Documentos filtrados del Pentágono desmienten la propaganda de guerra de EEUU

Fuente: https://www.wsws.org/es/articles/2023/04/13/pers-a13.html?pk_campaign=newsletter&pk_kwd=wsws                 Andre Damon                                                                                

Desde febrero de 2022, el público estadounidense ha sido sometido a un aluvión de propaganda sobre la guerra en Ucrania que busca generar apoyo para la participación del país en un conflicto militar brutal y fratricida al otro extremo del mundo.

La prensa y los medios de difusión le han dicho al público que es una “guerra no provocada” en la que “la OTAN no está involucrada”. Los objetivos de Ucrania son “defensivos”. No hay “tropas estadounidenses” en Ucrania. La próxima victoria está a la vuelta de la esquina si tan solo EE.UU. enviara más dinero y armas avanzadas.

El jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Mark Milley (izquierda), con el presidente Joe Biden [AP Photo/Steve Ruark]

La propia realidad de la guerra ha desmentido todas estas afirmaciones. Más recientemente, fueron derribadas por la publicación de documentos filtrados del Pentágono que describen el grado de participación directa de la OTAN en la guerra y la situación militar desastrosa que enfrenta el Gobierno ucraniano.

Si bien Biden dijo que “no enviaré a soldados estadounidenses a luchar en Ucrania”, estos documentos muestran que más de 150 soldados estadounidenses y de la OTAN se encuentran desplegados en el país.

Y, pese a la incansable insistencia de que la guerra “no fue provocada” y de que “la OTAN no está involucrada”, los documentos ponen en evidencia que los planificadores militares estadounidenses consideran el cerco de la OTAN alrededor de Rusia y las operaciones de las tropas ucranianas como una sola campaña.

Una de las situaciones más perniciosas ha sido el intento de distorsionar la situación militar en Ucrania insinuando que el ejército ucraniano está a punto de lograr un gran avance estratégico.

Esta campaña ha buscado minimizar las pérdidas ucranianas y exagerar las del bando ruso para justificar que más jóvenes ucranianos se conviertan en carne de cañón.

En un editorial publicado hace apenas dos semanas, el Washington Post escribió que Ucrania estaba “infligiendo un saldo terrible de bajas a los atacantes rusos, una ‘fiesta en matadero’, según una evaluación del general Mark A. Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto”.

Continuó: “La mayoría de los analistas occidentales están seguros de que Ucrania, que está acumulando un importante arsenal de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, mantiene y está afianzando una gran capacidad ofensiva”.

A inicios de febrero, el New York Times dijo que las fuerzas rusas habían sufrido 200.000 bajas. “La cifra de tropas rusas muertas o heridas en Ucrania se acerca a 200.000, un asombroso símbolo del fracaso de la invasión del presidente Vladímir V. Putin, según oficiales estadounidenses y occidentales”.

El diario reportó:

El ejército ruso se está quedando sin ciertos suministros críticos y no puede reabastecerlos, dijo Colin H. Kahl, subsecretario de Defensa para Asuntos Políticos. “Se les está agotando la artillería. Se les están agotando las municiones de combate individual y están enviando a presos como remplazos en olas humanas a lugares como Bajmut y Soledar”.

Apenas hace una semana, en un artículo publicado el 3 de abril, el New York Times escribió:

Ucrania es capaz de infligir pérdidas al Ejército ruso que podrían tener consecuencias geopolíticas de gran alcance, dijo Evelyn Farkas, experta del McCain Institute. Planteó un resultado otrora impensable: que Ucrania deje a Rusia como una potencia militar debilitada, con poco apalancamiento en las negociaciones para poner fin a la guerra.

Estas declaraciones triunfalistas han quedado en pedazos tras la publicación de los documentos secretos del Pentágono.

Los documentos demuestran que, según las estimaciones militares de EE.UU., el lado ruso ha sufrido entre 35.000 y 45.000 muertes en combate y que, contrariamente a las afirmaciones estadounidenses de que Rusia se está quedando sin municiones, Ucrania es la que tiene niveles críticos de municiones. Además, Rusia está a punto de lograr supremacía aérea.

