes lanzándoles un cubo con líquido corrosivo, lo que dejó herido a un hombre de origen sirio.

El colectivo muestra el vídeo de esta agresión en su cuenta de Instagram. Esas imágenes son las que motivaron a Baroud a querer entrar en el establecimiento para hablar con los responsables y presentar una queja. Para Boicot Carrefour Barcelona, tanto la agresión del 7 de agosto con lejía como la sufrida por Baroud y Kareem, constituyen un claro caso de violencia racista y un posible delito de odio. Tanto las víctimas como los organizadores de la protesta señalan que no es casualidad que las personas agredidas sean árabes y destacan que el propio guardia ha publicado en redes sociales mensajes de odio hacia los manifestantes, incluyendo comentarios como “Viva Israel”.

Lamarea.com ha contactado con el departamento de prensa de Carrefour, pero hasta el momento no ha recibido respuesta.