En un artículo titulado “EE.UU. duda que la contraofensiva ucraniana logre grandes avances”, el Washington Post apunta a evaluaciones internas del ejército estadounidense que ofrecen un escenario más grave.

Señala:

Las dificultades de Ucrania para reunir tropas, municiones y equipo podrían dejar su ejército “muy lejos” de los objetivos originales de Kiev para la contraofensiva anticipada que busca retomar las áreas ocupadas por Rusia, según las evaluaciones de inteligencia de EE.UU. que aparecen en la filtración cada vez mayor de documentos clasificados, desvelando los recelos de Washington sobre el estado de la guerra.

El periódico informa que un documento secreto de la inteligencia estadounidense advierte de “un importante ‘déficit en la generación y el mantenimiento de fuerzas’” y en la probabilidad de que tal operación tan solo resulte en “avances territoriales modestos”.

El artículo declara, “Esto se aleja mucho de las declaraciones públicas del Gobierno de Biden sobre la vitalidad del ejército ucraniano”.

El Washington Post no concluye que el Gobierno no debió haber mentido, sino que los documentos nunca debieron haberse hecho públicos. De hecho, el diario afirmó en un editorial publicado el mismo día: “La parte más dañina de los documentos filtrados es la propia filtración”.

En 1971, el New York Times publicó los Papeles del Pentágono, que desvelaron una campaña sistemática del Gobierno estadounidense para engañar al público estadounidense sobre la participación estadounidense en la guerra de Vietnam. Estados Unidos estaba llevando a cabo operaciones militares en Vietnam que no reportaba al público y las supuestas razones de la guerra eran mentiras.

En la actualidad, el New York Times y la mayor parte de la prensa estadounidense considera que su deber es ayudar al Gobierno estadounidense a alcanzar sus objetivos militares y no informar al público. Eso es lo que consideran “periodismo”.

El New York Times, el Washington Post y el Wall Street Journal están perfectamente conscientes del desastre que enfrenta el ejército ucraniano, pero siguieron marchando en fila detrás del Gobierno estadounidense cuando éste buscaba engañar sistemáticamente al público.

De este modo, la prensa opera de acuerdo con la declaración del editor ejecutivo del New York TimesBill Keller en 2010: “La libertad de prensa incluye la libertad de no publicar, y esa es una libertad que practicamos con regularidad”.

A diferencia de la prensa y los medios de difusión de EE.UU., con sus enormes recursos y docenas de reporteros incrustados en Ucrania, ninguna de las revelaciones de los documentos filtrados sorprendió al World Socialist Web Site .

Antes del estallido de la guerra, el WSWS advirtió sobre la masiva acumulación militar estadounidense en Europa del este, explicando que Estados Unidos quería intensificar el conflicto con Rusia. Desde que comenzó la guerra por delegación de EE.UU. y la OTAN en Ucrania, hemos documentado el nivel masivo de involucramiento estadounidense.

Ha sido precisamente el acceso a información que contradice la propaganda oficial lo que está impulsando la campaña de censura en línea, que ha resultado en la supresión sistemática de publicaciones izquierdistas por parte de Google, la suspensión de cuentas de Twitter y Facebook vinculadas al WSWS y el bloqueo de los artículos del WSWS en Facebook.

Hay que ponerle fin a la guerra en Ucrania, que ya ha dejado a cientos de miles de muertos o heridos y ha desplazado a millones.

El domingo 30 de abril, el Comité Internacional de la Cuarta Internacional, la Alianza Internacional Obrera de Comités de Base, los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social y el World Socialist Web Site celebrarán un mitin global en línea para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores y movilizar a los trabajadores y jóvenes en todo el mundo contra la guerra en Ucrania. Urgimos a todos los que quieran oponerse a la guerra a registrarse hoy.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 12 de abril de 2023)

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